Entrevista Ana M. Santos . . . . . . . . . . . .
«Cada planta nos da información qué te hace falta para saber y compensar lo que te ocurre»
El Dr. Bach creó el método terapéutico conocido como flores de Bach. Aseguraba que la enfermedad es el síntoma de una desarmonía que podía ser corregida por la vibración de las esencias florales. Ana Santos, terapeuta floral, formadora y pionera en el empleo de plantas autóctonas, nos acerca las bases del método Bach y cómo aplicarlo, incluidas las pautas de preparación y dosificación. En su libro Terapia floral (editorial Kepler, 2019) presenta una detallada guía de los 38 remedios esenciales y otras fórmulas especiales. Charlamos con ella a propósito de las flores. Para ti la gran clave de la terapia floral es que une las bondades de las propiedades de las plantas y el conocimiento humano… ¿es así, Ana María?
Para mí lo maravilloso de su obra es que el Dr Bach reconectó de nuevo la naturaleza del ser humano con la naturaleza del reino vegetal, de la tierra. Dio conciencia a la idea de que pensamientos y emociones crecían en el ser humano de forma simbólica como muchas plantas en el campo. A través de su conocimiento, de la lectura de la signatura (el color, forma, vida de la planta, además de sus hermosas flores) y de su intuición descubrió las relaciones entre el estado en desequilibrio del ser humano y el efecto sanador de las flores. ¿Qué crees que le falta, si es posible ponerle algún «pero», a las enseñanzas y conocimientos transmitidos del Dr. Bach?
No le falta nada, sino al contrario. Es el inicio de una nueva visión y un nuevo lenguaje de salud y enfermedad y la forma de abordarla. Y, a la vez, la puerta para continuar con sus investigaciones, descubriendo el lenguaje sanador de todas las flores. Él abrió un camino para investigar con el reino vegetal y sanar a través del alma de las flores. Tú recogiste este testigo y continuas trabajando con las plantas de nuestro entorno y aprendiendo de ellas y, al mismo tiempo, de nosotros mismos. Según dices, si tenemos el conocimiento de lo que significa cada planta, arbusto o árbol podremos entender qué energías se movilizan en aquel lugar y cómo viven las personas que están cerca.
Sí, basándonos en el principio de que tenemos a nuestro alrededor todo lo que necesitamos (y eso se entiende leyendo el lenguaje de las plantas), de que cada planta de nuestro entorno habla de cómo estamos nosotros o quienes habitan en un lugar concreto. Viene a darte la información qué te hace falta para saber y compensar lo que te ocurre.
Por tanto, conocer el lenguaje de las flores permite saber qué es lo que está ocurriendo en cualquier lugar. Para simplificarlo, diremos que es un análisis neutro que nos aporta una toma de Consciencia. En este libro explicas concienzudamente no solo las propiedades de las plantas de Bach, sino también tus investigaciones con la flora ibérica, además de explicar cómo preparar los elixires. Aseguras que en general no se sabe utilizar adecuadamente los elixires florales… ¿por qué?
Creo, que gracias a que el Dr. Bach hizo un gran trabajo para que cualquier persona pudiera utilizarlas, muchas veces no es necesario haber estudiado todos sus potenciales. A veces para utilizarlas, solo se informan de una mínima parte y no saben hasta donde pueden actuar. Por eso se menosprecian equivocadamente los efectos o se acude a lo fácil, al remedio «Rescue» («Rescate»), perdiéndose toda la potencialidad de la Terapia Floral.
¿Sabes si su uso, recomendación o aplicación está muy extendido en áreas e instituciones? ¿Cuáles y dónde más?
Sí, en medicina, psicología, terapias naturales, terapias corporales, cosmética, jardinería, veterinaria, alimentación, perfumería… Asociaciones que trabajan con personas discapacitadas, drogodependencia, geriatría. Casas de acogida, cárceles. Y algo que me alegra mucho es que, cada vez más, se usan los elixires como toma de Conciencia utilizándolas en colegios para enseñar a los niños. ¿Qué propiedades de plantas autóctonas ibéricas te gustaría destacar?
Qué buena pregunta…pero me es difícil destacar una sola, porque cada planta es un mundo, una virtud a desarrollar.
Me centraré en este momento, en las plantas que están ahora en floración, como la mimosa. Es el elixir que nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos, a no tener miedo ni necesidad de que te apoyen para florecer. Saca la
Luz de la sombra. Florece en invierno y cuando la observamos vemos que las partes más internas del árbol son las primeras que florecen, pudiendo ver cómo saca la Luz desde su interior.
Y el almendro, que nos recuerda que la vida renace aún en los meses más oscuros y fríos, los que representan la vejez del año. Nos ayuda en los procesos de regeneración y apertura a la vida, recordándonos que la vida siempre late aunque nos sintamos viejos.