CÓMO SE CONVIRTIÓ EN «EL HOMBRE MÁS FELIZ DEL MUNDO»
Matthieu Ricard es miembro del Mind
and Life Institute, y asiduo participante de los encuentros y colaboraciones entre científicos, estudiantes budistas y practicantes de meditación. Han aparecido colaboraciones suyas en bastantes libros de ensayo y está involucrado en el estudio y desarrollo sobre los efectos del entrenamiento mental del cerebro en varias instituciones y universidades europeas (Max Planck, Lieja, Caen, Lyon) y norteamericanas (Madison-Wisconsin, Princeton y Berkeley).
En uno de estos estudios en la Universidad de Wisconsin, los investigadores colocaron 256 electrodos en su cráneo y los sometieron a un aparato de imágenes funcionales por resonancia magnética nuclear… con el resultado de que Matthieu Ricard logró el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda (asociada a las emociones positivas).
La escala varia de +0.3 à –0.3 (beatitud), Matthieu Ricard alcanzaba resultados de –0.45, completamente fuera de la escala, nivel nunca registrado en otro ser humano. Los resultados de este estudio fueron publicados en 2004 por la Academia Nacional de Ciencias de EEUU.
Francia le otorgó la Orden Nacional del Mérito por su trabajo humanitario en Asia. Durante los últimos años, Ricard ha dedicado sus esfuerzos y los beneficios económicos de sus publicaciones a varios proyectos de desarrollo y asistencia en la India, Nepal y Tibet con su asociación Karuna-Shechen: más de 250 proyectos humanitarios benefician a 300.000 personas en los campos de la educación, de la salud y de los servicios sociales. Es además uno de los primeros monjes europeos en hablar y traducir el idioma tibetano.
El padre de Ricard fue el filósofo y escritor Jean-François Revel. Padre e hijo colaboraron en el libro El monje y el
filósofo (Ed. Urano, 1997), que consistió en un diálogo entre los dos sobre temas filosóficos, espirituales y políticos. Recientemente ha publicado Viva la
libertad (Ed. Arpa).