REFUGIO EN LA SIERRA
La diseñadora de interiores Nuria Alía da forma a una vivienda fruto de la unión de dos casas
Diseñar una casa familiar para desconectar de la ciudad y poder difrutarla con toda la familia. Este era el planteamiento de los propietarios de esta finca en la sierra y este fue el reto que trasladaron a la artífice del proyecto, la interiorista Nuria Alía, a quien ya conocían, puesto que les había rehabilitado y decorado muchas de su casas, así que le dieron libertad absoluta a la hora de crear. Total confianza.
La compraron porque les enamoró el entorno (la Sierra de Gredos), un campo radiante en el que pasar largas temporadas y fines de semana en familia, así que la adquirieron sin dudarlo, a pesar de los infinitos cambios que iba a necesitar. Les gustaron sus posibilidades, querían que se convirtiera en un refugio para desconectar de la ciudad y estar en contacto con la naturaleza. La
“Mi estilo es fresco y divertido, y lo consigo jugando con la luz y el color. Intento diseñar siempre espacios únicos, buscando piezas en anticuarios, creando muebles...”
Nuria Alía, interiorista
reforma duró cinco meses, pero la espera les mereció la pena. “Se trataba de dos viviendas independientes que, tras el proyecto, se unieron por la parte central donde se ubica el actual recibidor. Se abrieron nuevos huecos de ventanas y se cambiaron todos los revestimientos, modifiqué parte de la distribución existente para adaptarla a una sola vivienda y hacerla más funcional. El proyecto de decoración lo he hecho desde cero”, comenta Nuria Alía. La mayor dificultad fue dar con la organización espacial adecuada para satisfacer las necesidades de una gran familia. “No les encajaba que fueran dos viviendas completamente independientes, por ello trabajé en la unión, que no era fácil, dado que se encuentran en un terreno con desnivel. También necesitaban espacios comunes diáfanos y amplios para que pudieran reunirse todos. La casa carecía de luz natural y se orientó la planta hacia las vistas que tiene la finca a la Sierra de Gredos”, asegura la interiorista. A la hora de decorarlo, Nuria tuvo muy en cuenta el entorno, buscando que el interior fuera un reflejo del exterior. “Hay juegos de texturas y colores, y la luz tiene un papel fundamental. El resultado es una vivienda que transmite paz y en la que te sientes a gusto”, concluye la interiorista.•