Descubrimos la estrategia de Isabel II para ganar más que el resto durante 11 años
Su fondo, The Crown Estate, logra un beneficio récord en el último ejercicio, por el inmobiliario londinense y la energía verde
Los beneficios del fondo van al Tesoro y sirven para pagar la asignación anual de la Casa Real británica
El instrumento inversor de los Windsor rentó un 4,9 por ciento el año pasado, frente al 3,1 por ciento del MSCI.
La Casa Real británica ganó 343,5 millones de libras (382,59 millones de euros) en el último año con su fondo de inversión: The Crown Estate. Los beneficios de este instrumento inversor son públicos en un doble sentido: tanto porque se conocen como porque tienen como destino el Tesoro británico. Esto es así desde que en 1760 el rey Jorge III llegó a un acuerdo con el Gobierno para gestionar el patrimonio real en nombre del Estado y en beneficio de éste a cambio de lo que la familia real recibía una asignación fija anual de las arcas públicas. A partir de 2011, ese «sueldo» es un porcentaje de los beneficios del fondo que ahora mismo está fijado en el 25 por ciento. El patrimonio que constituye el fondo es una especie de usufructo de los reyes, o incluso más restrictivo, dado que no pueden disponer de él para enajenarlo y, además, como YHPRV WDPSRFR VXV EHQHÀFLRV les pertenecen. Por ley, además, el patrimonio ha de ser gestionado, no por la familia real, sino por una organización independiente encabezada
por un consejo de administración que tiene el mandato de mantener y engordar el valor y el rendimiento de los activos y que además ha de rendir cuentas ante el Parlamento británico anualmente.
/RV EHQHÀFLRV REWHQLGRV HO ~OWLPR DxR IXHURQ récord para The Crown Estate. Y suponen una rentabilidad total del 4,9 por ciento, por encima del retorno del 3,1 por ciento registrado por el índice MSCI que el equipo gestor usa como referencia para medir su éxito. Esa superación del índice de referencia no fue algo puntual del pasado ejercicio, sino que se ha conseguido 11 ejercicios consecutivos.
Incremento patrimonial
Alison Nimmo, directora ejecutiva del fondo HQ ORV ~OWLPRV RFKR DxR \ KDVWD ÀQDOHV GH HVWH ejercicio, hace un balance en el último informe del instrumento inversor de la Casa Real Británica: «En estos ocho años, el valor del fondo se ha incrementado en 6.200 millones de libras –6.930 millones de euros–, desde los 8.100 millones de libras –9.000 millones de euros– en 2012, hasta los 14.300 millones –casi 16.000 millones de HXURV² KR\ (O EHQHÀFLR QHWR ha pasado desde los 240,2 millones de libras a los 343,5». RegentStreet
¿Qué explica esta buena evolución del instrumento inversor de los Windsor, que fue capaz de obtener un rendimiento récord en un año tan complicado como el pasado, en que la mayor parte de los inversores perdieron dinero?
La clave de los comercios prime
El patrimonio de la Casa Real británica está conformado sobre todo por activos inmobiliarios, aunque también tiene intereses en la energía eólica marina, así como en tierras en el interior del país, en la minería y las infraestructuras. De estas áreas, Nimmo destaca que los mejores resultados de su instrumento inversor obedecen «primordialmente a la gestión de los activos del centro de Londres, y a la energía eólica ‘offshore’ (marina), con tres nuevas plantas en plena operatividad este año». Aunque en el ladrillo regio hay más sombras que en las energías verdes.
El patrimonio inmobiliario de los Windsor tiene un foco especial en el segmento comercial. Y es el que implica un reto más importante en términos de gestión, puesto que durante el año pasado el valor de los activos cayó, tanto en Londres (que se compensó con la buena PDUFKD GH RÀFLQDV \ DFWLYRV UHVLGHQFLDOHV FR mo en el resto del país (que contrarrestaron ODV RÀFLQDV \ ORV SDUTXHV GH RFLR
Los locales comerciales o los restaurantes son los que más se están viendo afectados por la incertidumbre sobre los efectos del Brexit y las prevenciones de los inversores por lo largo que está siendo el ciclo alcista. Con todo, los niveles de ocupación se mantuvieron elevados: el espacio vacante en el centro de Londres subió, pero apenas hasta el 5 por ciento; y el resto del Reino Unido se mantuvo en el 3 por ciento. Ello, porque el fondo ha logrado incorporar PiV ÀUPDV D VX OLVWDGR GH FOLHQWHV HQ WRGDV ODV ubicaciones. Y en concreto en el centro de Londres han conseguido un aumento de las rentas que cobran: las renovaciones de contratos se han realizado con subidas de un 6 por ciento, de media.
