“Queríamos respetar lo que estuviera en condiciones, restaurarlo; nos interesaba ganar luz y amplitud. Llegar a la cocina y ver la terraza a través de la ventana es casi como vivir en una casa con jardín”
Que refleje tu criterio y personalidad; que pueda crecer a medida que lo necesites, que pueda transformarse con nuevas piezas, tendencias o hallazgos que la vida pone en tu camino. Estas podrían ser las premisas para la casa de nuestros sueños, la vivienda perfecta, esa de la que uno se enamora y de la que ya nunca quiere desprenderse. Y eso es exactamente lo que ocurre en este ático madrileño ubicado en Argüelles. Es nada menos que la casa del interiorista Guille García-Hoz y su pareja, el arquitecto Sergio Martínez. Y es también el resultado de una ardua búsqueda y fruto del pragmatismo del arquitecto y el talento decorativo del interiorista, un tándem irresistible que consigue diseñar atmósferas alejadas de la norma, siempre personales y absolutamente únicas.
La compraron en 2015 y la reformaron por completo, tirando tabiques y ampliando estancias; se mantuvieron detalles decorativos, como el suelo y las carpinterías interiores, y se renovaron las instalaciones, aunque todo se hizo con la firme intención de mantener el espíritu tradicional del inmueble. “Nos
enamoraron las posibilidades que ofrecía esa terraza que da al salón y la cocina. Nos gustó la idea de poder descompartimentar todo aquel laberinto y simplificarlo; el suelo; la alacena del salón, que al haberse contruido allí no podía eliminarse; el lavamanos, al que colocamos unos led en la parte trasera y al final se ha convertido en un elemento importante de la casa...”, asegura Guille. Apostaron por destacar y dar personalidad a las paredes: yeso tendido y pared picada se convierten en piezas clave para darle a la casa ese carácter tan especial y personal que respira. “Queríamos respetar todo lo que estuviera mínimamente en condiciones y restaurarlo; nos interesaba ganar luz y amplitud. Creo que llegar a la cocina y ver la terraza a través del ventanal es casi como vivir en una casa con jardín. Isabel García Casas nos ayudó a que estuviera perfecta, pero a nuestro rollo”, comentan Sergio y Guille. Desde esa primera reforma ha llovido mucho y a día de hoy la vivienda ha vivido algunas actualizaciones deco. “Es nuestra casa y la vamos cambiando según nos apetece. En 2015 hicimos lo que deseamos, hoy seguimos haciendo todo lo que se nos pasa por la cabeza”, comenta feliz Guille. Y así esperamos que siga, que podamos disfrutar del talento
Sergio.• y saber hacer de Guille y