DESPUÉS
Al ampliar perimetralmente la cocina, se ha podido diseñar una cómoda zona de tránsito alrededor de la gran isla central, un espacio creado a partir de una pieza antigua, de herencia familiar, que permite ampliar el almacenaje y disfrutar de desayunos o comidas informales. Estéticamente, destaca la puerta corredera en madera de pino que incorpora o separa la cocina del resto del área de día y que potencia la luminosidad natural.