Control, ahorro y seguridad
Los altavoces inteligentes son lo último que se ha subido al carro de la domótica para el hogar. El control de los dispositivos a través de la voz llega para quedarse y se combina con las aplicaciones en el móvil cuando se está fuera de casa. Todo con un
Los llamados ‘hogares inteligentes’ llevan implícita una (r)evolución constante e in crescendo, como la propia naturaleza tecnológica a la que responden. Con el Internet de las Cosas (IoT) empezó todo, que diría aquel, y hoy por hoy ya se pueden encontrar infinidad de sistemas domóticos que garantizan la seguridad, el confort y el ahorro en la vivienda. Es más, con el tiempo, las propias innovaciones han ido mejorando el producto para hacerlos también más sencillos y prácticos, sin por ello menguar en fiabilidad.
Con ello, cualquier persona puede tener una casa domotizada y disfrutar de todas sus ventajas. Así pues, haz de tu reforma la ex
cusa perfecta para lanzarte.
Si bien, de entrada, el coste puede suponer un gasto considerable, es importante saber que se llega a amortizar en unos 2-4 años, teniendo en cuenta, además, el ahorro que la domótica va a suponer en el consumo de las facturas, tanto de luz, climatización, agua, electrodomésticos, etc. A modo de dato, es importante destacar que, según el IDAE, las familias somos responsables del 30% del consumo total de energía del país, con lo cual, reducir dicho impacto depende de nosotros directamente.
Eso por un lado, pero es que también hay que hablar de que, en general, la domótica tiene por objetivo hacer la vida más fácil al usuario y, sobre todo, más confortable. Dicho bienestar viene generado por poder regular la iluminación, subir y bajar las persianas o los toldos, encender el aire acondicionado o la calefacción, etc. Y hay que incluir el factor seguridad, otro de los bienes más preciados que la domótica nos puede garantizar también, controlando las puertas de acceso y los interiores mediante alarmas, detectores y simuladores de presencia, contando con teleasistencia médica, entre otros.
Y aunque un sistema domótico puede ir creciendo en dispositivos según las necesidades de la casa, por pequeño que sea el arranque inicial, se recomienda el asesoramiento de un profesional especializado que te guiará en la instalación más adecuada, dependiendo de cada vivienda. Se puede empezar por un simple enchufe inteligente para controlar cualquier aparato eléctrico o bien ya con un box de centraliza
El uso eficiente de la energía implica, entre otros, que las luces se apaguen cuando el sensor detecte que no hay nadie en la estancia
ción o central domótica a la que ir añadiendo dispositivos.
Control digital y de voz
En cualquier caso, una vez nos hemos decidido a lanzarnos al universo domótico para ganar en calidad de vida, ¡aún hay más! Y es que su uso es muy sencillo e intuitivo. Tanto que todas estas tareas se pueden controlar con un simple ‘clic’, sin moverse del sofá, y lo que es mejor, también a distancia, cuando no se esté en la casa, simplemente a través del teléfono móvil, de la tableta o del ordenador. Esta es la princi