Algunos trucos más
• Un medio muy fácil y sencillo consiste en enfriar los lóbulos de las orejas, sea con un poco de agua o de saliva. El enfriamiento no precisa de un considerable rebaje de la temperatura, pues basta mojar el lóbulo para conseguirlo.
• Entre los métodos clásicos es conocido el consistente en chupar un terrón de azúcar mojado en vinagre o beber una cucharada de buen vinagre en el que se haya disuelto azúcar. Otro sistema consiste en tragar lo más rápidamente posible una cucharada de azúcar en polvo sin agua. En este caso no creemos que el azúcar tenga ninguna acción especifica para calmar las contracciones espasmódicas del diafragma; pero éstas se calman probablemente por acción refleja de las contracciones violentas de los músculos faringo-esofágicos necesarias para la deglución. No obstante, ya hemos hablado otras veces de la nocividad del azúcar, por lo que seria mejor escoger otro remedio de los ya citados.
• Otros métodos populares aconsejan provocar el estornudo (mirando al sol, por ejemplo); taparse los oídos; ingerir dos o tres granitos de sal de cocina; masticar tres o cuatro granos de pimienta; o incluso concentrar la atención sobre alguna actividad como, por ejemplo, mantener un objeto en equilibrio. Tampoco podemos olvidar el conocido sistema de sorprender (ligeramente, claro) o “asustar” a la persona que padezca hipo.