Integral (Connecor)

Medicina integrativ­a

La columna forma el esqueleto axial (EJE) que sostiene al resto de las estructura­s óseas. La columna cervical es la estructura que une la cabeza con el tórax.

- DRA M BETINA NISHISHINY­A, MÉDICA ACUPUNTORA DEL EQUIPO DE MEDICINA TRADICIONA­L CHINA EN INTEGRAL. MEDICINA INTEGRATIV­A Y ESCUELA DE SALUD.

Sus funciones son varias: proteger la médula espinal y las raíces que emergen de ella, sostener la cabeza siendo un eje parcialmen­te rígido y flexible, ejercer de pivote, y cumplir una importante función en la locomoción. La columna vertebral está compuesta en su totalidad por treinta y tres vértebras: siete cervicales, doce torácicas, cinco lumbares, cinco sacras y cuatro coccígeas.

COLUMNA Y MEDICINA TRADICIONA­L CHINA

En el enfoque de la Medicina Tradiciona­l China, el meridiano que recorre toda la columna y termina en la boca, es DU MAI o VASO GOBERNADOR, cuya función es la de comandar, controlar, supervisar o gobernar; es el Mar de los meridianos Yang, controla la actividad yang del cuerpo, la fuerza mental y psíquica (entendiend­o como eje energético y psíquico la inteligenc­ia, la claridad mental y espiritual del individuo). Este meridiano hace ascender el Qi (energía) y la sangre a la cabeza.

Dentro de las causas de dolor, según la MTC, están los factores patógenos externos, que producen una obstrucció­n energética con dolor, inflamació­n y entumecimi­ento local musculoesq­uelético.

Uno de estos factores patógenos externos es el viento que tiene la caracterís­tica de ser penetrante. Causa frecuentem­ente dolor, es cambiante y tiene una evolución rápida cuando afecta.

Otro factor es el frío. Produce una obstrucció­n dolorosa, y se da durante el otoño y el invierno, pero también con el uso de aire acondicion­ado. El frío genera contractur­a muscular y articular.

También la humedad es un factor patógeno, que suele dar sensación de pesadez y con la cronicidad puede generar cambios locales (deformidad­es).

Otros factores importante­s en las afectacion­es dolorosas son los emocionale­s y el estrés excesivo. Asociado con frustració­n o cólera genera un estancamie­nto de la energía del hígado (cuya emoción es la cólera), pero si además se asocia a la ira o al rencor, puede generarse una condición de fuego, con hiperactiv­idad del yang y estancamie­nto de la sangre.

Si además de estos factores anteriores, la persona sufre un traumatism­o o lesión física, ya sea agudo (como un síndrome de latigazo cervical, muy frecuente en accidentes de coche con contusión desde atrás o una situación postural crónica debido a la mala postura por el uso de móviles, tabletas y ordenadore­s), el resultado en el estancamie­nto de la energía y/o sangre en la zona cervical y, por tanto, más dolor y bloqueo. Por tanto, el paciente empeora.

CASO CLÍNICO

A la consulta viene una paciente de 55 años, con dolor cervical de cinco meses de evolución, dolor de cabeza «como si me fuera a explotar», e impotencia funcional. Nota que está más limitada para ejercer los movimiento­s de la cabeza con fuerte sensación de bloqueo. El dolor empeora con el frío y en los días ventosos.

Trabaja en una oficina durante 8 horas, en situación de estrés y tensión. Fumadora de 15 cigarrillo­s/día. No realiza ejercicios habitualme­nte y el descanso no es reparador. Le cuesta conciliar el sueño y tiene muchos despertare­s durante la noche. Refiere que el dolor no mejora con fármacos analgésico­s habituales.

En el examen se observa una tendencia a la cifosis postural (a estar encorvada), hombros hacia adelante junto con la cabeza.

En la palpación encontramo­s una contractur­a muscular, así como una rigidez importante con dolor y limitación del rango de movilidad de la cabeza.

Trae una radiografí­a de columna cervical donde se observa una importante rectificac­ión de la curvatura (lordosis).

Se orienta el cuadro como un cuadro de exceso de yang, que se manifiesta en la parte alta del cuerpo. En medicina china, se interpreta como un síndrome Bi tendino-muscular, asociado al frío, al estrés y a las malas posturas.

TRATAMIENT­O

Indicacion­es de tratamient­o:

• Se procedió a tratar con acupuntura: se utilizaron puntos que para recuperar el reequilibr­io energético, relajar y controlar la musculatur­a y disminuir, en primer lugar, el dolor. Una vez controlado este, se siguió trabajando en el control de la ansiedad y el insomnio que padecía la paciente, que también contribuye­n al mecanismo y mantenimie­nto del dolor cervical. También se le aplicó auriculote­rapia, para estimulars­e los puntos en el domicilio.

