Futuro de Bien Estar
El centro Integral, Medicina Integrativa y Escuela de Salud cumple 33 años de historia
Cuando casi nadie usaba el término “integral” para adjetivar la salud, cuando “naturista” u “homéopata” eran complementos extraños para la palabra “médico”, un grupo de jóvenes se lanzó a escribir un lienzo en blanco y crearon en Barcelona el primer centro de medicina integrativa. Querían aplicar un concepto lejano, importado de Estados Unidos, basado en la combinación de la medicina convencional y la naturista. Y el 5 de diciembre de 1985 abrieron las puertas de “Integral, Centro Médico y de Salud”, hoy “Integral, Medicina Integrativa y Escuela de Salud” en la céntrica plaza Urquinaona. Ahora, treinta y tres años después, el centro Integral ha cambiado. Mudó su sede, se multiplicó por tres el número de profesionales y se transformó también el perfil de los pacientes, pero persistieron los principios que se trazaron tres décadas atrás. El objetivo era (es) ofrecer una opción mixta para el cuidado de la salud: cuando aparece un síntoma, se aplican en primer lugar recursos naturistas que ayuden a equilibrar el cuerpo (y a impulsarlo hacia su autosanación), y en segunda instancia, si es necesario, las soluciones de la medicina convencional. Todos los que ejercen tienen una doble titulación: la “oficial” y la especialización en la medicina y terapia concreta.
Cuando la persona entra al centro Integral, puede optar por un gran abanico de disciplinas con las que tratar su dolencia (física, emocional o existencial). El catálogo es impresionante: Medicina naturista, medicina antroposófica, medicina homeopática, medicina tradicional china o medicina ayurvédica.
Y hay más: cuatro tipos de fisioterapias (global activa, oncológica, cráneomandibular o neuromuscoesquelética), osteopatía, quiromasaje, shiatsu, reiki, terapia neural, bioinmunoendocrincología, dietética y nutrición, estética natural, sofrología, método tomatis. Y una oferta amplia en terapias psicológicas: la cognitiva emocional, la sistémi-
ca integral, de desarrollo personal o la expresiva. Todo para ayudar a la fuerza curativa del propio cuerpo.
“Una de los puntos fuertes del centro Integral es que los profesionales [una quincena] nos enriquecemos mucho al trabajar en equipo. Realizamos reuniones periódicas para compartir conocimientos y aportar nuevos puntos de vista y, si se da la situación, derivamos cuando alcanzamos nuestro propio límite con el paciente”, dice Pedro Ródenas, socio fundador y médico naturista.