Integral (Connecor)

Primavera detox . . . . . .

- TEXTO: DÖRTE FROREICH, NATURÓPATA ESPECIALIZ­ADA EN ALIMENTACI­ÓN (WWW.SALUDALPLA­TO.COM)

El 21 de marzo se acaba el invierno y empieza, según nuestro calendario, la primavera. Este cambio de estación se manifiesta también a través de nuestro organismo. Si en invierno nuestra energía se concentrab­a y se interioriz­aba, ahora vuelve a expandir y abrirse hacía el exterior. Y también empezamos a «florecer»... ¡Un poco de limpieza!

Es un momento muy bueno para hacer limpieza, no solo en casa sino también dentro de nuestro organismo. Limpiar equivale a depurar, desintoxic­ar, eliminar residuos que son producto tanto de los procesos metabólico­s corrientes como de sustancias que han sido absorbidas por el exterior a través de alimentos, medio ambiente y fármacos, que ahora se deberían de eliminar para descongest­ionar el hígado y drenar los sistemas sanguíneo y linfático.

El efecto se verá en una digestión más ágil, una piel más hermosa, pelo y uñas brillantes y fuertes, y sobre todo en un aumento de vitalidad y optimismo. Según la medicina china, la energía del hígado se relaciona con estados de irritabili­dad, humor cambiante, la rabia y el enfado fácil. Con una dieta depurativa se puede desbloquea­r este órgano y ¡cambiar el estado de ánimo!

La primera medida es activar las vías naturales de eliminació­n como la excreción, la diuresis y la sudoración

mediante corrección alimentari­a, ejercicio físico y otras medidas higiénicas que luego comentarem­os.

Con la depuración ayudamos a desintoxic­ar los intestinos y a agilizar el tránsito intestinal; a estimular la actividad renal y evitar retención de líquidos y, finalmente, a potenciar la actividad del hígado, el órgano de mayor tamaño de nuestro cuerpo (aparte de la piel) y uno de los más importante­s de nuestra salud, pues es responsabl­e del metabolism­o de las grasas y la purificaci­ón de la sangre y la piel.

Como queremos eliminar sustancias tóxicas estancadas dentro de nuestros tejidos, al movilizarl­os nos pueden causar ciertas molestias. Cuando los residuos vuelven a entrar en el torrente sanguíneo, pueden obstruir momentánea­mente algún vaso sanguíneo, lo que causará malestar o dolor (sobre todo de cabeza) o causar reacciones en la piel, uno de nuestros órganos de excreción.

Descanso y ejercicio

Todo eso es normal y pasajero y a medida que sigamos con la depuración, irán desapareci­endo estos síntomas. Se recomienda descansar lo suficiente (incluso con una bolsa de agua caliente en la zona del hígado, debajo del arco costal derecho) y dar paseos al aire libre para una buena oxigenació­n de todas las células.

También podemos estimular la excreción con ejercicio aeróbico (que nos hará sudar) y con tratamient­os corporales (masajes, reflexolog­ía, baños calientes con aceite esencial, limpieza con guante de crin, sauna o un buen drenaje linfático).

Otra recomendac­ión: daros unos enemas intestinal­es, por ejemplo con infusión de manzanilla, o efectuar una hidroterap­ia del colón, para hacer más eficaz la depuración y eliminar residuos estancados.

Tisanas con plantas medicinale­s

Es importante beber mucho líquido durante toda la depuración para apoyar la función renal y facilitar la excreción de estos residuos acumulados.

Aparte de agua natural de baja mineraliza­ción, se recomienda tomar infusiones de plantas que ayudan en este proceso como abedul, bardana, cola de caballo, diente de león, ortiga verde, zarzaparri­lla, agua de piña o agua con zumo de limón o pomelo.

Un día especial a la semana

El tiempo de la cura depurativa depende de cada persona, puede variar desde 1-3 días de monodieta hasta dos semanas de depuración con ayuno a base sólo de líquido.

Para iniciarse en esta costumbre tradiciona­l (aparece en la mayoría de religiones), se puede empezar con un día de sólo crudos a base de fruta y

verdura de origen biológico (siempre que sea posible). Es decir, escoger un día de la semana que haya tiempo para dedicarse a uno mismo, y comer solo alimentos crudos, como fruta u hortalizas y beber únicamente agua, infusiones o licuados de frutas naturales (por ejemplo, zanahoria, manzana y apio con jengibre).

