Un impuesto sobre el patrimonio ‘disparatado’
El socio de Cuatrecasas Eduardo Ramírez critica su aplicación si no hay rentabilidad
el foro de Banca Privada. Y cargó especialmente contra el impuesto de patrimonio al FDOLÀFDUOR GH GLVSDUDWDGR
3DUD UHDOL]DU WDO DÀUPDFLyQ 5DPtUH] VH apoyó en el Informe Lagares, que menciona que el impuesto de patrimonio no tiene sentido en un mundo donde la rentabilidad libre de riesgos de los activos ha caído exponencialmente en los últimos diez años. «Prácticamente no sabemos obtener rentabilidades positivas, salvo asumiendo un riesgo brutal en nuestras inversiones». Ramírez argumentó que establecer «una carga de hasta el 3,75 por ciento (si se añade un punto más por un impuesto a la riqueza) donde el nivel de rentabilidad asociado es cercano al cero puede ser un error desde el SXQWR GH YLVWD ÀQDQFLHURª
Ramírez se preguntó si es políticamente deseable porque es una manera de mejorar la redistribución de la riqueza. Y respondió que probablemente sí, pero siempre gravando a los contribuyentes por su capacidad contributiva porque «tener un patrimonio que es improductivo no genera una capacidad de gravar de manera distinta a la de tu renta», explicó.
Ramírez insistió en que para hacer frente a estos tributos se hace con la renta. «Porque si tengo que pagar el 3,75 por ciento de un patrimonio improductivo cada año, tendré que calcular en cuántos años me quedaré sin patrimonio». Este sería el debate, insistió. En su alegato no rechazó que exista el tributo, pero sí abogó para que se produzca un cambio y se tenga como base del impuesto la renta.
Ramírez reconoció que es un momento de gran incertidumbre
ÀVFDO HQ OD EDQFD SULYDGD FRLQcidiendo con un cambio político. «Es difícil saber lo que va a ocurrir en productos como las sicavs o las socimis» aclaró Ramírez. En relación a las primeras reconoció que es donde ha habido mucho más debate político y donde parecía que se trataba de atacar un instrumento que se había utilizado, no desde el punto de vista colectivo, sino que obedecía más a intereses particulares. «Parece que las líneas que vislumbramos son que estos instrumentos pasarían a un control de OD $JHQFLD 7ULEXWDULD TXH YHULÀFDUtD OD Ànalidad y los objetivos público y colectivo de estos instrumentos». ¿Qué pasaría con aquellos instrumentos que no los cumplieran? Ramírez cree que saldrían del régimen especial e irían al general, tributando al tipo de sociedades.
En socimis, el interés del legislador es dar una vuelta de tuerca a un producto muy reciente. «Se establecería un impuesto sobre HO SRU FLHQWR VREUH ORV EHQHÀFLRV QR GLVWULEXLGRV GH ODV VRFLHGDGHVª 5DPtUH] DÀUmó que lo único que garantizaría con esta iniciativa es que el socio de la socimi tribuWD SRU ORV EHQHÀFLRV REWHQLGRV
En relación a los unit linked, la propuesta VH FHQWUDUtD HQ TXH IXHUD HO EHQHÀFLDGR \ QR el tomador como ocurre ahora, el que tribu
El auditorio siguió con gran atención las intervenciones.
Los asistentes no dudaron en participar.
taría. Para Ramírez estos cambios serán aprobados a lo largo de 2020, aunque sí manifestó dudas acerca de los efectos retroactivos.
En sucesiones y donaciones el debate está sobre si habrá armonización entre comunidades autónomas, ya muy descentralizaGDV HVSHFLDOPHQWH HQ PDWHULD ÀVFDO $TXt la cuestión, es si habrá un Gobierno que PRGLÀTXH OD OH\ GH ÀQDQFLDFLyQ DXWRQyPLca. «No estoy en contra de la armonización o de cierto nivel de armonización», indicó el socio de Cuatrecasas, pero lo cierto es TXH DQWH HO WHPRU GH TXH KD\D FDPELRV ÀVcales en ambos impuestos se están disparando las donaciones entre padres e hijos. La nueva Ley General de Presupuestos del Estado que prepara el Gobierno también contempla incluir una subida del IRPF a las llamadas rentas altas. Sin embargo, este abogado no cree que haya tiempo para que se produzca ahora sino más bien en 2021.
«Llevamos dos años con los presupuestos prorrogados de 2018 y los de 2020 no se espera que se aprueben antes del verano, con lo que en octubre se debería presentar la Ley de Presupuestos de 2021. La sensación es que se juntan los dos procesos», recalcó. En el proyecto de ley, además de contemplar dos puntos la subida del IRPF para rentas de 130.000 euros y otros dos adicionales para rentas superiores a 300.000 euros, se recoge una subida hasta el 27 por ciento para los rendimientos por encima de los 140.000 euros.