CHINA PROHÍBE EL CONSUMO DE CARNE ANIMAL SALVAJE
Carne de lobo, camello, marmotas, zorros, serpientes, ratones, gatos, perros, erizos... China venera el consumo gastronómico y medicinal de animales salvajes debido a cuestiones de tradición, reivindicación nacional y cómo símbolo de poder adquisitivo.
Una de las consecuencias de la pandemia del coronavirus ha sido la prohibición del gobierno chino de transportar y comercializar con animales salvajes. Es una medida, de momento, provisional, aunque habrá que ver si en el futuro dicha prohibición permanece y las autoridades ponen en marcha medidas para convencer a la población de las desventajas y peligros de consumir cierto tipo de animales. Como señala la corresponsal de El País en el país asiático, Macarena Vidal Li, «Bastaba con utilizar algunas palabras clave: “caza”, “sabor salvaje”, o “totalmente natural”. En algunas plataformas de comercio electrónico chino más populares hasta ahora era posible encontrar, indagando un poco, las carnes más exóticas. Como la civeta, el felino que sirvió de transmisor a los seres humanos del virus causante del SARS en 2003, a 350 yuanes (46 euros) el kilo. O pavo real. O salamandras gigantes». De hecho, el origen de la epidemia de SARS en 2003, precursor de la actual, fue causado por el consumo de carne de civeta.
Los científicos han logrado determinar que el origen del COVID19 se debió al consumo de algún animal (probablemente una serpiente o un murciélago) vendido en el mercado de mariscos y pescados de Huanan.