Cirugía oncológica mamaria y acupuntura . . . . . . . .
Gracias a los programas de detección precoz, y a los avances diagnósticos y terapéuticos, en la actualidad, la supervivencia a los cinco años se ha incrementado, situándose por encima del 70%.
Cada vez disponemos de más estudios que demuestran la eficacia de la acupuntura como tratamiento o prevención de la aparición de náuseas. En 1997, en “La Conferencia del consenso general sobre Acupuntura”, organizada por el Instituto Estadounidense de Salud, se determinó que la acupuntura es eficaz para el tratamiento de náuseas y vómitos relacionados con la quimioterapia y para el control del dolor asociado a la cirugía.
Una de cada 8 mujeres
El cáncer de mama representa casi el 30% de los tumores de sexo femenino en nuestro país, y la mayoría de los casos se diagnostican entre los 30 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. Se estima que el riesgo de presentar cáncer de mama a lo largo de la vida es de aproximadamente una de cada 8 mujeres.
Gracias a los programas de detección precoz, y a los avances diagnósticos y terapéuticos, en la actualidad, la supervivencia a los cinco años se ha incrementado, situándose por encima del 70%.
Muchas de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama deberán someterse a tratamiento quirúrgico, bien sea cirugía conservadora de la mama (escisión local del tumor), o mastectomía (disección completa de la mama), ambas asociadas o no a la linfadenectomía (extracción de los ganglios linfáticos) axilar mamaria.
Cirugía
Cuando se realiza la mastectomía se puede ofrecer a la paciente la posibilidad de reconstrucción de la mama mediante técnicas de cirugía plástica reconstructiva.
La reconstrucción mamaria ha pasado a formar parte del tratamiento global del cáncer de mama. Consiste en la creación de una mama similar (en for-
ma, textura y características) a la mama natural, restaurando así, la imagen corporal de las pacientes.
Dependiendo del momento en que se realice la reconstrucción, hablaremos de:
Reconstrucción mamaria diferida. Se suele realizar una vez finalizados los tratamientos coadyuvantes del cáncer de mama (radioterapia y quimioterapia) y cuando los tejidos locales han recuperado la normalidad y permanecen estables.
Reconstrucción mamaria inmediata. Se lleva a cabo en la misma operación en la que se realiza la mastectomía operando simultáneamente el cirujano plástico y el oncológico.
Los equipos multidisciplinares que atienden a las mujeres con cáncer de mama (ginecólogo, oncólogo, cirujano plástico y reparador, fisioterapeuta…) comienzan a integrar la Medicina Tradicional China y la acupuntura como tratamiento complementario para tratar diversos síntomas: nauseas a causa de la quimioterapia, dolor, ansiedad, estreñimiento, insomnio.
Medicina integrativa
Este trabajo conjunto entre medicina alopática y medicina no convencional conocido como medicina integrativa permite a los pacientes disponer de más recursos para combatir los síntomas previos y posteriores a la cirugía mamaria oncológica, lo que puede suponer en muchos casos una mejora de la calidad de vida y en todo el proceso de recuperación.
A los síntomas citados anteriormente, podemos añadir estrés previo a la cirugía, seroma post quirúrgico (acumulo de líquidos corporales en la zona donde se ha extirpado tejido), y estreñimiento, sobre todo los días de ingreso hospitalario.
Como ocurre en cualquier otro tipo de cirugías, la cirugía de la mama puede tener complicaciones o efectos adversos que se presentarán con mayor o menor frecuencia tras la intervención. A veces pueden suponer un problema que afectará en la calidad de vida de la paciente.
Valoración energética y tratamiento con acupuntura
Tras la cirugía las pacientes permanecen ingresadas una media de tres días en los que hay un seguimiento por parte de los diversos especialistas: ginecólogo, oncólogo, cirujano plástico reparador… Cada uno de ellos valora la evolución de la paciente en función de su especialidad. El acupuntor realizará una valoración energética global de la paciente y a partir de ésta, tratará los diversos síntomas.
