Respirar en cualquier planeta
Los científicos nos informan, la mar de contentos, que el instrumento Moxi, a bordo del rover Perseverance, termina su trabajo en Marte después de tres años. Ha realizado 16 experimentos in situ y ha logrado obtener oxígeno respirable en el planeta rojo. Este reactor en miniatura apenas ha generado 122 gramos de oxígeno, más o menos lo que respira un perro pequeño en 10 horas, «pero su éxito es un hito que abre camino a la exploración espacial y a las primeras expediciones tripuladas a Marte». Es un experimento pionero para la producción de oxígeno a gran escala, desarrollado por el Instituto de Tecnología MIT de EEUU, para ayudar a las personas que lleguen a Marte u otros planetas: podrán obtener oxígeno en el mismo lugar.
Es inevitable pensar, leyendo la noticia, en el oxígeno de la Tierra y el deterioro de su calidad debido a la acción humana. Este éxito no puede esconder la ineficacia de todas las acciones encaminadas a eliminar la contaminación y el consumo desbocado de los recursos en nuestro planeta. Antes que respirar en cualquier planeta, ¿no sería mejor poder hacerlo de forma saludable donde vivimos?
Este mes, junto a los temas habituales de salud y bienestar, hemos repartido el habitual «Cuaderno disidente» en artículos como «Los bancos del tiempo» y lo que pueden dar de sí ante el inminente lanzamiento del dinero digital como herramienta de control social. Y también volvemos a las cuestiones del clima, reconociendo la realidad de los puntos de vista antagónicos que hay sobre cambio climático. A diferencia de los medios de comunicación habituales, en la revista aparecerán los defensores de los dos puntos de vista.
Esperamos que las propuestas de este mes os sean útiles ¡Salud!