Tratamiento natural de un proceso gripal
OTRO ENFOQUE FRENTE A UNA INFECCIÓN VÍRICA
Dada la situación que estamos viviendo con la pandemia de gripe producida por el coronavirus y sabiendo que la mayoría de los contagios evolucionan favorablemente (como lo hacen en una gripe estacional), compartimos aquí un caso de gripe tratado con recursos naturales, no agresivos para el organismo, que potencian su sistema inmunológico en patologías infecciosas, el verdadero artífice del proceso de curación.
CASO CLÍNICO
Paciente de 55 años, varón, que presenta síntomas de tos, con irritación de la garganta, sin dificultad para tragar ni amigdalitis. Fiebre de 39º, cansancio general, sensación de dolor en las extremidades y falta de apetito.
Antecedentes: Ha sido fumador durante más de 20 años y lo dejó hace aproximadamente un año. Bebe aproximadamente un libro de alcohol diario (cerveza y vino) y una taza de café en el desayuno. Mínima actividad física por su trabajo en la oficina. Estrés laboral por la situación de inseguridad. Dificultad para conciliar el sueño. Solo toma medicamentos esporádicamente, como ibuprofeno y paracetamol. Medicado con Orfidal para conciliar el sueño.
Alimentación: Se alimenta a base de productos manufacturados donde predominan harinas, lácteos, carnes, pescado, poca cantidad de frutas y verduras. En la elaboración de las comidas hay abundante cantidad de frituras y alimentos precocinados.
Antecedentes quirúrgicos y traumáticos: Operado de apéndice a los 20 años y de vesícula biliar a los 35 años. A los 40, traumatismo en la pierna derecha con fractura de tibia y peroné que se resolvió previa reducción, escayola, reposo, y posterior rehabilitación durante un periodo de 3 meses.
TRATAMIENTO
Actualmente, por los síntomas que manifiesta en la consulta, se le diagnostica gripe estacional, para la que se recomienda el siguiente tratamiento:
Reposo en cama para evitar un gasto energético innecesario a nivel muscular, y favorecer el riego sanguíneo a partes más vitales del cuerpo como los sistemas de elimi
nación y desintoxicación (renal, intestinal, respiratorio y piel).
Abrigarse bien en la cama, si es posible sudar, a fin de provocar una buena desintoxicación a través de la piel y crear al virus un ámbito inhóspito de hipertermia corporal, lo que reducirá su actividad y proliferación.
También se indica evitar los alimentos sólidos y aumentar la cantidad de líquidos de buena calidad, como agua, zumos de frutas o de verduras, caldos e infusiones. Deberá tomar un mínimo de 2 litros de líquido por día, que ayudarán a su cuerpo a eliminar los tóxicos incorporados previamente con los alimentos y sus hábitos perjudiciales, así como las toxinas, producidas por el metabolismo de las proteínas en el hígado.
Estos líquidos se deben tomar repartidos durante el día.
Por ejemplo: para desayunar zumo de naranja, a media mañana una infusión, como comida un caldo de verdura (puede ser elaborado con patata, zanahoria, remolacha, espinaca, apio etc), de merienda un zumo de frutas y cenar con caldos o zumos de verduras.
De este modo, aportaremos vitaminas y minerales, disminuyendo el aporte de proteínas, grasas e hidratos de carbono, para evitar un trabajo digestivo y metabólico innecesario en periodos de crisis con mucha sintomatología como es el caso.
Como presenta estreñimiento se le recomienda tomar compota de ciruela con una cucharada de salvado de avena que contiene fibra, lo que facilita el arrastre de residuos tóxicos en los intestinos, al aumentar el peristaltismo y lograr una mayor evacuación. En caso de no lograr un buen ritmo de evacuación, se puede agregar en el desayuno un vaso de piña natural licuada. Y
si aún no hubiera dado efecto, se recomienda un enema de un 1 litro de agua tibia. También resulta útil la aplicación de fricciones de agua fría sobre el bajo vientre o colocar compresas frías, para estimular la contracción peristáltica del intestino y la vasodilatación que el cuerpo produce para contrarrestar el efecto de la compresa de agua fría.
Para los síntomas respiratorios, se recomiendan inhalaciones con vapor de eucalipto o saúco, que provocan una disminución de las mucosidades bronquiales y permiten su expulsión a través de la tos y la expectoración.
El ambiente donde reposa el enfermo debe estar lo más ventilado posible, sin que por ello disminuya la temperatura. También se puede poner a hervir agua en la habitación para que produzca vapor (o hacer servir un humidificador) y humedecer el ambiente.
Como complemento para el sistema inmunológico, se receta equinácea (de comprobada eficacia estimulante de nuestras defensas), 40 gotas diluidas en agua tres veces al día. También recomendamos vitamina C (un comprimido de 1g por la mañana y otro por la tarde); tomar infusiones de manzanilla y cola de caballo para facilitar la diuresis y, de esta forma, activar una de las vías de eliminación más importantes de nuestro organismo.
EVOLUCIÓN
Al cuarto día comienzan a disminuir la fiebre y el resto de los síntomas, momento en el que incorporamos frutas enteras y ensaladas de verduras con aceite de oliva virgen y sin sal. También introducimos pequeños paseos dentro de la casa y una ducha tibia de todo el cuerpo que se termina con agua más fría para que se active la piel ante el cambio térmico.
El sexto día, la fiebre ha remitido totalmente. Se incorporan algunas proteínas vegetales y el resto de frutas y verduras. Las infusiones pueden ser reemplazadas por caldos o zumos, continuando con la toma de equinácea y vitamina C.
Cuando toda la sintomatología haya remitido, se comienza a ampliar la alimentación pasando a una dieta natural, integral y variada, incorporando el resto de las frutas y verduras, legumbres, frutos secos y complementos como levadura de cerveza (una cucharada por la mañana), así como algas marinas.
La actividad física puede aumentarse (por ej. caminar diariamente unas dos horas), lo que hace que el movimiento provoque un efecto cardio-respiratorio de intensificación de la circulación, llevando más sangre a los órganos de eliminación como son los pulmones, la piel, el intestino y los riñones, facilitando así una mayor desintoxicación.
También se recomienda mantener las duchas diarias calientes , finalizándolas con agua más fría, y que los líquidos tomados durante el día no sean ingeridos junto con las comidas (para evitar así la dilución de los jugos digestivos con las consecuencias perjudiciales que ello produce).
CONCLUSIÓN
Como conclusión podemos decir que, al utilizar sustancias naturales, sin la agresión de medicamentos hepatotóxicos, un estado gripal producido por un contagio viral, ha dejado al final un organismo más desintoxicado.
Gracias a esta buena experiencia, el paciente se vio con ánimos de hacer cambios en su vida: eliminó el café y el alcohol e intentó comer alimentos más naturales e integrales, libres de tóxicos. Lo que consideramos una enfermedad fue experimentado como una crisis y una oportunidad de cambio para lograr un mayor bienestar y un sentido de la vida más optimista, que se había perdido.