Tanto si se inicia de forma previa a la intervención, como si es posterior, el objetivo del tratamiento con acupuntura será mantener el equilibrio energético, tonificar las defensas que se verán alteradas, no solo por la pauta de antibiótico a causa de la intervención, sino por el estrés que supone para las pacientes todo el proceso. Será muy importante mantener ese equilibrio tanto si hay quimioterapia previa a la intervención, como si es posterior a ésta.
Caso clínico
La paciente tiene 42 años –y la llamaremos Laura–. Le han diagnosticado cáncer de mama. El comité de Ginecología Oncológica y Mastología que lleva su caso ha decidido realizar una mastectomía para evitar un tratamiento con Quimioterapia y Radioterapia.
El equipo médico le propone realizar una reconstrucción mamaria en la misma intervención de la mastectomía y ella está de acuerdo. Durante la visita con el cirujano reparador, se le ofrece la posibilidad de recibir sesiones de acupuntura tras la cirugía, como tratamiento complementario durante la recuperación post quirúrgica.
Tras una primera visita con la acupuntora en la que le explica de forma clara la metodología y los objetivos del tratamiento, decide aceptar, por lo que se realiza ya su diagnóstico energético.
Las sesiones de acupuntura se inician con Laura ingresada, a las 24 horas de la intervención. En esa primera sesión el tratamiento con acupuntura tiene como objetivo no solo mejorar el dolor articular y favorecer el descanso, sino también prevenir la aparición de seroma y fortalecer el estado energético de la paciente, que permanecerá en cama con las agujas durante 30 minutos en penumbra y sin visitas en la habitación. Una vez finalizada la sesión, Laura se queda tranquila en cama y se la cita en consulta tras el alta hospitalaria.
Cuando acude a consulta explica que tras la primera sesión de acupuntura pudo descansar mucho mejor por las noches y disminuyó la intensidad del dolor en la zona intervenida. Le preocupa el estreñimiento, por lo que en esta segunda sesión añadimos puntos para ayudar a eliminar, y repasamos hábitos alimenticios incluyendo más fibra y agua en su dieta. Durante la siguiente semana Laura realiza dos sesiones de acupuntura en días alternos de 30 minutos cada una. El dolor continúa disminuyendo, la movilidad articular es buena y no hay seroma, pero si inflamación. Se encuentra cansada por lo que volvemos a repasar con ella la dieta. Introducimos caldos para tonificar el yin de riñón. Ya no tiene estreñimiento, pero continúa tomando fibra.
En la quinta sesión no refiere dolor. El cirujano ha retirado los puntos y comprobado la buena evolución de la herida. Laura duerme mejor, pero le cuesta conciliar el sueño, por lo que le aconsejo realizar una rutina en los horarios de acostarse.
Cuando Laura acude a la sexta y última sesión me explica que los últimos días ha descansado mucho mejor, se encuentra con más energía y sin dolor y con ganas de volver a su ciudad, ya que durante todo este mes ha vivido fuera de su casa. Le pido que valore lo que ha supuesto el tratamiento de acupuntura para ella. Dice que tras cada una de las sesiones sintió confort, bienestar y una bajada en la intensidad del dolor. El hecho de poder explicar en cada sesión como se encontraba emocional y físicamente ha hecho que se sintiera acompañada en un proceso de recuperación que según dice le asustaba.
Le explico que en pacientes con su misma intervención que realizan quimioterapia previa o posterior a la intervención, el tratamiento con acupuntura ayuda a mejorar las náuseas, la fatiga, bajada de defensas… Tras esto ella misma propone buscar un acupuntor de referencia en su ciudad para poder acudir en caso de necesitarlo. Le preocupa volver a tener insomnio o ansiedad. Considera que el proceso de recuperación aun no ha terminado y quiere continuar tratándose con acupuntura.