Virginia Nieto transforma este piso madrileño con una gran mezcla de piezas, estilos y colores
Realización
Paloma Pacheco Turnes
Fotos
Amador Toril
Texto
Carlota Iranzo
Mesas de cristal de los propietarios. Sillones de los años cincuenta, comprados por el estudio en mercadillos de antigüedades en el sur de Francia y tapizados con tela de Dedar. Alfombra hecha a medida. Sofá diseñado y fabricado en el estudio de Virginia Nieto, con terciopelo envejecido de Designers Guild, en Usera Usera. Cortinas con la parte de arriba en lino natural de yute y la parte baja con terciopelo, de Gastón y Daniela. Almohadones con tela de Pierre Frey y Dedar, en NV Interiorismo. Banco diseñado por el estudio de Virginia Nieto con tela de Casamance. Mesa auxiliar redonda lacada en verde y patas en dorado envejecido. Cuadros de la Galería Jorge Alcolea. Erizos dorados en NV Interiorismo.
Frente al hall, banco
en terciopelo dorado adquirido en Rue Vintage 74.
Mesa teñida en gris, de los propietarios. Alfombra Channels Copper, de Kelly Wearstler para The Rug Company, en BSB. Jarrones de Incasa. Escultura blanca de Maite Carranza. Apliques de Aromas del Campo. Sillas del estudio de Virginia Nieto con estampado de James Malone, terciopelo de Osborne & Little.
Planta de la vivienda Abierto al exterior, con una magnífica terraza, este
piso madrileño ha sabido optimizar el espacio, respetando
la arquitectura original y decorando con tonos neutros y ricas texturas. Todas las estancias se abren al espacio exterior, con
bellos rincones al aire libre.
Cocina de Bergara Muebles y
Decoración. Suelo vinílico, de Asan. Mesa de House Doctor. Kílim
Munari Pink, de Nuria Mora para DAC Rugs, en BSB. Escultura de Maite Carranza. Papel pintado
de Rivièra Maison.
de color, cambiando tiradores… conseguimos un espacio fantástico”, cuenta la interiorista. En general, partieron de un solo color como base para decorar, un gris muy claro con mezcla de cremas para suavizarlo y quitarle un poco la frialdad, y trabajaron con él toda la casa: la carpintería, el mobiliario, las paredes... A partir de ahí, se lanzaron al uso de tejidos de colores, intentando potenciar el tono en los objetos y en el mix textil y buscando que el resultado tuviese continuidad y armonía, que todo estuviese integrado y se lograse un ambiente alegre, elegante y contemporáneo; siempre respetando la esencia de los propietarios, que querían una casa atemporal, que no pasara de moda o les cansara con el tiempo. Este combinado redundó en un estilo sosegado, acogedor, cálido y con mucha fuerza cromática.
La mayor dificultad la encontraron, sobre todo, en la integración de muebles familiares en el proyecto, “nos costó, pero el resultado final fue el deseado”, asegura, feliz, la interiorista.
Sillas y cajas del sur de Francia, como los objetos de la mesa. Cojines de Designers Guild, en Usera Usera. Mesa de IKEA.
Sillas, cajas y botella procedentes del sur de Francia. Cojín de flores de Pierre Frey.
Mesita de noche y lámpara de Rue Vintage 74. Del mismo punto de venta son los
cojines y los Cabecero de terciopelo azul de Gancedo. Cortinas
de Designers Guild, en Usera Usera. Cubrecanapé de tela de yute. Banco a
los pies de la cama del estudio de Virginia Nieto.
Viste tus paredes, y hazlo con recuerdos de familia, arte u originales espejos decorativos, como los de este proyecto. Una equilibrada propuesta en tonos naturales que aporta amplitud visual.