Chips en el cerebro
En el momento de escribir estas líneas la empresa estadounidense Neuralink informa que las primeras pruebas de su microchip cerebral implantado en un paciente (ver Integral 514) son favorables: ha podido mover el cursor de un ordenador con el pensamiento. Del paciente hay muy pocos datos, excepto que padecería una paralización en la médula espinal, bien por lesión o bien por ELA, y que por ahora no hay efectos secundarios indeseables.
Después de varios años en desarrollo, y de diversas pruebas insertando un dispositivo similar en animales, Neuralink lo ha probado en humanos. El objetivo es que las personas con parálisis, por ejemplo, puedan caminar a través de este tipo de estímulos o similares.
Elon Musk, propietario de la empresa, ha llamado a este dispositivo Telepathy (Telepatía), comunicando, con una potente metáfora, lo que permitirán este tipo de implantes cerebrales. Musk no duda que la telepatía será un hecho, y anuncia que el paciente podrá hacer llamadas telefónicas, manejar un ordenador o comunicarse sin mover sus propios músculos, que se hallan comprometidos. Lo hará, sencillamente, pensando.
Además el chip de esta empresa no es el único. La inserción de electrodos intracerebrales es una técnica que tiene décadas de recorrido y se está utilizando, desde hace tiempo, y con éxito creciente, en el tratamiento de trastornos neurológicos. Son dispositivos de estimulación o de inhibición neurológica utilizados en casos de párkinson, temblores, distonías y epilepsia, entre otros.
Hay que recordar que en Suiza han identificado las neuronas que permiten volver a caminar (ver Integral 516) y lo están ya aplicando en personas con parálisis.
Por eso el chip electrónico despierta cierta desconfianza, porque por un lado se aseguran sus bondades terapéuticas, pero en cambio no se dice nada sobre sus posibilidades de control mental.
Esperamos que las propuestas de este número os sean útiles. ¡Salud!