Cálidas pisadas
Naturales, atemporales y de gran belleza, los suelos de madera son una de las opciones más demandadas en la actualidad a la hora de transformar los ambientes de toda la casa. Razones, no les faltan...
La naturalidad y calidez que proporcionan los suelos de madera son dos de sus señas de identidad más destacadas. Sin olvidar que, gracias a las numerosas variedades existentes y a sus distintos formatos, acabados y sistemas de instalación, encajan en todo tipo de ambientes sin importar su estilo decorativo, ni sus dimensiones. Sin embargo, antes de escoger este pavimento es preciso tener bien claro el uso que se le va a dar y el resultado que se desea obtener.
Tipos de parqué
Dentro de este grupo se encuentran las tarimas macizas, el parqué multicapa y los chapados. Compuestas por tablas de madera de gran espesor, las primeras son las más caras si bien también son las más duraderas, ya que admiten múltiples pulidos y barnizados a lo largo de los años. Por lo general, ya vienen barnizadas. Por su parte, y como su propio nombre indica, el parqué multicapa se distingue por incluir varias capas de madera encolada en su composición, siendo la superior – que debe tener más de 2,5 mm–, la que determina su vida útil o, lo que es lo mismo, el número de restauraciones que admite. Por último, los chapados permiten redecorar la vivienda por un módico precio, si bien no se pueden lijar. No obstante, gracias a los nuevos tratamientos y a unos cuidados específicos, pueden llegar a superar los 20 años.
Sistema de instalación
Más allá del encolado –válido tanto para la tarima maciza como para el multicapa y caracterizado por ir pegado directamente al suelo–, se encuentra el flotante. A diferencia del primero, que ya casi no se utiliza, este es el más empleado hoy en día. Le sobran los motivos: se puede colocar directamente sobre el suelo antiguo