La gestión de las emociones y la salud
La emoción es lo que hace emocionante la vida; es lo que le da calor y color. Cuando no expresamos nuestras emociones, ni las vivimos, solamente sobrevivimos; y al sobre-vivir le sobra el sobre. En cambio, la vida se vuelve emocionante cuando vivimos la e
Las emociones no se tapan ni se olvidan, cuando se bloquean se quedan impregnadas en el cuerpo en zonas congeladas, frías y aisladas del resto de la organización de los aparatos y sistemas de nuestro organismo. Cuando no se gestionan bien, se anclan en el cuerpo y se transforman en enfermedades físicas. Tampoco se anulan con medicamentos, antidepresivos o ansiolíticos; de una manera u otra siempre manifestamos lo que sentimos; a veces lo hacemos por la palabra, por los gestos, la constitución corporal que puede ser rígida (persona delgada), contenida (persona ancha y obesa), aislada del mundo (vive ensimismada en su propio mundo), etc. Y en el peor de los casos, expresamos a través de los síntomas de la enfermedad.
EXPRESAR SENTIMIENTOS
La represión e inhibición de la expresión emocional se encuentran como causa primera de la aparición de mu- chos de nuestros trastornos orgánicos o de las enfermedades psicosomáticas. No expresamos lo que sentimos para no vernos rechazados, abandonados o marginados.
Es preciso aprender a manejar y encauzar las emociones a través del contacto con nuestros padres y también en la escuela infantil, en caso contrario somos analfabetos emocionales. Además de conocer los ríos o las montañas, el niño necesita aprender a lidiar con el miedo, la tristeza, la rabia o la culpa. Es preciso que en la educación la tecnología dé paso al humanismo.
ENCRUCIJADA EMOCIONAL
Denomino encrucijada emocional a la interfase que abarca las cuatro emociones básicas: miedo, tristeza, rabia y alegría. El miedo y la tristeza son como el otoño y el invierno, nos meten hacia dentro. Por el contrario, la rabia y la alegría son como la primavera y el verano que nos sacan hacia el