Berberina
Este mes encontraréis información sobre la berberina, un alcaloide de propiedades antibacterianas, presente en diversas plantas, del que presentamos más información en las páginas 88-89. Destacan sus propiedades en trastornos como la diabetes: los científicos nos informan acerca de su gran efecto hipoglicemiante, que la convierte en una ayuda eficaz sobre las personas que padecen hiperglicemia o diabetes tipo 2, enfermedad que se desarrolla con la presencia de un alto nivel de glucosa en sangre. La berberina actúa estimulando al páncreas, y ayuda a que la insulina funcione con mayor eficacia después de las comidas.
También se cree que posee un efecto adelgazante: la ingestión de berberina tres veces al día ayuda a la pérdida de unos 3 kilos en 10 semanas. A medida que estimula la pérdida de peso, la berberina ayuda a regular hormonas como la insulina y la leptina, que contribuyen a controlar la distribución de las grasas que se consumen en la dieta.
Por otra parte, el consumo excesivo de grasas y azúcares favorece las cardiopatías y enfermedades cardiovasculares en general, y la berberina reduce asimismo el nivel de colesterol nocivo y los triglicéridos en la sangre.
Los investigadores recuerdan que el consumo frecuente de berberina también previene las condiciones de hígado graso en las personas con obesidad de larga duración, así como en enfermedades con tendencia a la acumulación excesiva de grasa, gracias a sus excelentes efectos protectores (contribuye a inhibir la captación de grasa por parte de los hepatocitos).
Ante todas estas maravillas, parece inteligente contar con este hallazgo. Sin embargo, ¿no sería mucho más sensato seguir un tipo de alimentación y estilo de vida que no hiciera necesaria esta sustancia?
Esperamos que las propuestas de la revista de este mes os sean útiles. ¡Salud!