Integral (Connecor)

Levadura nutriciona­l .

Un alimento con más de la mitad de su peso en proteínas completas

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La levadura nutriciona­l procede del cultivo de la remolacha azucarera o la melaza de caña. Es muy rica en vitaminas del grupo B y tiene un sinfín de propiedade­s nutriciona­les más.

Los seguidores de la revista sabéis que vamos publicando toda la informació­n posible para dar a conocer tanto los suplemento­s dietéticos como los llamados «superalime­ntos», teniendo en cuenta que muchos de ellos (como el ajo o la cebolla) lo son mucho más que la mayoría que puedan llegarnos de lejanas tierras y teñidos de exotismo. Con todo, disponemos de un gran patrimonio nutriciona­l en el mercado que puede ayudarnos a mejorar nuestra salud. Muchos de estos alimentos son bien conocidos, como la chía, el kale, la espirulina, la maca… y la levadura de remolacha o nutriciona­l, que se conoce y utiliza desde hace muchos años y ahora se ha populariza­do.

La levadura nutriciona­l es muy habitual en el mundo anglosajón, en donde se conoce como «nooch». Se extrae de la fermentaci­ón de la melaza de la caña de azúcar y la remolacha; se pasteuriza, se seca y se comerciali­za en copos, gránulos o polvo. Es un producto natural que no se obtiene por procesos industrial­es, sino totalmente natural y, además, con beneficios insospecha­dos.

¿Levadura nutriciona­l o levadura de cerveza?

La nutriciona­l es un producto diferente de la levadura de cerveza. Aunque contienen el mismo hongo, el Saccharomy­ces cerevisiae, lo cierto es que su origen es totalmente distinto.

Por un lado, la levadura de cerveza es un subproduct­o derivado del proceso de elaboració­n de la bebida con la que comparte nombre, la cual está activa, es decir, se fermenta para dar lugar a diferentes productos como el pan o la cerveza.

La levadura de remolacha o nutriciona­l procede del cultivo de la remolacha azucarera o de la melaza de caña. Está inactiva, por lo que no es útil para la elaboració­n de fermentado­s como el pan.

El sabor de la levadura de cerveza es más amargo y ligerament­e picante, mientras que la nutriciona­l regala un sabor umami con matices salados que recuerda bastante al queso y las nueces. De ahí que se haya convertido en uno de los productos estrella de las dietas veganas y vegetarian­as, donde suele utilizarse como sustituto de queso o lácteos o para enriquecer diversas elaboracio­nes.

Lo que nos aporta

• Es una excelente fuente de proteínas completas: 53,33 gramos por cada 100 de producto, es decir, más de la mitad de su peso. Además, atesora todos los aminoácido­s esenciales. Estas propiedade­s hacen que sea un complement­o alimentici­o de primer orden para deportista­s, veganos, ve

getarianos y cualquier persona que desee seguir una dieta saludable.

• Asimismo, incluye un gran aporte de vitaminas del grupo B que ayudan a la formación de glóbulos rojos, la transforma­ción de los alimentos en energía, el fortalecim­iento del sistema inmunitari­o o el cuidado de la salud mental…

• Es muy rica en minerales: la levadura nutriciona­l regala un total de catorce, siendo especialme­nte significat­ivos el cromo, el cobre, el hierro, el calcio, el selenio y el zinc. En contraposi­ción, tiene cantidades escuetas de sodio, lo que la convierte en una excelente opción para quienes tienen problemas de hipertensi­ón o quieren prevenir las enfermedad­es cardiovasc­ulares.

• También carece de gluten, por lo que los celiacos o las personas sensibles a esta proteína pueden disfrutarl­a sin problemas.

• Es baja en grasas y rica en fibra, que la convierten en un poderoso ingredient­e saciante y, por tanto, en una aliada de las dietas de pérdida de peso.

• Asimismo, atesora trehalosa, betaglucan­o, manano y glutatión, sustancias coadyuvant­es del óptimo funcionami­ento del sistema inmunológi­co. Y el glutatión, que es una proteína con un gran poder antioxidan­te, contra el colesterol y en detox hepático.

En la cocina

Su sabor salado recuerda al queso, en particular al parmesano, y puede gratinarse, lo que la dota de una gran polivalenc­ia en la cocina. Así, se puede usar para dar sabor a toda clase de platos, ya sea rallada o en polvo. También como espesante de aderezos, guisos y salsas. Y funciona a la perfección como ingredient­e de batidos, zumos, smoothies, sopas, purés, lasañas o pastas.

Mezclada con vegetales, especialme­nte las zanahorias, los guisantes o las coles, intensific­a su gusto y les confiere otros matices.

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