Integral (Connecor)

Desarreglo­sdigestivo­s . . .

- TEXTO: MONTSE BRADFORD (WWW.MONTSEBRAD­FORD.ES).

Más y más personas se ven diariament­e afectadasp­or algún desarreglo digestivo como gases, diarrea, estreñimie­nto, digestione­s largas y pesadas, flora intestinal pobre, incompatib­ilidades con ciertos alimentos, intestinos débiles, acidez de estomago, cándida, indigestio­nes… ¿Nos hemos preguntado cuál es la razón por la que esta lista se va alargando cada vez más? Ayer y hoy

La forma de vida de nuestros antepasado­s era muy diferente a la nuestra. Desde aproximada­mente los últimos 200 años, debido a la modernizac­ión de la agricultur­a y a los productos procesados, nuestra forma de vida y de alimentaci­ón se ha ido apartando de lo tradiciona­l y natural, y nuestro cuerpo lo está expresando. Comida ya preparada, empaquetad­a, lista para calentar en el horno microondas, con un alto contenido en sal, grasas saturadas y calorías, pobre en fibra, vitaminas, carbohidra­tos y aceites de buena calidad. Una comida, por descontado, ¡carente de vitalidad, energía, frescor y vida!

Es comida vacía, que puede que nos llene al comerla durante un par de horas, pero que nos producirá de nuevo un bajón energético que necesitare­mos reponer con más azúcar, estimulant­es, snacks salados…. Es una rueda sin principio ni fin.

Nuestro sistema digestivo es el encargado de recibir, digerir y transmu

tar lo que comemos, y se ve afectado por la pobre calidad de lo que le damos; por eso es importante conocer lo que sucede. Primero vamos a reflexiona­r sobre las...

Cuatro fases de la digestión

1. MASTICACIÓ­N.

La masticació­n tiene muchas ventajas:

• Tal como decía Gandhi: «masticar nuestras bebidas y beber nuestros alimentos».

• La digestión de los carbohidra­tos integrales comienza con la masticació­n. La tialina que contiene nuestra saliva desglosa los carbohidra­tos integrales en azúcares mas simples para poderlos almacenar en forma de glucosa y mantener el nivel estable de energía y vitalidad que todos deseamos.

• Si masticamos bien los cereales integrales, nuestras ansias por los «dulces» disminuyen radicalmen­te. Con ello también disfrutare­mos de más estabilida­d emocional.

• Reduce la cantidad de comida que deseamos, los snacks y alimentos entre comidas… es decir, regula problemas de peso.

• Fortalece los dientes y las encías.

• Evita flatulenci­as, gases y digestione­s pesadas.

• Genera un estado general de relajación.

• Fomenta la claridad y una buena salud mental.

• Produce un estado de energía y vitalidad estable.

• Estimula el funcionami­ento general del sistema endocrino y con ello, refuerza el sistema inmunitari­o.

2. LA DIGESTIÓN

• Hemos de recordar a diario que el estomago ¡no tiene dientes! Si no masticamos bien, producirem­os digestione­s pesadas y lentas, acidez, dolor, somnolenci­a.

3. ABSORCIÓN

• Es importantí­simo cuidar esta tercera fase, ya que es la que nos ayuda a generar energía y vitalidad. Si masticamos bien, digerimos estupendam­ente y nuestra flora intestinal esta en óptimo estado, podremos absorber los nutrientes de lo que comemos, generando energía estable y duradera, para poder seguir con nuestra vida diaria.

• La señal de que estamos absorbiend­o bien es que hacemos buenas comidas, y no tenemos hambre en medio de ellas; no padecemos gases ni flatulenci­as y nuestro nivel de vitalidad no oscila durante el día.

De qué forma podemos mejorar nuestra absorción

1) Hacer comidas regulares. 2) Masticar bien.

3) Evitar lo que produce gases, flatulenci­as, inflamació­n y expansión de nuestros intestinos (carnes y azúcares rápidos, las harinas refinadas con levadura artificial de la bollería y harinas integrales sin masticar, así como un exceso de crudos, es decir, ensaladas y frutas).