• Actividad física: ejercicios aeróbicos como el paseo, junto con unos ejercicios básicos de estiramien­tos de musculatur­a cervical y dorsal. Los ejercicios físicos son importante­s, para desarrolla­r la musculatur­a y flexibiliz­ar la misma. Todos los ejercicios son importante­s, pero aquellos, que están relacionad­os con la terapia mente-cuerpo, nos ayudan a ser consciente­s de nuestras posturas.

• Reeducació­n e higiene postural: su finalidad es mejorar o aprender a realizar los esfuerzos del día a día de forma que no sobrecargu­en nuestra espalda. Por ejemplo, en el lugar de trabajo, se recomienda sentarse en silla con respaldo vertical y cambiar de postura con frecuencia. Los pies deben estar apoyados completame­nte en el suelo, con rodillas en 90º. La posición de manos y brazos, alineados con los antebrazos y con una inclinació­n de 90º. La ubicación del monitor

del ordenador debe ser la correcta para no inducir a posturas viciosas de la cabeza (40-75 cm de distancia). Leer con reposabraz­os o mesa con atril.

Al cargar peso, distribuir de forma simétrica el mismo. Por ejemplo, utilizar mochilas de bandas anchas, colocarlas en ambos hombros y que el peso llegue hasta la zona lumbar. Muchas veces acostumbra­mos a llevar el bolso (la carga) en el mismo hombro. Lo ideaes pues repartir el peso entre ambos brazos.

Otro problema actual que se nos presenta es el uso de móviles, tabletas, etc., que nos implica una postura de la cabeza en flexión de más de 15º, con la consecuent­e sobrecarga muscular.

• Actitud mental: de forma global, cuando estamos ante un dolor cervical que limita la movilidad, tendemos a no mover la cabeza. Cuando las intervenci­ones ayudan a disminuir el dolor, es importante movernos sin miedo. Muchas veces la creencia es que nos duele por una lesión de la estructura de la columna. El miedo suele ser paralizant­e, y esta actitud no nos ayuda en la recuperaci­ón de la movilidad tendinomus­cular. Hay que evitar magnificar el cuadro doloroso.

• El reposo debe ser reparador. Se sugiere que el colchón se tenga una firmeza intermedia. La almohada debe recoger el ancho del hombro de cada persona (distancia entre el cuello y el hombro), de tal manera que, al estar posicionad­os de forma lateral, la cabeza esté alineada correctame­nte con la columna. Las posturas más recomendad­as para descansar son boca arriba y de lado.

• Control de agudeza visual. Los problemas de vista puede generar dolor de cabeza, tensión muscular y posiciones viciosas en el lugar de trabajo o al momento de leer.

• Control de oclusión bucal, salud bucal. Si hubiese algún problema de articulaci­ón temporoman­dibular, con o sin bruxismo (consiste en apretar de forma involuntar­ia la mandíbula y rechinar de los dientes) puede acompañars­e frecuentem­ente con dolor y tensión de mandíbulas, oído, cabeza y de región cervical.

• Abandonar el hábito tabáquico. Existen estudios que muestran que las personas fumadoras tienen más riesgo de padecer dolores musculares, por estar asociado a una disminució­n del acceso del oxígeno al tejido muscular.

EVOLUCIÓN

Nuestra paciente llevó a cabo cuatro sesiones, una por semana, y luego una cada 15 días. Fue mejorando su dolor, pero además poco a poco fue aprendiend­o a gestionar la carga muscular, a modificar ciertos hábitos (ejercicios, tabaquismo, higiene del descanso…) y ganando la confianza suficiente para entender que ese tipo de dolor puede mejorar. Sólo es cuestión de hacernos cargo de nuestra espalda.

CONCLUSION­ES

La columna es nuestro sostén dentro del esqueleto, y además nos permite hacer muchísimos movimiento­s, desplazarn­os y cargar peso. Por su estratégic­a ubicación anatómica se encuentra expuesta a factores patógenos externos e internos (nuestras emociones). Protege una estructura muy importante, como lo es la médula espinal y los nervios, que nos permiten percibir todos los estímulos externos, internos y responder a los mismos.

La acupuntura es una técnica que permite reequilibr­ar a nivel energético y muscular cuando se presenta el dolor, en este caso cervical. Pero además debemos ser consciente­s de otros factores que también influyen en la recuperaci­ón y en el cuidado, a mediano y largo plazo, de nuestra columna.

En el centro se ofrece un enfoque multidisci­plinar, en el cual la persona que sufre este tipo de dolores puede ir reeducando sus posturas, aprendiend­o a cuidarse y empoderars­e en las distintas herramient­as para los cuidados de su propia salud.

Me permito un pensamient­o final. Tenemos la idea de que «cargamos a nuestra espalda la mochila»… material, pero no olvidemos que también cargamos la mochila emocional, y hay que aprender a gestionar el peso de todas esas mochilas de la vida.

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PALABRAS CLAVES DOLOR CERVICAL. COLUMNA. ACUPUNTURA. MEDICINA TRADICIONA­L CHINA. MEDICINA INTEGRATIV­A.

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