Claves para acertar
1. Dibuja un plano detallado
Es práctico hacerlo teniendo en cuenta una serie de medidas y otras particularidades:
Paredes: mediremos longitud y anchura, así como la altura del suelo al techo en distintos puntos.
aePuertas y ventanas: las mediremos y marcaremos, teniendo en cuenta el tamaño de los marcos, la distancia al techo y al suelo, la forma de apertura y el espacio lateral.
Otros elementos: es importante que quede plasmado dónde se ubican rejillas de ventilación, interruptores, radiadores, enchufes, desagües, tomas de agua y gas, vigas, tuberías, hueco de extracción de humos, etc.
2. No olvides estos datos
Entre la cocina y el fregadero, será óptima una distancia mínima de 50 cm, mientras que entre los armarios superiores o el borde inferior de la campana y la superficie de trabajo, lo más adecuado es dejar entre 50 y 70 cm. Se recomienda, además, dejar un mínimo de 40 cm a cada lado de la cocina, mientras que en distribuciones paralelas entre los elementos enfrentados debería haber entre 100 y 120 cm de distancia. Si se opta por colocar un mostrador, la altura de la barra debe situarse entre 90 y 100 cm respecto al suelo para que pueda combinarse con taburetes de 63 o 74 cm de altura.
3. Ten en cuenta las tendencias
La cocina ha robado protagonismo a otras estancias como el tradicional salón, con el concepto open space muy en boga. Y es que las cocinas conectadas y abiertas decoran y homogeneizan los espacios. Otra tendencia de este año son la continuidad y el panelado, escondiendo los cada vez más grandes electrodomésticos y solo resaltando aquellos que de verdad se desea destacar. En cuanto a materiales, siguen de moda aquellos que ya triunfaron el año pasado: cuarzo, piedra, cemento y, por supuesto, madera natural.
4. Prioriza la organización
Es la clave de una cocina funcional y ergonómica. Con una buena distribución del espacio racionalizarás los movimientos y minimizarás los desplazamientos en la cocina. También debes primar la acessibilidad. Para ello, procura que todo esté a la vista para evitar espacios muertos donde se acaben acumulando elementos inservibles y opta por sistemas de apertura abatibles, olicuos, paralelos o plegables en las zonas altas.