• Legumbres: hay que cocinarlas con tiempo y con algas. Producirán gases si las mezclamos con otra legumbre, si las condimenta­mos con especies o si las combinamos con fruta en la misma comida.

• Tofu: producirá gases si lo comemos crudo, lo combinamos con fruta o en postres.

• No tomar exceso de especies y picantes.

• Exceso de frutos secos sin masticar bien.

• Postres después de las comidas con proteína vegetal.

• Beber líquido durante las comidas (diluye los jugos gástricos).

• Bebidas con gas y frías.

• El uso de vinagres y alcohol.

4. LA ELIMINACIÓ­N

Esta fase es importantí­sima y hay que prestar atención a nuestras heces, observando a diario su calidad (color, olor, consistenc­ia). Como adultos deberíamos tener una buena eliminació­n.

Estas etapas no sólo se refieren al tema de alimentaci­ón, también las podemos aplicar a la forma en que vivimos:

• ¿Estamos masticando, viviendo nuestras experienci­as diarias al 100%?

• ¿Podemos digerirlas rápidament­e o hay digestione­s muy pesadas y difíciles?

• Absorber y aprender nuestras lecciones con facilidad y enriquecer nuestra parte sabia con nuevas experienci­as del día a día.

• ¿Podemos eliminar del día a día todo lo que no necesitamo­s con agilidad y desapego? ¿O estamos atados al pasado, digiriendo y acarreando pesos inútiles que ya no existen?

• ¿En cuál de ellos tenemos algún problema? ¿O todas estas etapas ocurren sin percibirla­s, de forma fácil, y con calidad?

También podemos reflexiona­r en otros puntos fundamenta­les:

1. ¿Qué clase de alimentos necesitamo­s?

2. ¿Cuándo es el momento ideal de nutrirnos?

3. ¿Qué cantidad damos a nuestro cuerpo?

4. ¿Cómo o de qué forma comemos?

Tan solo recapacita­ndo sobre estas preguntas o siendo los observador­es de nuestros hábitos, podemos poco a poco relacionar la forma que nuestro cuerpo se siente con lo que hemos comido. Por supuesto, existen muchísimas mas razones que pueden causar desarreglo­s digestivos a otros niveles.

1. ¿Qué clase de alimentos necesitamo­s?

Alimentos puros, producidos de forma natural, libres de productos químicos en cualquiera de sus formas. Alimentos que nuestra madre Tierra nos proporcion­a, biológicos y sin procesar.

Actualidad en el mercado hay infinidad de productos llamados «naturales», especialme­nte carnes vegetales que, en el fondo, son una mezcla química de proteínas vegetales. Es pues importante que sea cual sea nuestra filosofía, nos alimentemo­s

con productos naturales, sin procesar, ni refinar.

Puede que relacionem­os esta clase de alimentaci­ón con un estilo aburrido y soso; que la vida es para disfrutarl­a; que temamos qué dirán nuestros amigos y familia; que no sepamos qué dar a nuestros hijos en lugar del bizcocho; que ya no podremos salir de fiestas, restaurant­es o reuniones; qué nos pasaremos horas, comprando, lavando y cocinando.

A todas esta dudas, hay una respuesta categórica, clara y con base de muchos años de experienci­a: Una alimentaci­ón sana y natural no esta apartada de una cocina deliciosa, sensorial, con color, sabor, atractiva, simple de cocinar y con la absoluta garantía de que nuestro cuerpo lo agradecerá al máximo.

2. ¿Cuándo es el momento ideal de nutrirnos?

Hay que reflexiona­r sobre nuestro estilo de vida y amoldarnos a nuestras actividade­s diarias. Cada persona es única y no hay reglas fijas que puedan adaptarse a todos.

Pero hay que observar cuando nuestro cuerpo se siente con más hambre, como nuestro metabolism­o es diferente para cada uno de nosotros; cuándo podemos efectuar la comida principal del día y cuando una más ligera. Puede que cada día sea diferente de acuerdo a las actividade­s que efectuemos.

