LA DISTRIBUCIóN IDEAL
1 Barra. Para colgar ropa corta, basta con una altura de unos 100 cm. Para vestidos largos o abrigos, una de 160 cm. En todo caso, intenta que haya holgura entre prendas, cada una en su percha, y no olvides las fundas para que “tus vestidos más especiales no se manchen ni se llenen de polvo”, aconseja María Lizarraga, especialista en diseño de interiores de IKEA. 2 Baldas. Lo recomendado es que haya una separación de aproximadamente 30 cm entre balda y balda. Y es que tampoco es práctico hacer pilas demasiado altas. En ellas puedes guardar jerséis, camisetas y polos doblados, además de sombreros o bolsos. Recuerda, además, que el fondo útil del armario debe ser de aproximadamente 60 cm. 3 Cajones. En ellos puedes guardar las prendas más pequeñas, la ropa interior y, si añades compartimentos, también pueden ser interesantes para “organizar cinturones, relojes, pulseras y otros objetos que se moverían por el cajón”, apunta la experta de IKEA. 4 Cajas. “Servirán para almacenar aquel fondo de armario que guardas por si acaso”, afirma Lizarraga. “Las transparentes son ideales para guardar zapatos u otros complementos estacionales como bufandas y guantes. Con estas ahorras tiempo en encontrar lo que buscabas”. Lo que uses menos, ponlo en la parte de arriba.
“PARA QUE TU ARMARIO SE AJUSTE A TUS NECESIDADES, SEPARA LA ROPA DE COLGAR DE LA DE DOBLAR Y CLASIFíCALA POR TIPO, COLOR O éPOCA DEL AñO”, IKEA