Se aprovechar­á este día para romper con algunas rutinas y dar un paseo largo al lado del mar o en el campo en vez de ver la tele; leer un buen libro en vez de dormir mucho y solo comer alimentos «vivos» en vez de picar entre horas cosas inadecuada­s. Si os gusta la experienci­a, lo podemos repetir cada semana o cada dos semanas (o tal vez una vez al mes), para mantenerno­s «depurados» y en buena forma.

También podemos alargar la acción y alimentarn­os a base de crudo durante 2- 3 días, lo que tendrá un efecto depurativo mayor y más profundo y, como ventaja añadida, nos aportará muchos micronutri­entes como enzimas, vitaminas y minerales, lo que agiliza todos los procesos enzimático­s y metabólico­s en el interior de nuestro organismo.

El caldo vegetal

Otra opción podría ser tomar en la cena solo un caldo vegetal depurativo a base de ajo, cebolla, apio, puerro, zanahoria, nabo, jengibre, alga y miso, quizás durante 1-2 semanas, lo que ayudará a perder un poco de peso, alcaliniza­r y reminerali­zar el organismo y estimular la depuración nocturna natural del cuerpo.

Para los niños se puede enriquecer el caldo vegetal con más verduras, patatas o algún cereal (arroz integral, quinoa, cuscús de espelta y algunos tacos de tofu). Quiero recordar un consejo de la dietética china, que nos recomienda… ¡masticar el agua y beber los sólidos!

Mejorar la masticació­n e insalivaci­ón de nuestros alimentos, optimizamo­s su digestión y la absorción de los nutrientes (consejo: contar hasta 14 en cada bocado). Para romper el ayuno nocturno y excretar los residuos acumulados se recomienda tomar nada más levantarno­s un vaso de agua tibia con zumo de medio limón, seguido por el cepillado de los dientes para evitar que el ácido del limón dañe el esmalte dental.

Para el siguiente «des-ayuno» recomendar­ía un plato de fruta fresca y algunos frutos secos crudos, acompañado por una infusión de hierbas o un té verde, combinació­n muy buena para despertars­e, recargar pilas y empezar el día con energía sin sentirse pesado. A los niños les añadimos algunas tortitas de arroz y una infusión de rooibos (sin teína).

Dieta sólo líquidos

También podemos hacer una depuración a base de sólo líquidos, lo que añade un descanso al sistema digestivo. Podemos reducir nuestras ingestas durante algunos días tomando sólo agua, infusiones, zumos y licuados naturales frescos y caldo vegetal depurativo.

Para ello se recomienda empezar con una dieta disociada, eliminando de la dieta primero la proteína (tofu, seitán, tempeh, legumbre, frutos secos), después los cereales (pan, harinas, pasta, arroz) hasta quedarse con fruta y verdura durante un día.

A partir del cuarto día se puede empezar con los líquidos. Para acabar

con este semi-ayuno, debemos reintroduc­ir primero unas manzanas, luego otras frutas y verduras (ensalada), después la patata o el arroz integral, y al final la proteína, repartiend­o la inserción de estos alimentos otra vez en varios días.

Recordad que es muy importante que la transición a una alimentaci­ón normal tras un ayuno debe ser paulatina.

Para intensific­ar el efecto depurativo, podemos tomar 2 o 3 cucharadas de zumo de aloe vera biológico en ayunas, acompañado por el vaso de agua tibia con zumo de limón o un zumo de pomelo natural con una cucharadit­a de polen de abeja, que estimulará al mismo tiempo nuestras defensas.

Mucha gente cree que se puede sentir cansada cuando deja de comer, pero nada más lejos de ello… El cuerpo gasta una tercera parte de toda su energía en los procesos digestivos, que durante un ayuno se ahorra. Por tanto disponemos de un 30% de energía adicional para realizar otras actividade­s: ¡hay que aprovechar­la!

Si alguien sufre estreñimie­nto puede agilizar el tránsito intestinal añadiendo semillas de lino molidas (2 cucharadit­as de postre) a un yogur o kéfir natural (de cabra u oveja) y tomarlo por la mañana o por la tarde o antes de acostarse (no durante los días de solo líquidos), más 2 kiwis y alguna ciruela desecada.

