Una superplanta
Científicos de la Real Sociedad de Horticultura británica hallaron que el arbusto Coto easter franchetii absorbe 20% más contaminantes del aire que otras plantas.
La planta
Las Cotoneaster son un género de plantas originario de Europa, norte de África y parte de Asia. Su mayor diversidad se encuentra en las montañas del sudoeste de China y el Himalaya. Son arbustos que presentan flores blancas a rosadas y frutos pequeños y de color rojo, semejantes a manzanas diminutas. Algunos insectos y aves se alimentan de estos frutos y, de esta manera, contribuyen a la dispersión de sus semillas. A este género pertenece esta superplanta que contribuye a limpiar el aire.
Recientemente, científicos de la Real Sociedad de Horticultura (RHS) informaron que la especie Cotoneaster franchetii (nativa del sudoeste de China) ayuda a combatir la contaminación del aire. Comparado con otras plantas, absorbe un 20 % más de los contaminantes que emanan los medios de transporte. Por este motivo, proponen su uso a lo largo de las carreteras más transitadas. La Dra. Tijana Blanusa, líder de investigación del artículo y Científica Hortícola Principal de la RHS, señaló que «En solo siete días, un metro de largo de seto denso bien administrado elimina la misma cantidad de contaminación que emite un automóvil en un recorrido de 800 km».
En esta línea buscan incrementar el impacto positivo de las áreas verdes y los jardines que hay en las ciudades. El profesor Alistair Griffiths, director de ciencia y colecciones de la RHS, expresó que continuamente se identifican nuevas superplantas que contrarrestan en mayor o menor medida alguno de los problemas ambientales. Muchas veces esta capacidad depende de la forma de las hojas o de las características de las raíces.
La posibilidad de combinar superplantas entre sí o con otras especies vegetales contribuye enormemente a la mitigación y adaptación de las ciudades al cambio climático, a la vez que crea los espacios necesarios para la vida silvestre.
Polución del aire y salud
La mala calidad del aire es un problema de salud pública. Según la OMS, 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes. Como se sabe, todo ello compromete el sistema respiratorio y cardiovascular de las personas, y provoca distintas enfermedades a largo plazo, como cardiopatías, neumopatías, cáncer de pulmón y hasta ceguera.
Los principales contaminantes del aire provienen del uso ineficiente de la energía en los hogares, la industria, la agricultura y el transporte. También influyen el polvo del desierto, la arena, las centrales eléctricas alimentadas con carbón y la quema de desechos y bosques. Existen igualmente diversos factores geográficos, meteorológicos y estacionales acrecientan el problema.
Cada vez más ciudades monitorean la contaminación del aire y adoptan medidas para reducirla: en la base de datos de la OMS sobre calidad del aire ambiente figuran ya más de 4300 ciudades. Y aunque los niveles de contaminación siguen siendo elevados, comienzan a notarse avances positivos.