DE AQUÍ Y ALLÁ
El tándem formado por Alberto Ciszak y Andrea Caruso Dalmas aúna la visión italiana del diseño y la divertida elegancia madrileña. Y nos encanta
1.DOS ITALIANOS EN MADRID. Andrea y yo –Alberto– nos conocimos en el colegio, y juntos fuimos a la Politécnica de Turín, donde nos graduamos en Diseño Industrial. Tras hacer varias prácticas –yo estuve en París con Inga Sempé, Andrea en Artemide y Pinifarina–, decidimos hacer el Master European Design Lab en Madrid. Fue uno de los años más intensos, divertidos y emocionantes de nuestra carrera, pero, sobre todo, fue el año en que nos enamoramos de Madrid y de su gente. Al terminar el máster ganamos una beca del iED, y decidimos invertirla en quedarnos aquí; alquilamos un espacio grande donde poder vivir y trabajar. Nos motivaba la idea de ser libres y poder dedicarnos a algo que nos emociona cada día.
2. APRENDER CADA DÍA. La mayor ventaja de ser diseñador es la necesidad de estar aprendiendo siempre y no tener miedo a experimentar. Muchas veces no sabemos qué vamos a conseguir, pero estamos muy seguros de que lo fundamental es confiar en el proceso. El resultado es una manifestación de cuanta inquietud, visión y constancia has tenido en la fase de desarrollo… sin olvidar un poco de suerte.
3. MULTIVISIÓN. Tenemos una formación italiana, y probablemente esto influye mucho en nuestra dinámica de trabajo. Abrimos el estudio en 2009, en plena crisis económica, y con los años, el esfuerzo y nuestro concepto, hemos forjado una actividad multidisciplinar para abarcar proyectos muy diversos, de colecciones de muebles a espacios
domésticos.• retail y