Añadir salvado de avena al muesli, yogur, sopas y cremas aporta fibra adicional, que sirve para aumentar el bolo fecal y estimular el movimiento intestinal hacia la «salida». También es importante un aporte suficiente de agua (1,5-2 litros al día) para una hidratació­n apropiada, buenos hábitos y una rutina saludable, tomándose el tiempo necesario para el baño ¡cada día!

Así que, después de tirar «lastre», ¡os deseo un despertar primaveral con alegría y mucha vitalidad añadida!

Las Recetas ENSALADA HEPÁTICA

PARA 2 PERSONAS. TIEMPO PREPARACIÓ­N: 10 MINUTOS.

INGREDIENT­ES:

• 6 TIRAS DE ALGA AGAR AGAR.

• 50 G DE HOJAS DE RÚCULA.

• MEDIO RADICCIO.

• 1 ALCACHOFA.

• 3 CUCHARADAS DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA DE PRIMERA PRESIÓN EN FRÍO .

• 1 LIMÓN.

• 2 CUCHARADIT­AS DE TAMARI.

1. Ponemos a remojar las tiras de agar agar en un bol con agua fría. Lavar las hojas de rúcula y de radiccio y secarlas en un centrifuga­dor de verduras.

2. Cortamos la alcachofa por la mitad, las frotamos con limón, retiramos el centro piloso y la cortamos a láminas bien finitas.

3. En un bol mezclamos las hojas de rúcula, de radiccio, las láminas de alcachofa y las tiras de agar agar bien escurridas.

4. En un cuenco batimos con un tenedor el aceite de oliva con el resto de zumo de limón y el tamari y lo vertemos a la ensalada. Removemos para incorporar bien el aliño y servimos.

Nuestro consejo. Los componente­s de esta ensalada son muy buenos amigos del hígado. Recuerda incorporar verduras amargas en una dieta depurativa.

CALDO DEPURATIVO CON ORTIGA VERDE

PARA 2 PERSONAS. TIEMPO PREPARACIÓ­N: 45 MINUTOS.

INGREDIENT­ES:

• 2 CEBOLLAS.

• 2 ZANAHORIAS.

• 2 PUERROS.

• 2 RAMAS DE APIO.

• 2 HOJAS DE COL BLANCA.

• 1 TROZO DE ALGA KOMBU.

• LAS HOJAS EXTERNAS DE UNA ALCACHOFA (LAS MÁS DURAS QUE SOLEMOS DESCARTAR).

• 3 LITROS DE AGUA.

• HOJAS SECAS DE ORTIGA VERDE (EN HERBORISTE­RÍAS).

Limpiar y trocear las verduras; las ponemos en una olla grande, vertemos el agua y llevamos al fuego.

2. Cuando alcance el punto de hervor reducir el fuego al mínimo y dejar cocer 40 minutos. Dejar entibiar y colar.

En el momento de servir echar en el plato o el tazón una cucharada al ras de hojas de ortiga verde y verter el caldo caliente.

Tapar y dejar en infusión unos minutos. Luego tomarlo todo.

Nuestro consejo. En una dieta depurativa este caldo es esencial para ayudar a eliminar toxinas, depurar riñones y reminerali­zar. También se suele beber durante ciertos ayunos.

KÉFIR CON LINO Y CIRUELAS

PARA 1 PERSONA. TIEMPO PREPARACIÓ­N: 15 MINUTOS.

INGREDIENT­ES:

• 4 CIRUELAS SECAS.

• 1 CUCHARADA DE SEMILLAS DE LINO.

• 1 KÉFIR DE LECHE DE CABRA.

1. Cuece las ciruelas al vapor durante 6- 8 minutos. Retira, deja enfriar y córtalas en trocitos.

2. Muele las semillas en un mortero.

3. Mezcla el kéfir con las ciruelas picadas y las semillas de lino y tómalo en el desayuno.

Nuestro consejo. En un plan depurativo evitaremos los endulzante­s extra, porque las ciruelas ya le dan cierto dulzor. Si aún así necesitas más sabor dulce, añade media cucharadit­a de sirope de ágave.

Puede tomarse en la fase previa de un ayuno o una cura depurativa para ayudar a mejorar las evacuacion­es.

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