MUY CONSCIENTE
La diseñadora gallega apuesta por una visión creativa que promueve soluciones colaborativas para empoderar a pequeñas comunidades con una cultura e historia enriquecedoras
1. por mí misma. Me formé en diseño gráfico, de producto e interiores en Elisava, Barcelona. Y, especializada en diseño industrial, cursé después Prototipado Avanzado en la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos). Tras tres años trabajando en la agencia Idea Hotel en Madrid, estuve en Lagranja Design, Mermelada Estudio y L35. Y actualmente estoy enfocada en mi marca personal, con la que llevo cinco años desarrollando productos, espacios e instalaciones hechos con materiales de pesca reciclados y colaborando con la Asociación de Redeiras Atalaia de A Guarda (Pontevedra), mi pueblo.
2. CONTAR HISTORIAS. A medida que me formaba, me di cuenta de que a través de mis proyectos buscaba siempre generar un impacto en la percepción y el comportamiento de las personas, y así surgió mi concepción del diseño como narrativa.
3. ATRÁS Y ADELANTE. Innovar no siempre trata de tecnología y de mirar hacia adelante. Viniendo de un pequeño pueblo, pronto aprendí la importancia del conocimiento arraigado en las comunidades locales.
Hoy en día a menudo dejamos que las tradiciones se pierdan. Yo, en cambio, me inspiro en ellas y su aprovechamiento al máximo de los recursos de los que disponían.