Los mercados poscoronavirus
Es un buen momento para empezar a mirar acciones que presentarán buenas perspectivas una vez termine la pandemia Las empresas de calidad, tecnología, salud y consumo son las favoritas, en contraposición con los valores relacionados con el turismo y la ban
Los sectores más prometedores cuentan con poca representación en el IBEX 35. No obstante, hay un selecto grupo que se puede ir mirando porque la pandemia ha mejorado sus perspectivas (como en el caso de Grifols) o por tratarse de compañías de calidad que han recibido un castigo excesivo (como ha sucedido en Inditex o Ferrovial).
Hay una carta que los directivos de Capital Group —una de las tres gestoras de fondos de pensiones más grandes del mundo— suelen hacer circular entre los miembros del equipo de inversión cuando las cosas se ponen tan feas como en las últimas semanas. La escribió el expresidente de la firma, Jim Fullerton, durante el mercado bajista de 1974 y volvió a ser desempolvada en 1987, en 2008 y en este aciago 2020.
En ella, el directivo recuerda el desánimo que reinaba entre los inversores en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los párrafos dice así: «Una razón importante por la que en este momento hay un grado tan extremo de tendencia bajista, pesimismo, confusión desconcertante y auténtico terror en las mentes de los agentes de bolsa y los inversores es que la mayoría de las personas no cuentan con nada parecido en su propia experiencia con lo que puedan identificarse. Por lo tanto, el mensaje que quiero mandarles es: ¡Ánimo! Ya hemos pasado por esto antes. En el pasado, los mercados bajistas también duraron tanto. En el pasado, los fondos de inversión bien gestionados también cayeron lo mismo. Y los accionistas de esos fondos y nosotros, la industria, sobrevivimos y prosperamos».
Un pensamiento que comparte Luca Lazarinni, de Mediolanum: «La única previsión segura es que el mundo sigue adelante. En un sector, en un país, puede haber recesiones, pero la economía global en su conjunto sigue adelante. Y no lo digo yo, lo dicen la historia y las crisis que hemos superado. Y esta vez no va a ser diferente. Sí es distinta la trama de la película pero el final será igual».
Con esa certeza en mente y tras semanas de huida de los activos de riesgo, conviene
comenzar a reconstruir la cartera (o lo que queda de ella) con vistas a la era poscoronavirus. En ese sentido, parece lógico que los inversores con un perfil de riesgo adecuado estén posicionados en renta variable pues, como apunta Lazarinni, «si uno ha perdido un 10 o un 20 por ciento y luego consolida las pérdidas y se queda en liquidez, va a necesitar un par de generaciones para recuperar el dinero a la rentabilidad actual de los depósitos».
Si bien, una rigurosa selección es, en estos momentos, más importante que nunca si tenemos en cuenta que hay «ciertas clases de activos, sectores y empresas que parecen especialmente vulnerables a los efectos del brote, ya sea por los altos niveles de endeudamiento, por la exposición al sector de los viajes o por la interrupción de las cadenas de suministro», tal y como advierte un informe de Aberdeen Standard Investments. Así pues, entre las compañías que habría que evitar destacan las relacionadas con los viajes y el turismo. Directamente afectadas por las limitaciones al movimiento de personas, algunas requerirán de inyecciones de dinero público y la mayoría tardará en recuperarse más que el
resto. «Todo el sector va a estar muy presionado durante mucho tiempo. Igual que en 2010 se produjeron las ayudas al sector financiero, esta crisis va a afectar mucho más a hoteles, aerolíneas, etc.», explica Javier Galán, gestor de Renta 4.
Los problemas de la banca
Más allá de estos valores, otra área que conviene poner en cuarentena es la banca, en primera línea de fuego ante cualquier crisis económica, prestataria del sector del turismo y víctima directa de las bajadas de tipos de interés impulsadas por los bancos centrales para relanzar la actividad.
Por último, aunque no existe consenso total, algunos especialistas llaman a reducir la exposición a valores refugio del tipo de las ‘utilities’, por ser las que menos recorrido podrían tener ante una eventual recuperación del mercado.
En el lado contrario, algunos sectores están mostrando mayor resistencia a la pandemia. Son la tecnología, la salud y el consumo, áreas que los profesionales creen que van a seguir funcionando bien en el futuro.
«El brote de SARS en 2003 supuso un impulso importante para la adopción de las compras online y para el auge de Alibaba en China. El coronavirus tiene el potencial de generar un cambio más drástico en nuestro uso de la tecnología», dice en ese sentido un reciente informe de Candriam. En concreto, la gestora europea ve valor en las compañías de semiconductores ASML y TSMC; las desarrolladoras de software Microsoft y Dassault Systèmes; en Visa; en Qualcomm y Silicon Labs, dentro del segmento de la conectividad; en Nvidia, en el ámbito de la inteligencia artificial; en Splunk, dentro del big data, y en la red social Facebook. «Esta crisis ha demostrado lo necesaria que es la tecnología. El impulso del teletrabajo está aquí para quedarse», apunta Jaume Puig, de GVC Gaesco.
El sector sanitario
Por lo que respecta a la salud, se trata de un sector que, no solo ha resistido bien a la enfermedad, sino que se está beneficiando de ella. «Yo hablo con muchas empresas y, en las últimas dos semanas, son las únicas que nos han dicho que no están viendo ningún impacto en su cuenta de resultados. Ofrecen resistencia y atractivo», apunta Galán. Él ha aprovechado los retrocesos bursátiles para fortalecer su posición en farmas clásicas como Novartis, Roche, Sanofi o GlaxoSmithKline; pero también apuesta por compañías de tecnología médica como Philips o Siemens Healthineers, una multinacional (esta última) que se repite en boca de otros gestores.
Asimismo, muchas casas están aprovechando las fuertes caídas indiscriminadas para hacerse con valores de calidad que, habitualmente, suelen cotizar a precios prohibitivos, tal y como explica Amit Lodha, gestor de fondos de Fidelity: «Aunque el corto plazo podría ser incierto, un inversor que piense a tres-cinco años vista podría plantearse comprar negocios cíclicos de alta calidad con cotizaciones hundidas».
En ese sentido, gustan especialmente las referencias vinculadas con el consumo. «Las grandes marcas tipo Danone, Adidas, Unilever y Nestlé son muy saneadas y van a seguir vendiendo», apunta en este sentido Nicolás López, de MG Valores.