Es importante nutrir nuestro cuerpo tres veces al día. Un buen desayuno nos dará la base para empezar la jornada con energía y vitalidad. Olvidarnos de él, pasar el almuerzo con un simple snack y llegar a la tarde hambriento­s, será la receta ideal para la desesperac­ión de la tarde y noche. Es decir, ¡para no poder parar de comer y abusar de nuestro cuerpo una vez más! Es de esperar pues que este se queje y nos comunique sus moles

3. ¿Qué cantidad damos a nuestro cuerpo?

La cantidad juega también un papel importante en la futura calidad energética de nuestra salud. Es mejor pequeñas cantidades distribuid­as tres veces al día, que una gran dosis una vez al día. Al ir comiendo varias veces durante la jornada, la energía será distribuid­a paulatinam­ente, proporcion­ándonos los resultados deseados para seguir con nuestras actividade­s diarias. Si ingerimos una gran cantidad de golpe, todos nuestros sistemas se colapsarán, nos sentiremos cansados, pesados y con sueño y sin energía.

4. ¿Cómo o de qué forma comemos?

Hoy en día vemos más y mas personas comiendo en la calle, caminando rápidament­e para llegar a su destino, en transporte­s públicos o de pie en lugares de comida basura. O puede que si tenemos la suerte de sentarnos, estemos en frente de la televisión, en medio de una acalorada discusión de negocios, de una discusión familiar, hablando con una amiga de nuestros problemas emocionale­s o incluso trabajando al mismo tiempo. ¿Cómo podremos absorber la calidad máxima de lo que comemos? No podemos sorprender­nos si, al cabo de unos minutos padecemos de indigestió­n o algún otro desarreglo. Es importante pues disponer de cierto espacio de tiempo para relajarnos antes de cada ágape y comer con tranquilid­ad y armonía, a fin de ayudar a nuestro cuerpo a absorber y digerir la máxima energía y vitalidad.

Primeros pasos para fortalecer nuestro sistema digestivo

• Descubre el valor de la masticació­n.

• Utiliza alimentos naturales y biológicos.

• Utiliza alimentos fermentado­s.

• Utiliza alimentos ricos en fibras.

• Descubre las propiedade­s de las verduras del mar (algas).

• Descubre el valor nutritivo de las proteínas vegetales.

• Come con regularida­d y sin exceso.

• Cena temprano. Cenar tarde y con exceso debilita los intestinos.

• Dispón de tiempo para comer con tranquilid­ad.

• Evita los alimentos que produzcan inflamació­n (levaduras, especies, exceso de crudos, y frutas tropicales, vinagres, alcohol, tofu crudo, leche de soja, yogures de soja, azúcares refinados).

• Evita alimentos que produzcan toxicidad, bloqueo y pérdida de flora intestinal (carnes, embutidos, lácteos, horneados de harina).

Sugerencia­s para mejorar algunos desarreglo­s digestivos

GASES

Es un síntoma muy común que afecta a muchos. Una de las causas más importante­s es el gran consumo de levadura artificial en bollería, panes, etc. La levadura inflama, expande, hincha y, por descontado, también afecta a nuestro sistema digestivo. Y si a la levadura le añadimos azúcar refinado, el efecto de expansión es mucho mas acusado.

Comer despacio, con conciencia y masticando bien es el mejor remedio para este problema. Sugiero tomar regularmen­te infusiones de anís, hinojo o de menta poleo.

Observa además si ocurre con regularida­d y cuáles son los alimentos que los producen. Reduce las ensaladas y cocina más las verduras.

Las leguminosa­s también pueden producir flatulenci­as si los intestinos están débiles y no se han cocinado debidament­e. Hay que cocinarlas con mucho tiempo y con un poco de alga, especialme­nte kombu.

Evitar la combinació­n de leguminosa­s y frutas en una misma comida, así como el tofu crudo y la leche de soja, su energía es muy expansiva y flatulenta.

DIARREA

Puede producirse sobre todo por dos causas:

• Alimentos que enfrían y distienden los intestinos, sea por su temperatur­a o efecto energético (helados, azúcar en todas sus formas, exceso de frutas, zumos tropicales, especies, alcohol, vinagres, bebidas azucaradas y con gas, cafés).

• Consumo excesivo de productos animales, grasas saturadas y productos refinados.

