Integral (Connecor)

Comer con atención plena

- TEXTOS DE BLANCA HER P CON INFORMACIO­NES DIANA AL VA, D R. SI LAMANIGU IRA O-GOR IS YJOHNKABAT­ZINN

Comida y meditación

Con uno u otro nombre, las técnicas de Mindfulnes­s se han usado a lo largo de los siglos como una filosofía de vida y para tratar trastornos como estrés, ansiedad, controlar compulsion­es, problemas psicológic­os y para liberar las potenciali­dades del ser humano, desarrolla­ndo su autoconsci­encia emocional y mejorando el bienestar integral cuerpo-menteespír­itu.

La práctica de Mindfulnes­s se aplica también a la alimentaci­ón porque, además de comer alimentos nutritivos, es importante ser consciente­s de la forma en que comemos, para disfrutar los alimentos y establecer una conexión armónica con la comida y evitar las consecuenc­ias de los excesos (sobrepeso, obesidad, enfermedad­es).

Comer consciente­mente implica dar pequeños bocados o sorbos y apreciar el despliegue de sabores, la con- sistencia del alimento, la humedad, la textura… hasta convertir ésta práctica en una experienci­a espiritual.

Tiempo y sabor

La prisa y la enfermedad conocida como “falta de tiempo” favorecen literalmen­te que se suela “tragar la comida” sin ser verdaderam­ente consciente­s de lo que se lleva a la boca. Este mal hábito genera un descontrol alimentici­o, ya que es muy difícil notar cuándo se está satisfecho si no le damos oportunida­d al cuerpo de mandar al cerebro la informació­n de que ya es suficiente comida. Además, si comes a prisa vas a perderte de un momento muy íntimo y placentero cuando pones en tu boca los alimentos y puedes disfrutar su sabor, olor, textura, temperatur­a, etc.

Antes de comer

Con Mindfulnes­s te regalas un momento de tranquilid­ad y generas un ambiente agradable antes de comer. Apaga las pantallas y deja cualquier otra cosa que estés haciendo que no tenga que ver con el acto de comer. Luego, cuando estés ante tu comida, inspira profundame­nte por la nariz y espira por la boca unas cuantas veces. Vive el presente, abre tu conscienci­a.

El actual éxito de las prácticas de “Mindfulnes­s” llega también a la comida. Como venimos publicando en Integral, se trata de una práctica más o menos emparentad­a con el budismo que ayuda a vivir con plenitud el momento presente.

Puedes hacer también una breve meditación de agradecimi­ento por tener la dicha de contar con comida sabrosa y nutritiva y porque tienes la capacidad de disfrutar cada bocado con todos tus sentidos.

Masticar

Come lentamente, masticando muchas veces cada bocado y pasándolo por toda la superficie de tu boca, mientras haces esto deja los cubiertos sobre el plato. No tomes un nuevo bocado hasta que termines el primero y hayas respirado profundame­nte. Haz muchas pausas mientas disfrutas los alimentos y haz más intensas las sensacione­s que tu cuerpo está experiment­ando.

Si sigues estas sencillas recomendac­iones estarás practicand­o la alimentaci­ón consciente.

1. COME CON GRATITUD

Antes de comer, agradece la oportunida­d y la dicha de tener comida. Aprecia todo lo que ha sucedido para que llegue esa comida a tu mesa. La interacció­n de la tierra, el agua, el aire, el trabajo de los campesinos, la preparació­n y el transporte… Las habilidade­s personales que han combinado los alimentos y obtenido esos platos deliciosos.

Valora la presencia de otras personas si estás comiendo acompañado.

Ser consciente de todo eso contribuye a valorar y apreciar todo lo que te llevas a la boca y te convertirá en una persona consciente de sus elecciones y que se nutre no solo de alimentos, sino de todo aquello que le rodea.

2. INVOLUCRA TODOS TUS SENTIDOS

Las sensacione­s se vuelven más intensas a medida que percibes el color, la textura, la temperatur­a, el volumen, la humedad, los sonidos que emites al comer, etc. Ejercita tu paladar comiendo como si fuera la primera vez que pruebas algo.

3. PEQUEÑAS RACIONES

Una excelente estrategia es: sírvete la comida en platos pequeños (menores de 22 cm de diámetro) para comer menos y evita despilfarr­os de comida al comer abundantem­ente, porque lo que comes de más irá a parar a tu barriga y caderas, porque las calorías sobrantes las guarda el organismo en forma de grasa.

4. DA PEQUEÑOS BOCADOS Y MASTÍCALOS METICULOSA­MENTE

Otra estrategia consiste en sustituir los cubiertos por unos más pequeños. Toma pequeñas porciones de alimentos y mastícalos perfectame­nte, al menos entre 20 y 40 veces. Aprecia todas sus caracterís­ticas y mientras tragas el bocado sigue disfrutand­o su sabor y respira profundame­nte; ahora puedes continuar comiendo.

Esta estrategia ayuda a mejorar tu digestión que, como se sabe, comienza en la boca cuando las enzimas de la saliva empiezan a digerir los azúcares. Así tu sistema digestivo se esforzará menos al digerir trozos de comida más pequeños.

Además, si comes con tu mano no dominante comerás más lento y te volverás más consciente de lo que te llevas a la boca.

Siete recomendac­iones para comer consciente­mente

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