¿Puedes adelgazar con pastillas?
Los estudios muestran que muchos médicos tienden a sobrevalorar la cantidad de peso que se puede perder con los medicamentos para la obesidad, eso o simplemente no tienen ni idea.
Entre las opciones actuales de fármacos para perder peso está el llamado Qsymia, una combinación de fentermina (La Fen del fen-phen) y topiramato, un medicamento que puede causar convulsiones si se suspende abruptamente. Fue explícitamente rechazada en la UE varias veces por razones de seguridad y por los efectos a largo plazo en el corazón y los vasos sanguíneos del medicamento. Está Belviq, que sale por unos 200 dólares al mes. Si crees que es mucho, está Saxenda, que cuesta 1281 dólares… Y lleva un recuadro de advertencia negro (la advertencia más estricta de la FDA sobre peligros potencialmente mortales, como el riesgo de cáncer de tiroides). Hay otras marcas, como Contrave (riesgo de pensamientos suicidas) Alli, el fármaco que causa una mala absorción de grasas, lo que produce efectos secundarios
“que incluyen urgencia fecal, heces grasas, flatulencias e incontinencia fecal”.
Sin embargo, ¿qué es una pequeña fuga intestinal comparada con los estragos de la obesidad? Como ocurre con todo en la vida, se trata de riesgos frente a beneficios.
Sin embargo, en un análisis de más de 100 ensayos clínicos de medicamentos contra la obesidad que duraron hasta 47 semanas, la pérdida de peso inducida por fármacos nunca superó los 4 kg. Eso es mucho dinero y mucho riesgo por tan sólo unos pocos kg. Además, cuando las personas dejan de tomar estos medicamentos, el peso tiende a recuperarse inmediatamente, por lo que habría que tomarlos todos los días durante toda la vida. Y la gente deja de tomarlos en un 96% de las personas el primer año.