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El interioris­ta Álex Briones nos abre las puertas de su hogar

El interioris­ta Álex Briones, del estudio IN DESIGN, nos muestra su casa de Barcelona, un espacio donde conviven arte contemporá­neo y piezas del siglo XX en una lección de estilo y proporcion­es

- Foto N. Manso Fotos Patricia Ketelsen Texto Elena da Costa

Elegantes, sobrios y preciosist­as, así son los espacios que diseña el interioris­ta Álex Briones, socio fundador del estudio IN DESIGN. En sus proyectos todo respira coherencia y proporción, nada es superfluo, y se disfruta del lujo y la riqueza de los detalles y el espacio. Gran conocedor del mundo del arte, la arquitectu­ra y el poder de la luz, nos presenta su casa: un piso de los años setenta, de 190 m2, ubicado en el barrio de Tres Torres de Barcelona.

Le encantaron las proporcion­es y las posibilida­des que le ofrecía la vivienda, así que no lo dudó y la compró para reformarla y adaptarla a sus necesidade­s. Lo primero fue agrandar el hall y tapiar su abertura de paso

“Dediqué especial atención a la iluminació­n: su correcto tratamient­o potencia los aspectos positivos de un espacio. La luz indirecta en las superficie­s genera más armonía cuando está bien tratada” Álex Briones, interioris­ta

al antiguo comedor, convirtien­do ese espacio en una zona de estar-relax para la televisión. Por contra, el acceso del hall al salón carecía de puertas, así que diseñó unas de cristal que permitiera­n independiz­arlo. “Contigua al antiguo comedor había una habitación que convertí en comedor, derribando el muro de separación y colocando dos cristalera­s laterales. Con todo, el salón conforma un L de tres espacios, incluyendo una zona de estar con chimenea y el nuevo comedor al fondo”, comenta Álex.

El largo original del pasillo también se vio transforma­do al darle el tramo final a la suite principal y al haberse agrandado el hall. “Diseñé un juego de volúmenes de techo a diferentes alturas y eliminé la puerta de acceso del nuevo comedor, generando una abertura de dos metros que potenciaba la amplitud y permitía que la luz natural fluyera, disimuland­o así la sensación de tubo del corredor”, asegura el interioris­ta.

La zona de noche no quedó exenta de cambios. Aquí Álex Briones se decantó por eliminar dos de los cuatro dormitorio­s. “Suelo recibir invitados con bastante frecuencia, por lo que consideré necesario que tuvieran su espacio totalmente independie­nte”, concluye el interioris­ta. Y diseñó dos suites con baño y vestidor. A la hora de decorarlo lo tuvo más claro si cabe: pocas piezas, combinado de elementos clásicos y de diseño, materiales nobles y tejidos suntuosos. Y mucho arte.

¿El resultado? Un hogar para vivir y relajarse, recibir y disfrutar en soledad. Este es un espacio donde el lujo está en los detalles, el devenir de la luz

acompaña.• y la belleza del arte que lo

“Fue una reforma bastante sencilla y sin problemas de ejecución. aproveché el parqué en espiga existente, salvando los diferentes desniveles por eliminació­n de muros y lo sometí a un tratamient­o y posterior barnizado”

 ??  ?? Hall. Cuadro UT 1997, de Dario Urzay (pigmentos, resina y barniz), procede de una colección particular. Banqueta años cincuenta de Antique boutique tapizada con tela de Güell Lamadrid. Alfombra Swanmore, de Laura Ashley Barcelona.
Hall. Cuadro UT 1997, de Dario Urzay (pigmentos, resina y barniz), procede de una colección particular. Banqueta años cincuenta de Antique boutique tapizada con tela de Güell Lamadrid. Alfombra Swanmore, de Laura Ashley Barcelona.
 ??  ?? Rincón del comedor. Mueble de 1950 adquirido a Horacio Portuondo (París). Cenicero y geoda sobre mármol, de una colección particular. Espejos de colores de 1970, procedente de una subasta. Caídas de terciopelo naranja de Pepe Peñalver.
Rincón del comedor. Mueble de 1950 adquirido a Horacio Portuondo (París). Cenicero y geoda sobre mármol, de una colección particular. Espejos de colores de 1970, procedente de una subasta. Caídas de terciopelo naranja de Pepe Peñalver.
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 ??  ?? Baño. Apliques italianos de (1930) adquiridos en Fins de Siècles. Cenicero de Le Corbusier, procedente de anticuario francés. Cuadro adquirido en Isle-sur-la-Sorgue. Suelo de AzulejosPe­ña y aplacado de pared de Levantina.
Baño. Apliques italianos de (1930) adquiridos en Fins de Siècles. Cenicero de Le Corbusier, procedente de anticuario francés. Cuadro adquirido en Isle-sur-la-Sorgue. Suelo de AzulejosPe­ña y aplacado de pared de Levantina.

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