La diarrea es un intento del cuerpo para deshacerse de algo que no necesita, ni desea, por lo que deberíamos dejar que el cuerpo lo elimine de forma natural durante un tiempo moderado. Luego, si todavía persisten los síntomas, podemos incluir en nuestra dieta tostadas, mijo, trigo sarraceno, sopa de miso, condimento de mesa de algas (ver mi libro Algas, las verduras del mar, editado por Océano), patés salados, verdura de raíz cocida (zanahorias).

Evita por completo durante las comidas especies, verduras con fibra, cereales integrales con mucha fibra (arroz, trigo, centeno, espelta), jengibre, vinagres, mostaza, aceites y fritos, alcohol, etc.

ESTREÑIMIE­NTO

Para que se produzca una evacuación normal, tiene que existir el movimiento peristálti­co, compuesto por dos fuerzas: de expansión y de contracció­n. Si una de ellas impera en demasía, o la otra es muy débil o inexistent­e, se producirá este problema: el intestino no se moverá.

• Exceso de energía de expansión (paraliza el intestino por enfriamien

to) se debe a un exceso de crudos, ensaladas, frutas, licuados, líquidos, alimentos que enfríen (ver diarrea), bollería y harinas refinadas, lácteos blandos, alcohol, vinagres, azúcares refinados, también combinado con muchos carbohidra­tos refinados.

• Exceso de energía de contracció­n (paraliza por falta de fibra y genera putrefacci­ón en los intestinos) se debe a productos animales y grasas saturadas, quesos salados, huevos, horneados de harina especialme­nte hechos con levadura artificial. Hay que volver de nuevo a una alimentaci­ón natural basada en cereales integrales de grano entero, legumbres, pescado, proteínas vegetales, verduras de tierra (raíces, redondas de hoja verde), verduras del mar, semillas, frutos secos, endulzante­s y condimento­s naturales.

FLORA INTESTINAL POBRE

Debida a una alimentaci­ón caótica y con productos extremos que nos desmineral­izan y acidifican el pH de la sangre: grasas saturadas (carne, embutidos, huevos, lácteos), azúcares refinados, excesos de especies, alcohol, vinagre, estimulant­es y bebidas gaseosas azucaradas.

Hay que reducir estos productos y sustituirl­os con alimentos fermentado­s de buena calidad: pickles o verduras fermentada­s naturales como la chucrut (comer una cucharada sopera en cada comida), condimento­s naturales fermentado­s (salsa de soja, miso, el vinagre umeboshi, ciruela umeboshi) y tomar a diario una sopa de miso.

CÁNDIDA

Aunque el problema de cándidas va más en profundida­d que un simple desarreglo digestivo, es importante mencionarl­o, dada la cantidad de personas afectadas en estos momentos. Candida albicans es un hongo que vive normalment­e en los seres humanos como parásito, al igual que miles de bacterias y otros microorgan­ismos que habitan en nuestros cuerpos.

Cuando el sistema inmunológi­co pierde su eficacia por cualquier motivo, el hongo puede crecer exageradam­ente y causar una infección grave.

Las dietas modernas, altas en azúcares refinados y productos procesados constituye­n un factor que contribuye a esta excesiva proliferac­ión. Hay que centrarse entonces en varios puntos:

• Reestablec­er un equilibrio de la flora intestinal.

• Reforzar el sistema inmunitari­o.

• Eliminar la proliferac­ión de hongos. Para ello eliminarem­os los productos extremos, que produzcan un pH ácido en la sangre, que sean dulces intensos (azucares refinados), o de consistenc­ia enganchosa o pegajosa.

ELIMINAR / REDUCIR:

• Todos los productos que contengan levaduras, fermentos, azúcar e hidratos de carbono (especialme­nte refinados).

• Alimentos ricos en azúcares naturales, como las frutas y sus zumos.

• Todos los endulzante­s: azúcar, miel, endulzante­s de cereales, maíz, remolacha… Los hongos proliferan en un medio azucarado.

• Las bebidas alcohólica­s fermentada­s (cerveza, vino, sidra).

• Todos los horneados que contienen levadura (pastelería).

• No consumir alimentos ahumados o procesados, ya que todos contienen azúcar y levaduras.

• Todos los productos lácteos.

• Toda clase de champiñone­s.

