El alga fucus . . . . . . . . .
La conocida acción de esta alga se debe sobre todo a su alto contenido en yodo orgánico fácilmente asimilable.
El fucus vesiculosus es un alga marina de color marrón o verde oliva que al sacarla del agua se va oscureciendo hasta alcanzar una tonalidad casi negra. Puede llegar a medir hasta un metro de longitud y se cría en el hemisferio norte, entre las rocas de las costas del Océano Atlántico y Pacífico. Su nombre botánico proviene del vocablo griego fucus que significa alga y vesiculosus, en alusión a las vesículas o vejigas de aire que tiene, las cuales le permiten flotar.
En los países orientales, principalmente en China y Japón, se ha utilizado tradicionalmente para tratar la caída de cabello y estimular el apetito sexual. En la actualidad su uso se ha ido extendiendo también a occidente debido a sus propiedades adelgazantes y estimulantes del metabolismo, razón por la cual se puede encontrar fácilmente en tiendas de herbodietética y farmacias, principalmente en forma de suplementos dietéticos. También se emplea como abono, debido a su alto contenido en vitaminas y minerales.
Adelgazante y estimulante
La conocida acción de esta alga se debe sobre todo a su alto contenido en yodo orgánico fácilmente asimilable. Este oligoelemento indispensable para el organismo, actúa sobre la glándula tiroides estimulando el metabolismo y activando la catabolización de las grasas.
Por otro lado, el fucus también es una buena fuente de algina, una sustancia mucilaginosa que tiene la capacidad de absorber el agua y las grasas, llegándose a hinchar hasta cien veces más de lo que su peso representa, lo que genera en el estómago una sensación de plenitud que reduce considerablemente el apetito, además de disminuir la absorción intestinal de azúcares, grasas y proteínas, haciendo que parte de estos nutrientes se elimine por las heces, algo que resulta útil en el tratamiento de la obesidad. Esta misma sustancia ejerce también una suave acción laxante mecánica.
Otro aspecto que se suma a sus propiedades adelgazantes es la presencia de manitol, monosacárido que también encontramos en otras plantas como el glucomanano que produce cierto efecto diurético que favorece la pérdida de peso.
Fuente de minerales y vitaminas
Como se ha citado anteriormente, el fucus se ha utilizado tradicionalmente para tratar la caída del cabello, pues además del yodo ya citado, contiene otros minerales, como el calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, azufre, hierro, selenio, cinc, silicio, cromo y cobalto.
También encontramos vitaminas: niacina, riboflavina, tiamina, vitamina C y B12.
Cómo utilizarla
Aunque el alga fucus se ha empleado en la industria alimentaria como espesante en la elaboración de helados y otros alimentos, lo cierto es que debido a que no tiene buen sabor, prácticamente no se usa en la cocina, por lo que la forma más común de consumirla es en cápsulas y extractos.
Las dosis recomendadas, se sitúan entre 15-20 gotas, antes de las 3 comidas principales, diluidas en medio vaso de agua o infusión. Si se prefiere el extracto seco, la dosis habitual son 650 mg. diarios, lo que supone de 1 a 3 cápsulas al día.
Contraindicaciones
Debido a su alto contenido en yodo, no se recomienda su uso en casos de hipertiroidismo, nerviosismo e hipertensión arterial. Asimismo, los preparados a base de fucus están contraindicados para las personas que toman medicación para el hipotiroidismo, ya que podrían sumarse los efectos. Tampoco se recomiendan estos productos durante el embarazo y la lactancia.
En casos de mala absorción de las grasas, proteínas, o minerales como el hierro no se recomienda un consumo prolongado de esta alga.
Como sucede también con otros productos provenientes del mar, en el fucus se han hallado cantidades más o menos importantes de metales pesados como mercurio, plomo, arsénico, cadmio o aluminio, en función de los mares de donde provenga.