LA ENTREVISTA
ILUSTRADOR, DISEÑADOR E INTERIORISTA, APENAS TIENE 30 AÑOS, AUNQUE SU ESTILO MUESTRE EL POSO DE SIGLOS Y SIGLOS DE HISTORIA, REINTERPRETADOS SIN PURISMO NI RIGIDECES. SU NUEVA COLECCIÓN PARA THE RUG COMPANY VUELVE A DEMOSTRAR UN DIVERTIDO TALENTO
Luke Edward Hall, ilustrador, diseñador e interiorista. El nuevo ‘chico de oro’
Alos adjetivos que a menudo se usan para caracterizarle, como ‘colorido’, ‘ecléctico’, ‘culto’ o ‘jovial’, suele acompañarles fielmente otro más difícil de interpretar: whimsical. Podría traducirse por ‘juguetón’ –también ‘caprichoso’–, y suele servir como introducción al hecho de su juventud, como si la relación entre el adjetivo y la cifra concreta de su edad fuese causa-efecto. Pero no todos los jóvenes son audaces, y a algunos, como él parece apuntar, el camino de la juventud les lleva toda una vida. Ahora que has cruzado la treintena, quería empezar preguntándote por esa etiqueta de ‘chico maravilla’ que te acompaña desde tus comienzos. ¿Te agrada o cansa ya?
Es una expresión divertida, y muy halagadora, aunque, en realidad, trato de no tenerla demasiado en mente.
Tras graduarte en la Central Saint Martins, llevaste una tienda ‘online’ de antigüedades, trabajaste para Ben Pentreath, el diseñador de interiores, has diseñado telas y artículos para el hogar y finalmente fundaste tu propio estudio de interiorismo. Y todo eso en menos de una década… Desde ese punto de vista tan amplio, ¿qué significa la palabra ‘diseño’ para ti?
Para mí, el diseño tiene mucho que ver con encontrar la belleza en los objetos cotidianos: la ropa que llevamos y, por supuesto, nuestros hogares y todo lo que hay en ellos, desde los textiles y la cerámica –una de mis debilidades– a los muebles y la iluminación. Creo en rodearme de cosas bien hechas, piezas realizadas con gracia que cuentan historias, a menudo objetos antiguos a los que acompaña también una historia… Me gusta, igualmente, que los objetos tengan ligereza, cierta dimensión lúdica. Y lo mismo me sucede como creador: hay tanto diseño serio y sobrio… A mí me interesan más la irreverencia, el color y la belleza.
Buena elección para definirte… ¿añadirías algo más a esa fórmula sobre tu estilo?
Describiría mi visión estética como colorida y romántica, nacida de mi amor por la Historia, la apreciación de la belleza clásica y mi sentido del juego. Me gustan las combinaciones de
colores inesperados, los motivos atrevidos y la mezcla de diferentes épocas. Armonizas fuentes de culto –como la Antigüedad clásica o el Esteticismo británico del XIX– con referencias populares –pienso en el pop británico de los 80 en tu uso del color–, siempre con un sutil sentido del humor. ¿Cuál es la clave? Aunque, como dices, me inspiro en fuentes bien diversas, espero que se perciba el hilo conductor que hay en todos mis proyectos, que no es otro que el enfoque personal del que hablamos… y el hecho de que la mayor parte de mi trabajo nace de mis dibujos y un fuerte sentido del color.
¿Podrías compartir con nosotros algunas de esas fuentes de inspiración que nunca te fallan?
Recurro a menudo a mis interioristas favoritos del pasado –como David Hicks, Madeleine Castaing o Dorothy Draper–, pero, en general, me fijo en todos los creadores que se demuestran intrépidos en sus elecciones de motivos y colores. Siempre encuentro muy inspiradora la fotografía de Tim Walker, que crea esos mundos mágicos, algo excesivos, muy románticos y encantadores… Y, como me gustan los interiores exagerados, algo excéntricos, adoro las películas de Wes Anderson, donde cada detalle ha sido meticulosamente trabajado…
Cambiando de tercio, ¿qué importancia ha tenido en tu fulgurante carrera tu seguidísima cuenta de Instagram @lukeedwardhall [con 99.5K seguidores a día de hoy]? Instagram ha sido una herramienta muy útil para mí, sobre todo cuando estaba empezando. Entonces me permitía vender mi trabajo directamente al público a través de la red… Hoy, en cambio, se ha convertido en un canal que me permite transmitir mi mundo creativo de manera sucinta, tanto a ese público, como a las marcas.
Y, hablando de marcas, cuentas entre tus clientes con Burberry, Liberty London, la Royal Academy of Arts, Christie’s, Richard Gignori o Svenskt Tenn, por citar unas cuantas. Firmas con historias e imágenes de marca tan potentes como radicalmente distintas… ¿Cómo trabajas con ellas?
Prácticamente todas las compañías con las que he trabajado me han dado lo que podríamos denominar “rienda suelta”, algo fantástico. Han venido a mí conociendo bien mi trabajo, conscientes de lo que hago y cómo podía
“MI VISIÓN ESTÉTICA
ES COLORIDA Y ROMÁNTICA, NACIDA DE MI AMOR POR LA HISTORIA, LA APRECIACIÓN DE LA BELLEZA CLÁSICA Y MI SENTIDO DEL JUEGO”
servirles, lo que ha permitido que los resultados finales hayan sido siempre muy Luke Edward Hall. Espero que siga siendo así…
Desde luego es también el caso de tu última colección de textiles para The Rug Company, que me parece la quintaesencia de tu creatividad: sobre la base de tus reconocibles ilustraciones, colores vibrantes, cierta revisión de la tradición británica… ¿Cómo la ves tú?
Ha sido una colección muy divertida de hacer. Y es cierto que sus productos ejemplifican bien mi visión creativa, mi estilo: sobre la base de retratos de personajes inspirados en la Antigüedad clásica y dibujos de animales de líneas gráficas simples, mucho colorido –y bastante atrevido– y alegría. Una combinación tan interesante como divertida.
“HAY UN HILO CONDUCTOR EN TODOS MIS PROYECTOS: EL HECHO DE QUE LA MAYOR PARTE DE MI TRABAJO NACE DE MIS DIBUJOS
Y UN FUERTE SENTIDO DEL COLOR”