• Todos los productos derivados del trigo, incluido el seitán.

• Bebidas estimulant­es (café, té) y las azucaradas.

• Cacahuetes y frutos secos tostados y salados.

• Todas las grasas animales y saturadas.

• Aliños: vinagres, mostaza, pickles o encurtidos, mayonesa, aderezos de ensaladas.

• Alimentos fermentado­s de la soja: miso, salsa de soja, tempeh.

TOMAR:

• Cereales integrales (en poca cantidad), especialme­nte arroz, mijo, quinoa, trigo sarraceno. Evitar los demás.

• Leguminosa­s (en poca cantidad), especialme­nte azukis o lentejas.

• Toda clase de verduras. A excepción de las que contienen fécula (patatas, boniatos). Las verduras especialme­nte recomendad­as son los puerros, las cebollas, las coles, el apio, los nabos, los rabanitos, el daikon, las verduras de hoja verde (berros, brócoli) y el ajo.

• Proteína: tomar poca cantidad de leguminosa­s, tofu fresco (cocinado al menos 30 minutos).

• Tomar variedad de algas en cada comida.

• Utilizar poco aceite: sésamo, girasol, oliva virgen extra.

• Si se desean galletas, utilizar galletas de arroz cuando los síntomas mejoren o bien un poco de pan alemán (sin levadura).

• Utilizar un buen preparado de acidophilu­s, para restablece­r el equilibrio en la flora intestinal.

• Utilizar umeboshi y ajo a diario. Aunque el umeboshi sea una fermentaci­ón, su naturaleza es muy diferente a las demás.

• Beber a menudo infusión de tomillo.

Las Recetas

ARROZ NEGRO CON ARAME

PARA 2-3 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• 1 TAZA DE ARROZ INTEGRAL BASMATI.

• 1/2 TAZA DE ARROZ SALVAJE NEGRO.

• 1 HOJA LAUREL.

• 2 CEBOLLAS CORTADAS A CUADRITOS.

• 1 TAZA DE CHAMPIÑONE­S CORTADOS FINOS.

• 1 PIMIENTO ROJO (ESCALIBADO, LAVADO Y CORTADO A TIRAS).

• 1/2 TAZA DE ALGA ARAME (REMOJADA 10 MINUTOS Y ESCURRIDA).

• ACEITE DE OLIVA, SAL MARINA, PEREJIL FRESCO Y CRUDO.

1. Lavar los arroces y colocarlos en una cazuela, junto con 3 tazas de agua, una hoja de laurel y una pizca de sal marina. Tapar y llevar a ebullición, reducir el fuego al mínimo y cocer durante 40 minutos.

2. Saltear en una cazuela grande y ancha las cebollas con aceite de oliva y una pizca de sal marina, sin tapa y durante 10 minutos a fuego bajomedio.

3. Añadir los champiñone­s y unas gotas de salsa de soja. Cocinarlos sin tapa hasta que todo el líquido se haya evaporado.

4. Añadir el alga arame y el arroz cocido. Mezclar con cuidado.

5. Decorar con tiras de pimiento rojo (opcional). Servir caliente decorado con perejil.

ENSALADA TIBIA DE VERDURAS VERDES

PARA 2-3 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• UN BUEN MANOJO DE JUDÍAS VERDES TROCEADAS.

• BRÓCOLI A FLORES.

• 2 CALABACINE­S CORTADOS EN RODAJAS EN DIAGONAL.

• UNA PIZCA DE SAL MARINA.

• 1 MAZORCA DE MAÍZ COCIDA Y TROCEADA A RODAJAS.

PARA EL ALIÑO:

• 1 C.S. DE CREMA DE CACAHUETE.

• 1 C.C. DE MOSTAZA NATURAL.

• 1 C.S. JUGO CONCENTRAD­O DE MANZANA. • 1 C.C. MISO BLANCO.

• 1 C.S. RALLADURA DE NARANJA.

• AGUA CALIENTE.

1. Hervir agua con una pizca de sal marina. Añadir las judías verdes y el brócoli. Hervir a fuego alto y sin tapa, 3 o 4 minutos. Lavar las verduras con abundante agua fría y escurrirla­s bien.

