Odontología y terapia neural
La boca cuenta con miles de terminaciones nerviosas, está enervada por el trigémino, que es el nervio más sensible del cuerpo, y alberga al masetero, que es el músculo más fuerte de todos. Por eso lo ocurre en la boca se multiplica por diez: influye y repercute en mayor medida en el sistema nervioso.
Esta la razón por la que la odontología está muy presente en los estudios sobre terapia neural que ofrece desde hace quince años la Universidad de Barcelona junto al Campus Docente del hospital Sant Joan de Déu. El Máster en Terapia Neural y Odontología Focal (que instruye también sobre el tratamiento del ser humano “como un ente nervioso, emocional, social, cultural, biológico e integral”) va destinado a médicos, enfermeros y dentistas. Y cuando preguntamos al director del máster, David Vinyes, por qué se dirigen en concreto en a los dentistas, contesta así: “Por algún motivo que desconozco, hace unos treinta años se separó la medicina de la odontología. ¿Por qué un odontólogo no tiene que ser médico y un otorrino o un ginecólogo o un oftalmólogo sí? Todos tratan a las personas desde un punto de vista sanitario”.
Los dientes, además, suelen manifestar otros problemas del sistema nervioso en el cuerpo: matar el nervio de un premolar podría estar relacionado con una úlcera, o la depresión de una adolescente con su ortodoncia, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, la mayoría de los odontólogos ignoran en la actualidad esta conexión y una paciente puede pasar de una caries a un implante sin que el dentista haya descubierto que existe un vínculo entre la pieza dental y sus infecciones vaginales.
“Quizás tu dentista te hace decenas de escaners”, dice Vinyes, “pero ¿se fija en estas coincidencias?”.