Cádiz está para comérsela. Averigua dónde
No solo de pescaíto frito viven los restaurantes gaditanos; estas son las direcciones imprescindibles para el tour más exquisito por la ciudad
Pescaíto frito, cucuruchos de chicharrones, queso payoyo, chacinas y sushi, tapas tradicionales y muestras de alta cocina, con Ángel León y su Aponiente como máximos exponentes. Cádiz es una delicia para los sentidos, incluyendo el gusto, y estos son los restaurantes que no te puedes perder.
Cádiz está que arrasa, sí. También a nivel internacional, ahora que The New York Times la ha colocado en el ranking de las ciudades más de moda del planeta, y cada vez son más los viajeros que deciden acercarse hasta el extremo sur de la Península Ibérica para disfrutar de los muchos atractivos que ofrece esta maravillosa ciudad.
A los que llevamos a Cádiz en un trocito del corazón no nos sorprende este éxito reciente. Lo vemos, más bien, como el justo reconocimiento a los continuados esfuerzos realizados en los últimos años por abrirse al mundo por parte de una de las ciudades más diversas, amables, ricas en patrimonio y seductoras de toda la Europa mediterránea. Aunque no sea ese mar sino el océano Atlántico el que baña sus costas. En esto de la seducción juega un papel importantísimo la buena gastronomía. Porque no solo de pescaíto frito viven los restaurantes gaditanos (que también).
En Cádiz se come muy bien y, en general, por poco dinero. Lo demuestran restaurantes como
El Garbanzo Negro (Sacramento,
18) y su menú de mediodía, en el que se resumen buena parte de las esencias culinarias de esta tierra. Del mar y de tierra adentro. Sus garbanzos con langostinos son de antología (para no desmerecer el nombre del restaurante). Pero no hay que perderse la creatividad de sus sopas de verano ni el mimo con que tratan en su cocina los pescados locales.
Muy cerca está el Mercado Central de Abastos (una gloria darse una vuelta entre sus puestos de pescados y mariscos). En una de los espacios abiertos del mercado está el Rincón Gastronómico, lugar ideal para degustar algunas de los productos que se venden en los puestos del interior. Ojo al mostrador de cervezas y también al de sushi y el de las chacinas (¡los cucuruchos de chicharrones están de vicio!). También es un buen lugar para probar algunas de las variedades del queso más gaditano: el payoyo.
En el Mercado Central de Abastos se compran (y degustan) auténticas exquisiteces
Cocina tradicional
Aunque, para chacinas buenas, las que sirven en el Mesón Cumbres Mayores. Es verdad que aquí casi todo el mundo viene para disfrutar de sus tapas tradicionales. Pero también se puede comer (y muy bien) en las mesas de dentro. Por
ejemplo, cualquiera de los cortes de cerdo ibérico: secreto, presa, abanicos, lagartitos... Algo similar ocurre con la Tapería D’Cortés (Plocia, 13), situada en una de las calles cercanas al puerto, y regentada por una familia encantada de resolver cualquier duda del comensal y, de paso, descubrirle algunos de los secretos del Cádiz más auténtico. Los precios resultan muy sorprendentes, dada la calidad del producto y la creatividad de muchos de los platos. Buen ejemplo son las lagrimitas de pollo con toques de mostaza dulce; o la ensalada de chipirones.
Entre las propuestas más innovadoras de Cádiz destacan las del chef Mauro Barreiro
Sorpresas y creatividad
Aunque, para creatividad, la que derrocha cada temporada el alma máter del restaurante La Curiosidad de Mauro Barreiro. La idea es intentar sorprender al comensal cada vez que visita su local, muy próximo a la siempre animada Plaza de San Antonio. Y lo hace trayendo al plato delicias gaditanas sí, pero tratadas con técnicas de procedencias diversas. Algunas realmente muy lejanas.
Nada tiene que ver en concepto esta nueva cocina andaluza con el clasicismo del restaurante El Faro de Cádiz. Con todo, sigue siendo obligada la visita a este comedor, que lleva décadas contemplando el paso de lo más granado de la sociedad local.
Y ya que hablamos de clásicos, hay que mencionar el Royalty. Pese a su decoración, entre el modernismo y el art déco, este café y restaurante es relativamente nuevo (abrió sus puertas en 2008). De hecho, fue durante un tiempo un almacén de ferretería y durante
muchas décadas permaneció cerrado y en el olvido. Hoy es un lugar ideal para tomar un café de tarde, acompañado de una porción de sus maravillosas tartas vienesas.
Pero también es el mejor lugar donde disfrutar de una cena romántica y con mucho estilo. La carta es un buen panegírico de los platos estrella de la cocina internacional clásica, junto a algunos de los mejores ingredientes de la gastronomía gaditana, tratados como lo que son: productos de lujo.
Aponiente
Pese a no encontrarse en la propia capital gaditana sino en la cercana localidad de El Puerto de Santa María, sería muy injusto no hacer referencia al que, hoy por hoy, es uno de los mejores restaurantes de Cádiz y de Andalucía: Aponiente. Éste no es sino la concreción del sueño de Ángel León, sin duda uno de los mejores cocineros del país, al que ya se le va quedando corto el apelativo de «El chef del mar». Tanto en Aponiente como en la taberna que tiene en el centro de El Puerto (el restaurante primigenio), Ángel despliega todo su conocimiento (y descubrimientos) respecto a la cocina marina. Fundamentalmente, usando ingredientes cuyas aplicaciones a la cocina, hasta que no lo hizo este cocinero, se desconocían. Es el caso del plancton, las pieles de determinados pescados e, incluso, sus espinas. Y, por supuesto, las algas.
No hay escrúpulos que valgan: la cocina de Aponiente es hoy por hoy una de las mejores experiencias gastronómicas que pueden disfrutarse en Cádiz.