Sea como sea, una de las joyas de la Corona es la céntrica y exclusiva Regent Street londinense, a la que hay que sumar la cercana área de St. James Street. El equipo gestor es consciente de la transformación del comercio por la irrupción tecnológica y el cambio de hábitos de los consumidores. De ahí que, según Nimmo, están desarrollando una estrategia para abandonar la relación tradicional entre el arrendatario y el arrendador y convertir al inmobiliario en un servicio para las marcas: «‘El espacio como un servicio’ está emergiendo como una dimensión crítica en la relación con los clientes. En el futuro, necesitaremos ser dueños de propiedades y proveedores de serYLFLRVª DÀUPD 1LPPR
Modernizando Londres
Entre los últimos hitos, destaca la puesta en marcha de una ‘pop-up’ (tienda efímera) para que las marcas testen si les funciona el espacio ItVLFR DQWHV GH ÀUPDU XQ FRQWUDWR D ODUJR SOD zo. Para justo este mes de julio se ha anunciaGR OD DSHUWXUD GH OD ¶ÁDJVKLS· GH 0LFURVRIW OD tienda buque insignia de la marca, en Oxford Circus, que tiene la ambición de convertirse en un dinamizador del área, no sólo de las compras, sino también de eventos y experiencias. Ello se une a otra iniciativa que protagoniza Google en Regent Street, donde los clientes pueden profundizar en el conocimiento de la compañía con las ‘Curiosity Rooms’ y participar del lanzamiento del móvil Pixel 3. El equipo gestor no es muy complaciente con las perspectivas: respecto al centro de Londres se hace eco de perspectivas que apuntan a caídas en las rentas en los tres próximos años; al tiempo que prevé que el mercado seguirá di
Los Windsor son dueños de Regent Street, en el corazón de Londres, y desde ahí hacen frente al e-commerce
El nivel de ocupación de sus espacios en Londres ronda el 95 por ciento y el 93 fuera de la capital
fícil fuera de la capital, lo que va a exigir que tengan que proseguir los esfuerzos para que sus espacios sigan siendo atractivos para el público y, por tanto, para las marcas. El entorno no es el mejor para el inmobiliario británico y ya se están observando fuertes caídas de la inversión (de un 34 por ciento en el primer trimestre del año). Y el equipo gestor de The Crown tendrá que esforzarse para creFHU HQ YDORU \ HQ EHQHÀFLRV 3HUR SRU HO PR mento, logran rentabilidades que oscilan entre el 2,22 y el 6 por ciento en el caso del retail (hasta el 11 por ciento fuera de Londres por la caída de las valoraciones); de entre ese misPR \ HO SRU FLHQWR HQ ODV RÀFLQDV TXH también gestionan (modernizadas algunas como espacios de co-working o en combinación con restaurantes y tiendas) o de entre el 2,29 y el 12,69 por ciento en las viviendas. Isabel II también es casera y tiene inquilinos. Su fondo acaba de comercializar su mayor desarrollo residencial hasta el momento, el del número 12 de Sherwood Street, que cuenta con 48 apartamentos que se alquilaron en cuatro meses. Aunque, como ocurre con muchos tenedores de viviendas en alquiler, la casa real británica no escapa a la polémica. Según una investigación de The Guardian, ha tratado de desalojar a 113 inquilinos en los últimos cinco años para vender las viviendas; y ha recibido más de cien quejas en los dos últimos años por subidas de rentas o problemas domésticos.
La apuesta renovable
En cuanto a la energía verde, en concreto la eólica marina, durante el último año se incrementó su capacidad en 0,2 gigavatios (GW), hasta los 7,7, cantidad de energía equivalente a las necesidades de 6,6 millones de hogares. Proporciona el 8 por ciento de la electricidad que consume el Reino Unido, frente al 2,1 por ciento de hace ocho años.
Y sigue el crecimiento en este área: ahora la ÀUPD WUDEDMD HQ /HDVLQJ 5RXQG TXH WHQGUi una capacidad de 7 GW y que, como destaca Paul Clark, director de inversiones del fondo, está completamente alineado con el compromiso del Gobierno británico de apoyar el desarrollo de la energía eólica con el objetivo de alcanzar los 30 GW de capacidad para el año 2030, lo que supone que los molinos en el mar satisfacerán un tercio de la demanda de energía eléctrica del país. Aunque The Crown State apela a la responsabilidad en el desarrollo de estas explotaciones, por su impacto en el paisaje. No es con lo único con lo que muestran sensibilidad. También, con la igualdad de género: en sus órganos de dirección, las mujeres son mayoría, y ello explica que la brecha salarial es favorable a éstas.