Javier Bravo
Responsable de Diseño de Antalia
Platos, ollas, alimentos frescos y en conserva... Los numerosos productos para guardar en la cocina precisan que esta cuente con el espacio de almacenaje preciso. Pero como cada familia es un mundo, el punto de partida ha de ser analizar los requerimientos de cada una para saber cuántos miembros son, cuántas veces a la semana hacen la compra, que tipo de comidas realizan... De ello se desprenderán aspectos como el número de armarios necesarios y la tipología de los mismos: despenseros, gaveteros, rinconeros... La clave del éxito radica en personalizar el resultado final y en no generalizar; en saber captar las necesidades reales. ¿El resultado? Una cocina ideal.