Crudo barato con efectos secundarios
Un precio bajo del petróleo siempre ha sido un «viento de cola» para la economía española. Con los brazos prácticamente cruzados podíamos exprimir al máximo todos los beneficios que nos dejaba un barril de crudo barato. Ahora, que tememos con razón que la pandemia deje a la economía española completamente devastada, podría ser un buen aliado para ayudar a España a salir con más rapidez de la crisis que está a las puertas. Pero para ello hay que ponerse el mono de trabajo. En esta ocasión, el desplome del petróleo, hasta cotizar en negativo por primera vez en la historia, viene con peligrosos efectos secundarios para nuestra economía. Los principales países productores son nuestros grandes socios comerciales. Y además compran buena parte de nuestra deuda. Nos vamos a resentir si volvemos a quedarnos como hemos hecho siempre, con los brazos cruzados.