El salvavidas del BCE reactiva las emisiones
Las compras del Banco Central Europeo disparan las emisiones de bonos de las empresas: tras las energéticas, constructoras y ‘telecos’ pueden sumarse a la fiebre
Repsol, Naturgy, Iberdrola y Red Eléctrica han sido las primeras compañías españolas en aprovechar las medidas anunciadas por Christine Lagarde.
El coronavirus llegó de China a la vieja Europa y después a todo el mundo con un impacto de dimensiones todavía incalculables en la economía y los mercados financieros. Para muestra, las caídas en bolsa del último mes y medio. Miles de empresas están paradas a la espera de que los clientes puedan volver a comprar y otras funcionan pero han notado un descenso de su negocio. Unas y otras tienen algo en común: necesitan dinero. Y para las grandes compañías el mercado de deuda es una fuente importante que, pese a las dificultades del momento, cuenta con un gran aliado: el Banco Central Europeo (BCE).
El BCE ha demostrado una gran capacidad de reacción en esta crisis y ha sacado la artillería pesada. Christine Lagarde emuló al mejor Mario Draghi, que se ganó el apodo de «Supermario» por su actuación en la crisis financiera de hace una década, y prometió las medidas necesarias para que la economía de la eurozona siga funcionando. Así, anunció un plan de compra de bonos de 750.000 millones. «Estamos totalmente preparados para aumentar el tamaño de nuestro programa de compras de activos y ajustar su composición, en la medida requerida y durante el tiempo necesario. Exploraremos todas las opciones para apoyar la economía durante este ‘shock’», defendió la presidenta del banco central. Los 750.000 millones irán destinados a la compra de deuda pública y privada y a las empresas les ha faltado tiempo para agarrarse al salvavidas que les ha lanzado Lagarde.
Emitir deuda es ahora acertado dado el respaldo del BCE
Las energéticas, las primeras
Las compañías energéticas han sido las primeras en sacar partido de esta situación. Repsol (1.500 millones de euros), Naturgy (1.000 millones), Iberdrola (750 millones) y REE (400 millones) han emitido bonos. Estas firmas viven una situación particular: pese a que siguen trabajando con el estado de alarma, las eléctricas y gasísticas han anunciado que permitirán una carencia en el pago de la factura para aliviar a las familias afectadas por la crisis. «Las energéticas necesitaban aumentar el circulante porque van a permitir que los clientes paguen un poco más tarde», explica Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco Valores. Pero otro motivo para salir al mercado de deuda simplemente es que las necesidades de refinanciación están a la vuelta de la esquina: «Muchas empresas tienen que hacer emisiones porque tienen vencimientos; otras, simplemente quieren reforzar su posición de caja», argumenta Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación
Estudios Financieros. Los expertos coinciden en la vital importancia del Banco Central Europeo en el éxito de estas operaciones. «Es cierto que hay mucha incertidumbre, pero teniendo en cuenta la actuación del BCE, hacer emisiones ahora es acertado», señala Bernal. Peiro añade que este alto volumen puede deberse a las prisas por comer parte del pastel de Lagarde antes de que se termine: «Adelantarse es bueno por si después hay muchas emisiones, no se dé el caso de que el BCE ya haya agotado su volumen de compras».
Ignacio Victoriano, gestor de Renta 4, apunta también al programa de compras de la Reserva Federal de los Estados Unidos como estímulo para el mercado de renta fija. «Hemos pasado de un mercado seco a niveles récord. Las emisiones que hemos tenido de finales del mes pasado y comienzos de abril han sido abrumadoras, con un volumen de mercado primario espectacular. Para las emisiones que se han llevado a cabo, que han sido con descuentos, ha habido muy buena demanda».
En un informe, los analistas de Blackrock también apuntaban a la acción conjunta de los reguladores del euro y del dólar. «Cuando los bancos centrales intervienen con compras masivas de activos, tienden a amortiguar la volatilidad de las tasas de interés».
Telecomunicaciones y constructoras podrían sumarse
La duda ahora es si otros sectores, más afectados por la crisis que el energético, podrán lanzarse al mercado y lograr financiarse a buen precio. Todas las empresas pueden llamar a la puerta de Lagarde en Fráncfort si cumplen con sus requisitos, como tener el ‘investment grade’ de las agencias de rating, pero existen más dudas acerca de cómo los recibirán los inversores privados.
«Aparte de las eléctricas y petroleras, no descartamos que las constructoras y las empresas de telecomunicaciones les sigan», explica el director de análisis de GVC Gaesco Valores. Son sectores con impacto de la crisis todavía incierta. Las constructoras en España han vuelto al trabajo esta semana, pero la crisis de deuda que se avecina hace presagiar un futuro recorte del gasto público en infraestructuras que podría replicarse en muchos países también afectados por el coronavirus. Las telecos funcionan a todo tren, pero una rebaja del consumo también las terminará afectando, sea por volumen de negocio o por precios. Por tanto, la necesidad de financiación, si no existe, existirá y las emisiones de deuda seguirán en las próximas semanas.
En cuestión de días se ha pasado de un mercado seco a niveles récord