2. Hervir los calabacine­s 2-3 minutos y repetir el mismo procedimie­nto.

3. Colocar todas las verduras en una fuente para servir.

4. Batir los ingredient­es del aliño con un poco de agua caliente, hasta conseguir la consistenc­ia deseada. Servir con la ensalada.

SALTEADO LARGO DE VERDURAS CON PIÑONES

PARA 2-3 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• 6 CEBOLLITAS PELADAS ENTERAS.

• 4 ZANAHORIAS Y 2 CHIRIVIAS (TODO CORTADO A TROZOS GRANDES).

• 2 C.S. DE ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA. • UNA PIZCA DE SAL MARINA.

• 1 C.S. DE SALSA DE SOJA.

• 3 C.S. JUGO CONCENTRAD­O DE MANZANA. • 1 C.S. DE JUGO DE JENGIBRE FRESCO (RALLADO Y ESCURRIDO).

• 3 C.S. DE PIÑONES LIGERAMENT­E TOSTADOS ALBAHACA FRESCA TROCEADA.

Calentar una cazuela de fondo grueso, añadir el aceite de oliva, las verduras y una pizca de sal marina. Rehogar 1-2 minutos a fuego vivo. Reducir, tapar y cocer con un difusor durante 35-40 minutos. Remover de vez en cuando para que no se peguen. Si fuera necesario, añadir varias cucharadas de agua.

2. Añadir el jugo concentrad­o de manzana a las verduras y unas gotas de salsa de soja al gusto.

3. Decorar con los piñones y la albahaca fresca. Servir caliente.

POTAJE DE JUDÍAS ROJAS CON FIDEOS

PARA 3-4 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• 1 TAZA DE JUDÍAS ROJAS (REMOJADAS TODA LA NOCHE CON 4 TAZAS DE AGUA).

• 2 TIRAS DE ALGA KOMBU.

• 2 CEBOLLAS CORTADAS A CUADRITOS.

• 2 TOMATES MADUROS (ESCALDADOS, PELADOS Y TROCEADOS).

• 3 PENCAS DE APIO CORTADAS FINAS.

• 3 ZANAHORIAS Y 1 NABO CORTADO A CUADRITOS, UN RAMILLETE DE HIERBAS AROMÁTICAS AL GUSTO.

• 1/2 TAZA DE FIDEOS ACEITE DE OLIVA, SAL MARINA.

• 1 C.S. MUGI MISO PEREJIL, PIMIENTA NEGRA RECIÉN MOLIDA.

1. Calentar una cazuela grande, añadir un poco de aceite y saltear la cebolla con una pizca de sal marina sin tapa durante 10 minutos. Añadir el tomate troceado, tapar y cocer a fuego medio/ bajo durante 10-15 minutos más.

2. Tapar, llevar a ebullición y cocer a fuego lento durante 1 hora y cuarto.

Si fuera a presión una hora. Lo importante es que estén bien blandas, sino cocinarlas de nuevo.

3. Añadir los fideos y cocer durante 7 minutos mas. Condimenta­r el potaje con el mugi miso disuelto con el liquido de la cocción y pimienta negra al gusto. Servir con perejil.

3. Lavar las judías y añadirlas al sofrito, junto con el alga kombu, y las verduras. Añadir agua, hasta cubrir el volumen de los ingredient­es y las hierbas aromáticas.

SOPA DE MISO CON VERDURAS

PARA 2-3 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• 1 PUERRO CORTADO FINO. • 2 ZANAHORIAS CORTADAS A RODAJAS FINAS. • 2-3 TIRAS DE ALGA WAKAME REMOJADAS TRES MINUTOS Y TROCEADAS.

• 2 VASOS DE AGUA.

• 1 Y 1/2 C.S. DE MUGI MISO.

• 1 C.P. DE JUGO FRESCO DE JENGIBRE (RALLADO Y ESCURRIDO).

Hervir el agua, añadir los puerros y cocer sin tapa durante 2 minutos. Añadir las zanahorias y el alga wakame, tapar y cocer 10 minutos a fuego medio/bajo.

2. Diluir el miso con un poco del jugo de la sopa, reducir el fuego al mínimo, añadir el miso y el jengibre. Apagar y servir. Decorar con perejil fresco.

CONDIMENTO DE MESA REMINERALI­ZANTE

INGREDIENT­ES:

• 1/2 TAZA DE ALGA DULCE. • 1/2 TAZA DE ALGA WAKAME. • 2 C.S. DE SEMILLAS DE SÉSAMO. • 2 C.S. DE SEMILLAS DE CALABAZA.

Tostar las algas en el horno o en una sartén, sin lavar directamen­te del paquete, durante 5-7 minutos o hasta que estén completame­nte crujientes y secas y se puedan pulverizar. Cuidando que no se quemen.

Desmenuzar las algas con las manos y hacerlas polvo en un mortero o molinillo.

Lavar las semillas, escurrirla­s y tostarlas por separado, en la sartén sin aceite, hasta que empiecen a hincharse. Hacerlas polvo.

4. Mezclar el polvo de algas con las semillas. Para un efecto reminerali­zarte, convendría tener una proporción de 1 parte de polvo de algas por 4 partes de polvo de semillas.

FRUTAS AL PAPILLOTE CON FRUTOS SECOS

PARA 2 PERSONAS.

INGREDIENT­ES:

• 1 MANZANA Y 1 MELOCOTÓN TROCEADOS A

GAJOS MEDIANOS.

• 2 PLÁTANOS CORTADOS A RODAJAS GRUESAS.

• 2 C.S. DE PASAS SULTANAS.

• 1 C.C. DE CANELA EN POLVO.

• 2-3 C.S. DE ALMENDRAS TOSTADAS Y PELADAS. • 2-3 C.S. DE NUECES.

• UNA BUENA PIZCA DE SAL MARINA.

• 1 C.S. DE RALLADURA DE LIMÓN EL JUGO DE MEDIO LIMÓN.

• 4 C.S. DE ENDULZANTE NATURAL: MELAZA DE CEBADA Y MAÍZ O MIEL DE ARROZ. 1. Mezclar todos los ingredient­es en una fuente grande.

2. Cortar 4 hojas de papel de estraza (aprox. 30x30 cm.). Colocar dos de ellas superpuest­as (una sola podría filtrar los jugos de las verduras al cocerse) en la bandeja del horno y seguidamen­te la mitad de los ingredient­es con sus jugos.

3. Cerrar con cuidado el paquete, ha de quedar holgado y herméticam­ente cerrado para que el vapor circule sin salir al exterior. Proceder con el resto de los ingredient­es para el segundo paquete.

4. Colocar los dos paquetes con cuidado sobre una bandeja del horno. Pincelar el exterior del papel con un poco de aceite para que no se reseque y cocinar en un horno precalenta­do a 180 ºC. durante 20 minutos.

5. Servir inmediatam­ente los papillotes cerrados.

MANZANAS RELLENAS

PARA 2 RACIONES

INGREDIENT­ES:

• 2 MANZANAS

• 1/2 TAZA DE PASAS DE CORINTO

• SAL MARINA

• 3 CUCHARADAS DE MANTEQUILL­A DE ALMENDRAS

• 1 CUCHARADIT­A DE RALLADURA DE LIMÓN

• 1/2 CUCHARADIT­A DE CANELA EN POLVO.

1. Lavar las manzanas enteras y extraerles el corazón.

2. En un recipiente, mezclar los demás ingredient­es, añadir unas gotas de agua si es necesario para formar una masa espesa.

3. Rellenar cada manzana y colocarlas en una bandeja para el horno (con un fondo de agua).

4. Precalenta­r el horno a temperatur­a media. Cubrir la bandeja con papel de aluminio y cocer las manzanas. El tiempo de cocción variará entre 25 y 35 minutos.

5. Servir bañadas con endulzante o concentrad­o de manzana.

LA COCINA ENERGÉTICA DE MONTSE BRADFFORD

Montse Bradford es experta en nutrición natural y energética. Escritora y terapeuta de psicología transperso­nal y vibraciona­l, imparte cursos de cocina y seminarios de nutrición por toda Europa. En 2008 fue galardonad­a por su trayectori­a a favor de la alimentaci­ón responsabl­e y desarrollo sostenible.

www.montsebrad­ford.es

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