ELEGANCIA SUTIL
De compartimentado y poco funcional a lleno de luz y fluidez. Raúl Martins firma este proyecto en el que reina la interacción de ambientes
La casa, situada en el madrileño barrio de Salamanca, es una obra de los años cincuenta de la que su actual propietaria se enamoró, a pesar de que no había sufrido prácticamente ninguna actualización en mucho tiempo. Estaba compuesta por muchos cuartos de mediano tamaño y por lo tanto resultaba compartimentada en exceso, lo que la hacía poco funcional. Para darle el aspecto deseado y conseguir estancias que dialogasen entre sí, abiertas y bien comunicadas, su nueva dueña se puso en manos de Raúl Martins Estudio. “Realizamos una reforma integral –tuvimos que hacerlo en un tiempo récord, había que tomar decisiones y diseñar el proyecto en muy pocos meses– en la que optamos por abrir los espacios, fomentar la sensación de amplitud y luz, además de actualizar los acabados y las instalaciones”, asegura el interiorista. Con ello, Raúl pudo dar un giro radical al concepto de vivienda, pasando de una casa de los años cincuenta, algo oscura, recargada en maderas y colores, a un hogar fresco y elegante que respira fluidez y sensación de desahogo, con grandes superficies en el salón, comedor y entrada. La cocina también se agrandó al añadirle espacios colindantes. Se buscó esta interacción de ambientes y amplitud “porque su propietaria necesitaba que su casa respondiera a una función social, dado que, por temas profesionales, recibe muchas visitas y quería realizar reuniones en ella”, comenta Raúl.
Así pues, a una magnífica ubicación se sumó el importante caudal de luz natural y la superficie útil de que disponía. A la hora de decorarlo, el interiorista realizó un proyecto en el que apostó por el look contemporáneo, donde tuvieran cabida las piezas de arte y antigüedades que ya poseía la propietaria (compradas a lo largo de los años), y optó por una reforma personalizada, muy a su medida, donde su día a día resultara cómodo. El resultado final es un hogar confortable y refinado, ideal para disfrutar en familia o para encuentros profesionales. Es una vivienda personal, en la que la elegancia va de la mano de la calidez de los textiles, las piezas heredadas y los colores neutros, que le otorgan larga vida y sofisticación.
“Además de los gustos personales de los propietarios y nuestro criterio personal, es importante empatizar y dar solución a las necesidades reales”
Raúl Martins, arquitecto de interiores
CON LA REFORMA SE HA DADO UN GIRO RADICAL A LA VIVIENDA, PASANDO DE UNA CASA DE LOS AÑOS CINCUENTA –OSCURA Y RECARGADA– A UN HOGAR FRESCO Y ELEGANTE QUE RESPIRA FLUIDEZ, LUZ Y SENSACIÓN DE ESPACIO