LAURA GÄRNA LA RAZÓN ILUSTRADA
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Es muy importante analizar qué queremos colocar en ella primero, para, después, bien diseñarla a medida, bien buscar alguna que se ajuste a nuestras necesidades”. Una vez ha marcado el punto de salida, Laura Gärna añade: “Por su tamaño y envergadura, es una pieza muy protagonista en los espacios que preside, así que es esencial estudiar muy bien materiales, iluminación y diseño”. Al tratarse, por otro lado, de elementos de marcado carácter funcional, “tiene que tener una amplitud óptima entre baldas, para que quepan y respiren holgadamente los elementos que se quieran introducir en ella –ya sean libros, objetos decorativos, etc.– y tener claro qué queremos dejar a la vista o, por el contrario, ocultar”. Y, a la hora de declarar filias y fobias, la arquitecta e interiorista sevillana apuesta por “las lacadas con laca de piano e incrustaciones metálicas, como el latón. Y, en cambio, no me gustan nada las de cristal ni las de acero inoxidable, me parecen muy frías. En general me gustan más etéreas que masivas”.