Consejos. Lo que comemos
¿Cómo prevenir las enfermedades oculares asociadas con la edad o frenar su progresión? Además de eliminar por completo el hábito de fumar, conviene velar por recibir suficiente acopio de antioxidantes a través de frutas, verduras y demás alimentos ricos en ellos junto a una actividad física moderada pero constante, unida a un control de nuestro peso. Se recomienda comer tres veces por semana alimentos ricos en EPA y DHA, que son fáciles de encontrar en el pescado azul. En el caso de los vegetarianos podemos obtener DHA y EPA a partir del aceite de nueces, aceite de linaza y aceite de camelina o lino silvestre (Camelina sativa), ahora también fácil de encontrar. Llegado el caso se pueden añadir cápsulas de DHA vegetal. También hay EPA y DHA en la yema de huevo de gallinas alimentadas con linaza.
Hay que procurar tener también una alimentación rica en frutos oleaginosos (nueces, avellanas, almendras, aceitunas) y cereales no refinados. Y estar atentos al aporte de las cantidades óptimas de vitaminas, minerales y antioxidantes en general. En cuanto a los carotenoides, su capacidad de protección comienza a partir de los 12 mg al día (¡es la cantidad que consumían de forma natural nuestros antepasados en la .poca del paleolítico). Para lograrlos, hay que tomar cada día al menos 6-8 raciones de frutas y verduras, lo que en teoría garantiza un nivel elevado de vitamina C. Puesto que la alimentación convencional ya no puede garantizarnos la cobertura de nuestras necesidades de nutrientes, cada vez más profesionales de la salud recomiendan los alimentos integrales de la agricultura ecológica, junto a una posible suplementación específica, puesto que las frutas y verduras son menos ricas en vitaminas que hace 50 años y, si crecen en un suelo pobre en selenio, aparece la dificultad de alcanzar el aporte recomendado de este mineral tan esencial.
Los dietistas defienden la toma de un suplemento de vitaminas y minerales en dosis nutricionales (entre un 50 y 100% de los aportes nutricionales aconsejados) sin hierro, ni cobre, ni manganeso. ¿Por qué hay que dejar de lado estos tres oligoelementos, que hemos visto que activan nuestras enzimas antioxidantes? Sencillamente porque en los suplementos alimenticios aparecen bajo una forma que puede favorecer a los radicales libres mediante una reacción con la vitamina C. Igualmente el zinc es muy necesario, pero en dosis muy altas se puede convertir en un problema, sobre todo a largo plazo.