¿Qué hacemos con las acciones?
Algunos inversores moderan sus posiciones de riesgo ante la incertidumbre de una crisis incierta, mientras otros ven una oportunidad en las caídas El famoso inversor Nouriel Roubini, también conocido como «Doctor Catástrofe» por anticipar la crisis de 200
Los expertos coinciden en señalar que las empresas más perjudicadas serán, como en el caso de los enfermos de Covid-19, las que presenten «patologías previas».
Las bolsas lo venían barruntando desde principios de año, cuando comenzaron a llegar las noticias sobre un virus de origen desconocido con gran capacidad para infectar humanos. Pero las declaraciones de la industria de inversión recordando la rápida recuperación de la economía en epidemias anteriores habían contenido la sangría. Sin embargo, la tensa calma saltó por los aires coincidiendo con el cierre de fronteras de Italia y la clausura de los colegios en Madrid: la expansión de la epidemia estaba totalmente descontrolada en Europa y las medidas para contenerla iban a ser draconianas.
(Q HVH PRPHQWR ORV HFRV GH OD FULVLV À nanciera de 2008 comenzaron a resonar en la mente de los inversores, alimentando las ventas. El IBEX se dejó un 7,96 por ciento y un 3,2 por ciento adicional, al día siguiente. Dos importantes recortes que se sumaron al goteo bajista iniciado con el brote en China y que han provocado que el selectivo español haya perdido un 20 por ciento de su valor desde comienzos de año (en línea con el 22 por ciento que cede el Euro Stoxx 50 o el 24 por ciento que retrocede el FTSE Mib italiano, que ha perdido casi una cuarta parte de su valor por los mismos motivos).
Pero, ¿por qué asusta tanto el Covid-19? A los inversores les preocupa, sobre todo, que se trata de una enfermedad totalmente desconocida, de la que es difícil prever su evolución. «La visibilidad del mercado no ha sido tan baja casi nunca. Somos rehenes del tiempo que se tarde en contener el coronavirus, lo que permitirá una vuelta a la normalidad», escribe Yves Bonzon, director de inversio