Semillas de girasol
La saludable fuerza curativa de los bosques, entre la mística y la actividad revolucionaria
Abrazar hoy un árbol es una terapia natural, que podemos relacionar con los «baños de bosque» y otras terapias basadas en la fuerza de la naturaleza y su poder curativo. Ha pasado a formar parte de los buenos recursos naturales para la salud, como los baños en aguas termales, los baños de barro, viento, de sol (helioterapia)… Sin embargo, hace 30 años tenía en la India un significado muy diferente.
Chipko
«Chipko» es una palabra de la lengua hindi y su significado es abrazar. El nombre alude a su acción más conocida, llevada a cabo en el valle Doon, desde 1986 a 1988, donde los activistas, mujeres en su mayoría, se abrazaban a los árboles para entorpecer e impedir su tala.
La masacre que inspiró el movimiento de los «abrazaárboles»
Los primeros activistas que abrazaron árboles para salvarlos del hacha del poderoso fueron los miembros de una comunidad india, los bishnois, una secta del hinduismo cuyas normas dictan un estricto respeto con la naturaleza. En 1730, una mujer bishnoi, Amrita Devi, fue masacrada junto a 362 vecinos de la comunidad por defender los árboles que pretendían cortar los lacayos del majarajá de Jodhpur para construir su nuevo palacio.
Según cuenta la historia (es difícil desentrañar la verdad y la leyenda), Devi se abrazó a un árbol para impedir que lo cortaran. Sus familiares imitaron su gesto, afeando a los soldados del majarajá por insultar su fe. Los soldados masacraron a los levantiscos bishnois, hasta que el propio majarajá intervino para detener la matanza. Cada año los bishnois conmemoran el sacrificio llevado a cabo por sus ancestros para salvaguardar el bosque.
Un movimiento
La valiente actitud de los bishnois sirvió de inspiración para el movimiento chipko que se inició en los años 70 en el también indio estado de Uttar Pradesh. Una vez más, fueron las mujeres las que utilizaron su cuerpo como escudo para evitar que los árboles fueran talados por las codiciosas industrias y así evitar las crecientes riadas que sufría la zona por culpa de la deforestación.
El movimiento estaba liderado por una líder local, Guara Devi, quien se inspiró en la resistencia pasiva de Ghandi para frenar a los madereros. Devi y otras 27 mujeres de la comunidad se abrazaron a los árboles amenazados para impedir su tala. Afortunadamente, en esta ocasión, la sangre no llegó al río: la noticia de la resistencia de las mujeres corrió por la región y empezaron a llegar vecinos de los pueblos cercanos para unirse a la causa de los «abraza-árboles». Los madereros se rindieron y abandonaron. Las noticias acabaron llegando a la capital del Estado, cuyo primer ministro ordenó una investigación, que finalmente dio la razón a los aldeanos.
Esta victoria supuso un hito en la protohistoria del movimiento ecologista en la India y no tardaron en surgir réplicas del movimiento Chipko en otras zonas de India. En 1980, la entonces primera ministro india, Indira Ghandi, decretó la prohibición de cortar árboles de los bosques del Himalaya durante 15 años, hasta lograr su completa repoblación.
Posteriormente, la expresión «abraza-árboles» (tree-hugger) empezó a utilizarse despectivamente en EE.UU. para denostar a los ecologistas que, según el cliché, iban por los parques abrazando árboles como si fueran viejos amigos. En un curioso giro de la expresión, los propios ecologistas adoptaron el insulto para definirse precisamente así, como abrazadores de los árboles.
Abraza un árbol para sentirte mejor
Abrazar un árbol ayuda a sentirnos mejor: reduce el dolor, la presión arterial, la temperatura corporal, ayuda a curar fracturas... Cada árbol te ayuda de una u otra forma. De ello siempre han sido muy conscientes los koalas, que abra