Tratamiento natural
El tratamiento naturista ha quedado en parte insinuado en el apartado anterior sobre los factores de producción de las infecciones vaginales, dando una mayor importancia a los factores higiénicos y profilácticos que a los medicamentos. Resumiendo podríamos decir que ante una infección vaginal se han de seguir ciertas orientaciones:
Restricción general de las relaciones sexuales, especialmente de las que impliquen penetración vaginal. En este sentido . se evitará expresamente el uso de todo tipo de anticonceptivos, sobre todo los preservativos, diafragmas y óvulos o cremas espermicidas.
Hábitos de vida higiénicos e higiene intima minuciosa, que se puede realizar con algún jabón neutro y con infusión de tomillo bastante concentrada. Se evitará la humedad en general, puesto que, como en sus homólogos hongos del bosque, este tipo de microorganismos tienen su hábitat adecuado en la humedad.
Depuración general de la zona de la pelvis.
Ante todo se ha de evitar el estreñimiento, si existe, puesto que el paso de residuos tóxicos desde el intestino grueso (recto) hacia la zona genital baja puede alargar un proceso vaginal. En este sentido, se pueden aplicar lavativas de agua de manzanilla o de agua muy ligeramente salada, o, en caso de estreñimiento pertinaz, de cocimiento de semillas de lino (hervir un puñado de semillas de lino en un litro de agua hasta que se reduzca a la mitad y luego filtrarlo). No podemos nunca olvidar que el estreñimiento ha de ser aliviado también por una dieta rica en frutas, cereales integrales y verduras, preferentemente crudas (dieta muy rica en fibra).
La hidroterapia externa también produce una depuración pélvica. En este caso se recomiendan los baños de asiento con agua fría de 15 o 20 minutos de duración. El baño frío provoca una vasoconstricción inicial de los vasos sanguíneos de la pelvis y una vasodilatación posterior mucho más duradera e interesante. lo cual origina un mayor flujo sanguíneo hacia la zona alterada. Después de cada baño se realizará la higiene íntima y un secado minucioso del pubis para evitar la humedad. En la mayoría de los casos, resulta útil añadir al agua fría una infusión fría de hojas de tomillo o, mejor aún, de hojas de consuelda mayor.
Las irrigaciones intravaginales han sido durante muchos años el remedio terapéutico más usado para combatir estas infecciones. Se pue den hacer una o dos veces al día con infusiones muy concentradas de consuelda, llantén y tomillo. Otra infusión interesante para las irrigaciones sería la de corteza de roble con hipérico (también llamado corazoncillo o hierba de San Juan) y melisa.
La fitoterapia oral, es decir, las infusiones de plantas, parecen un remedio algo secundario en el tratamiento de los problemas ginecológicos; se admite sin embargo popular mente la eficacia de la agrimonia , la manzanilla y la aquilea en estos padecimientos.