FUERZA VITAL
Rodeado de arte, piezas antiguas y mucha personalidad. Esta casa renació de la mano de Marta Carballo, que eligió cada pieza a conciencia y con mucho mimo
Con vistas. Alfombra de The Rug Company, en BSB. Flores
de la Real Flores y Jardines. Espejo de Casa Josephine. Copa adquirida en un mercadillo francés.
Les fascinó desde el principio; fue algo así como un amor a primera vista, ya que les encantó la zona donde se encontraba ubicada (Madrid) y las posibilidades que ofrecía: disfrutaba de mucha luz y de una gran superficie, lo que hacía que se vislumbrara, ya de entrada, la posibilidad de jugar con las estancias.
Los propietarios optaron por cambiar la cocina, el office y el vestidor, y darle más empaque y amplitud a determinados espacios, haciéndolos más cómodos y funcionales: la estructura original de la casa se mantuvo modificando la colocación de algunos ambientes, que se adecuaron a un esquema de vivienda más práctica y flexible y, en definitiva, más vivible. Se recuperó el pavimento, algunas molduras originales, los techos y puertas y se levantó el techo del salón.
La clave del proyecto ha sido la creación de zonas comunes diáfanas. “Esta casa ha sido uno de mis proyectos favoritos. La vivienda hablaba por sí sola incluso antes de empezar la reforma. Su localización privilegiada –en pleno corazón de Madrid–, los altos techos, los espacios amplios, la
“Mi dedicación en cada proyecto es total, algo que hizo que los dueños de la casa apostaran por mí, por mi minuciosidad, amor por los detalles y la seriedad con la que hago mi trabajo”
Marta Carballo, interiorista
luz...”, asegura la interiorista artífice de este proyecto, Marta Carballo. Y sigue: “Los propietarios tenían muy claro lo que les gustaba desde el minuto cero. Querían un hogar bello, con personalidad e historia”. Y así fue, consiguió que el gusto por la estética y el arte quedara perfectamente reflejado en cada rincón, no descuidando ni el mínimo detalle. A la hora de decorar se lo planteó sin prisas, prefirió buscar con mimo la pieza adecuada para cada estancia. “Puedo decir y quiero destacar, que realmente ha sido un trabajo en equipo entre interiorista y propietarios”, asegura Marta.
Para ella fue muy especial y motivador hacer una vivienda de estas características: “Una casa antigua cuyos propietarios, aunque querían reformarla, deseaban mantener su esencia. La mayoría de las veces en nuestro trabajo tenemos que llevar a cabo proyectos donde todo cobra un aspecto totalmente nuevo y contemporáneo. Pero esta casa guarda un candor especial que te transporta a otra dimensión donde se respira historia y arte. Me encanta esa mezcla”. Para los propietarios era ya la casa de sus sueños antes de reformarla, pero tras las obras y el trabajo de decoración están encantados. Ahora no se imaginan viviendo en otro lugar. El hecho de que adoren el arte y las antigüedades hace que la casa se renueve a menudo, que crezca, se revalorice y potencie su fuerza vital. Una maravilla.
“NO EN TODOS LOS PROYECTOS TIENES LA SUERTE DE ENCONTRARTE CON CLIENTES APASIONADOS POR EL ARTE. A LOS DE ESTA VIVIENDA LES ENCANTAN LAS ANTIGÜEDADES, COSAS Y OBJETOS CON SABOR Y QUE CON EL PASO DEL TIEMPO ADQUIEREN MÁS FUERZA VITAL”
PROYECTOS PERSONALES
Como interiorista, Marta Carballo siempre busca crear espacios funcionales, atemporales, con carácter y que no pasen desapercibidos. La estética y lo práctico tienen que ser compatibles. Su estudio acoge a los clientes como parte del equipo, “si no hay una buena sintonía con ellos, es imposible crear un hogar; y el objetivo de nuestros proyectos es siempre la casa, crear viviendas que transmitan alegría, calidez, luminosidad y personalidad”, asegura. En esta vivienda hubo una conexión absoluta y se disfrutó de un trabajo en equipo en el que también hubo gratas sorpresas estructurales, como las molduras de techo originales que encontraron o las puertas con cristales en la parte superior: parecían pequeñas y resultaron ser puertas mucho más altas y espectaculares.
La distribución en paralelo es la mejor forma de optimizar el espacio estrecho y alargado. Decóralo con contrastes sutiles, como una encimera y suelos cementiles. El resto en blanco.