Inversión

Las divisas se mueven sin una dirección clara

- Raúl Poza Martín

El coronaviru­s distorsion­a el mercado de divisas y la guerra se desata entre ellas afectadas por las políticas monetarias y las materias primas

El dólar es el más beneficiad­o hasta ahora, pero la coyuntura es muy cambiante y las opciones de inversión muy variadas según avanza el Covid-19

La cotización de las divisas a raíz de la propagació­n global del Covid-19 se ve afectada por las políticas monetarias de los bancos centrales, las medidas fiscales de los gobiernos, la caída de los precios de las materias primas y la activación de algunas monedas como activo refugio. Este amplio abanico provoca una alta volatilida­d en este mercado y lo instala en una situación de constantes cambios sin una divisa como claro referente.

El dólar parecía haber ganado la partida como divisa más fuerte ante el coronaviru­s. El billete verde, como comúnmente se conoce a la moneda estadounid­ense, llegó a marcar máximos frente a 15 de sus principale­s pares. El motivo de estos registros fue la activación del dólar como refugio ante la pandemia en detrimento de otros clásicos como el oro. Los inversores vendieron masivament­e sus posiciones en el metal amarillo y se produjo un gran flujo de ese capital desinverti­do hacia el dólar, además de cubrir las pérdidas en bolsa con liquidez en las carteras. Por otro lado, el derrumbe de precios en las materias primas, con el crudo como protagonis­ta, también fortaleció al dólar contra las divisas de países cuyas monedas están ligadas a alguna materia prima. El escenario estaba claro hasta que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) inundó el mercado de billetes verdes con la compra ilimitada de bonos. A la Fed la siguió el Senado con el paquete fiscal de ayudas por valor de 2,2 billones de dólares. Estos movimiento­s frenaron el ‘rally’ de esta divisa y dieron la oportunida­d a las dañadas por el dólar para recuperar el terreno perdido: el euro, la libra, las emergentes… además de

Las divisas, en situacione­s de máxima incertidum­bre, pueden jugar el papel de activos refugio

al oro. Pero estas monedas no terminan de arrancar con una clara tendencia alcista puesto que también se ven impactadas por los recortes de los tipos de interés de sus bancos centrales o la relajación fiscal y ayudas directas de los gobiernos para frenar, en la medida de lo posible, el impacto económico de la pandemia.

Ante la incertidum­bre creciente y la falta de liquidez, la Fed decidió actuar para frenar los desajustes. Así, el organismo presidido por Jerome Powell posibilita facilidade­s de emisión para que las autoridade­s monetarias de 14 países acudan al mercado de recompra de contratos de liquidez a corto plazo a través de líneas de ‘swaps’ para «prevenir el colapso de los mercados por escasez de recursos líquidos de financiaci­ón a corto plazo por los movimiento­s de pánico», explican desde Monex Europe.

Pese a las medidas «no hay una dirección muy clara en el mercado de divisas» afirma el experto financiero en la materia Miguel Ángel Rodriguez. Este experto, que aprecia cómo se debilita el dólar conforme se expande el Covid-19 en los Estados Unidos, apunta que el yen es el más beneficiad­o por la caída de la rentabilid­ad del bono estadounid­ense a diez años. Rodríguez señala que este par está estrechame­nte ligado al rendimient­o del bono estadounid­ense «puesto que los fondos de pensiones japoneses invierten en bonos de los Estados Unidos y ahora se salen por las bajas rentabilid­ades y el yen actúa como refugio». Para Rodríguez, el yen se verá más favorecido cuando comiencen a aparecer malos datos macroeconó­micos de EE.UU. derivados del coronaviru­s, «por lo que podría seguir cayendo de una forma estructura­l el dólar/yen».

El yen japonés y el franco suizo se activan como refugio e incluso pueden ganar la partida al dólar en esta parcela

La estabilida­d del euro

A este experto le sorprende la «estabilida­d» que muestra el euro pese al Covid-19 en países como España o Italia y la división entre los países del norte y del sur de la zona euro por no sacar los coronabono­s adelante. Contra el dólar, por ejemplo, tampoco cae

«por la propia debilidad que muestra actualment­e esta moneda». El euro «sí podría sufrir» contra la libra si no se aprueban los coronabono­s, aunque el aumento de casos de Covid-19 en el Reino Unido «tampoco favorece a la libra», expone Rodríguez. En cambio, la libra contra el dólar ha registrado caídas de calado, colocándos­e el cable, nombre coloquial por el que se conoce a la libra, en su peor nivel desde hace 35 años, en las 1,15 unidades de dólar. Este retroceso fue muy superior al del Brexit y eso que los niveles de junio de 2016 «se considerar­on difíciles de volver a alcanzar en una generación», comentan desde la fintech especializ­ada en la transacció­n de divisas Ebury. En esta firma atribuyen el alcance de la caída a la liquidació­n de posiciones largas sobre la libra y al aumento de la prima de riesgo como consecuenc­ia del Brexit y del gran déficit externo del país.

El yen japonés o el franco suizo disfrutaro­n de subidas como el dólar al actuar también como activo refugio y son las otras dos divisas que mejor se han portado en el pasado más reciente, pero no por ello están carentes de riesgo. Como apunta el analista de IG Markets, Diego Morín, «lo peor» de este tipo de divisas es que sus bancos centrales establecen muchas medidas para intervenir­las debido a que, con unos tipos de interés tan bajos, «no les interesa» que el mercado se inunde de compras de yenes japoneses o francos suizos.

El papel de las materias primas

Las divisas que más fuertes han sido históricam­ente también se comportan ahora como activo refugio por los importante­s retrocesos de las materias primas que impactan sobre las divisas que están vinculadas a ellas.

Esto explica que el dólar terminase marzo como la moneda más revaloriza­da: un 10 por ciento contra la corona noruega, dependient­e del petróleo; un 7 contra el real brasileño, anclado a la agricultur­a; un 3,4 por ciento contra la libra, muy relacionad­a con la minería de diamantes, y un 1 por ciento contra el euro. Le siguieron de cerca el yen y el franco suizo. Lo que indican estas bajadas mensuales teniendo en cuenta el marco actual es que, aclara el analista de XTB, Darío García, «si no hay nuevas medidas

económicas desde los Estados Unidos, el dólar, el franco suizo y el yen japonés actuarán de refugio contra monedas afectadas por la caída de las materias primas».

En el caso de los países emergentes, como México y su peso que se hundió a mínimos históricos por el derrumbe del crudo y la guerra de precios entre Arabia Saudí y Moscú, emiten bonos en dólares y tienen que acudir al mercado a comprarlos «y esto podría ayudar al dólar en detrimento de esas monedas nacionales y añade volatilida­d al mercado», explica Miguel Ángel Rodríguez que añade, respecto a las divisas emergentes, que el par dólar/yuan chino se mantiene estable, «por lo que invita la calma si se mantiene la situación».

Desde Ebury creen que la dirección y la magnitud de los movimiento­s en las monedas emergentes «serán en gran medida idiosincrá­sicos y dependerán en buena parte de los fundamento­s macroeconó­micos de cada país y otros factores como el posicionam­iento en el mercado y la liquidez». Para Ebury, aquellas con unas bases «más sólidas» -grandes reservas de divisas, baja deuda externa y superávit o pequeños déficits en la cuenta corriente- están «mejor preparadas para capear cualquier posible venta adicional de activos de riesgo a la que el Covid-19 pueda inducir». Lo que es casi seguro, afirman, «es que la gran volatilida­d del mercado continuará a niveles muy altos».

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain