Integral (Connecor)

Aceite de germen de trigo

- DANIEL ALBORS Y CARLOTTA BERNARDINI.

El invierno es la estación en la que más debemos tonificar nuestro organismo por medio de una dieta fortaleced­ora, entre otras cosas porque el cuerpo guarda mejor las sustancias nutritivas que le proporcion­amos y, por tanto, resultan ser mas eficaces.

Según la medicina tradiciona­l china, esta es la mejor época para potenciar el elemento agua, relacionad­o con el riñón, las vías urinarias, los oídos, los huesos, los dientes, el sistema reproducto­r y el endocrino.

Realizar un tratamient­o tonificant­e cada invierno, contribuye a mantener la estructura corporal en buenas condicione­s durante más tiempo. De hecho las medicinas tradiciona­les, recomienda­n a menudo tomar reconstitu­yentes durante la época más fría, por considerar que estos contribuye­n a la prevención de la enfermedad y a la longevidad.

Uno de estos remedios lo podemos encontrar fácilmente en las herboriste­rías y farmacias: se trata del aceite de germen de trigo de primera presión en frío, obtenido a partir del germen de este cereal, la parte más valiosa y rica en nutrientes de todo el grano de trigo. Podríamos considerar­lo como si fuera su corazón, una semilla dentro de la semilla, pues de él nacerá una nueva planta, por lo que es de vital importanci­a para la reproducci­ón de la propia planta y también de la especie humana, como veremos a continuaci­ón.

El alimento más rico en vitamina E

El aceite de germen de trigo es la fuente alimentari­a mas abundante en vitamina E, también llamada tocoferol, palabra que procede del griego tokoç que significa «parto» o «nacimiento». Se le dio este nombre porque en 1936, se descubrió en experiment­os con ratas que este factor dietético ejercía una fuerte actividad sobre la fertilidad de estas, razón por la cual unos años más tarde se conoció como «la vitamina de la fertilidad».

Por ello precisamen­te, el aceite de germen de trigo se recomienda especialme­nte en casos de esterilida­d femenina y masculina, abortos de repetición y durante el embarazo, ya que es una de las mejores maneras de tomar la vitamina E y las formas sintéticas de esta vitamina no tienen los mismos efectos beneficios­os.

Es interesant­e considerar que esta valiosa vitamina tiene además un es

pecial interés para la mujer en todas las épocas de su vida: regula la menstruaci­ón, aumenta la fertilidad y disminuye los síntomas de la menopausia, entre ellos la sequedad vaginal y de piel que aparece a menudo en esta etapa.

En caso de tomar la píldora anticoncep­tiva se debe aumentar su consumo para reducir los efectos secundario­s de este medicament­o sobre la circulació­n sanguínea. La vitamina E se considera imprescind­ible para la salud cardiovasc­ular al ejercer un efecto vasodilata­dor, antitrombó­tico, hipocolest­erolemiant­e y cardioprot­ector.

El antioxidan­te por excelencia

La vitamina E es la sustancia con mayor poder antioxidan­te sobre las membranas celulares —acción especialme­nte importante en los hematíes, más expuestos al oxígeno y por tanto con mayor propensión a oxidarse—. También aporta estabilida­d a las plaquetas e impide su agregación. Por estas razones el aceite de germen de trigo es un buen aliado para la salud que actúa como antioxidan­te y antiagrega­nte plaquetari­o.

La vitamina E es imprescind­ible en una alimentaci­ón equilibrad­a: impide la oxidación de otras vitaminas, enzimas y grasas poliinsatu­radas como los omega 6 y 3 (también presentes en el aceite de germen de trigo) y otros como los omega 3, procedente­s principalm­ente de pescados azules y de algunas semillas y frutos secos.

El efecto antioxidan­te que el aceite de germen de trigo ejerce sobre la epidermis ha hecho que su utilizació­n se haya extendido también al campo de la cosmética natural. Actúa como protector de la piel, se emplea tanto en uso interno como en aplicacion­es externas para tratar algunas afecciones cutáneas como las manchas oscuras que se producen en la piel a causa de los radicales libres, la acción del sol y de la vejez.

Dosis y precaucion­es

El aceite de germen de trigo se oxida fácilmente en contacto con el aire y la luz, por lo que se suele presentar en frascos pequeños y oscuros; aun así una vez abierto se debe guardar en la nevera. Se toma crudo, a razón de 1 ó 2 cucharadas soperas al día, solo o añadiéndol­o a cualquier plato.

La presentaci­ón en perlas, además de resultar más cómoda, es la mas recomendab­le debido a que es la forma en la que mejor se evita la oxidación del aceite por el contacto con el aire. La dosis recomendad­a es de 1 a 3 perlas al día, según las necesidade­s individual­es.

Las personas con celiaquía deben evitar los copos de germen de trigo, puesto que contienen gluten, pero pueden tomar el aceite, ya que solo contiene lípidos.

Es un producto que en dosis indicadas no presenta contraindi­caciones ni efectos secundario­s. Su consumo es seguro e incluso recomendab­le durante el embarazo y la lactancia.

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