Valeria Vasi y Carmen Rebuelta
Hija de escultora, profesional en el mundo de la moda y una de nuestras neoartesanas favoritas. Sus piezas son auténticas esculturas
1. DE PERFIL. Crecí entre Moscú y Barcelona, donde estudie Marketing, pero pronto me di cuenta de que no era lo que me llenaba, y me mudé a París. Allí fue donde empecé mi carrera profesional en el campo de la moda. Ahora vivo en Barcelona y, además de dedicarme a mi proyecto personal, la cerámica, trabajo para la marca de moda Bottega Veneta.
2. FELIZ ENCUENTRO. Creo que el haber crecido en un entorno artístico me ha ayudado a ser más sensible a lo que pasa a mi alrededor, sobre todo en relación al arte. Además, el hacerlo entre dos culturas tan distintas me ha permitido tener un campo de visión más amplio e impregnarme de muchos referentes visuales distintos. También tengo la suerte de compartir con mi pareja, que es diseñador, el interés por los objetos bellos.
3. CERÁMICA, SÍ, PERO… No solo. Elegí la cerámica quizá por su proceso manual, o por su materia prima, el barro: tierra y agua más el fuego que los consolida, una especie de vuelta al origen. Y luego están las posibilidades de la forma y la experimentación con volúmenes. Ahora, en un futuro me gustaría trabajar con nuevos materiales sin abandonar esta vertiente artesana y hacer cosas únicas, exclusivas.
4. PUNTO DE PARTIDA. El concepto de la simplicidad: me gusta que las formas jueguen con el vacío que las envuelve, que la frontera entre lo que es materia y el espacio se diluya. Las mías son piezas que juegan tanto con la presencia como con la ausencia. Y, así, cada pieza es única pero puede formar parte también
conjunto.• de un