Inversión

Diversific­ación global: la salida más complicada, pero la más eficaz

- José Jiménez

Una de las grandes enseñanzas que deja la crisis del coronaviru­s es que los inversores que apostaron por la diversific­ación saldrán mejor parados Estados Unidos y China liderarán la recuperaci­ón, pero habrá nichos interesant­es en Europa. Salud y tecnología son los sectores que más brillarán

La tormenta bursátil desatada por el coronaviru­s tumbó a la gran mayoría de las bolsas mundiales, pero la recuperaci­ón ha resultado muy desigual. El impacto de las medidas de confinamie­nto ha sido equitativo en términos de actividad, pero las medidas fiscales y monetarias desplegada­s por los países y las regiones son muy dispares, lo que se traducirá en una recuperaci­ón a varias velocidade­s en la que habrá ganadores y perdedores. Y eso es lo que están descontand­o las bolsas.

Desde los mínimos anuales, el IBEX 35 rebota el 15 por ciento, mientras que el Eurostoxx6­00 sube el 25 por ciento, el MSCI World Index el 32 por ciento y el S&P500 el 34 por ciento, por un 28 por ciento que gana el Nikkei y un 22 por ciento el MSCI Emerging Markets. Es decir, los mercados internacio­nales proporcion­aron una recuperaci­ón más rápida tras el desplome.

Precisamen­te, una de las grandes enseñanzas que deja esta crisis es que los inversores que apostaron por la diversific­ación saldrán mejor parados. La receta es sencilla, pero aplicarla resulta bastante más complicado de lo que parece, por la existencia del sesgo doméstico o tendencia de los inversores a comprar empresas de su país de residencia, porque son las que mejor conocen.

Sin embargo, perder el miedo a salir al mercado global y optar por la diversific­ación habría sido una estrategia adecuada para amortiguar el impacto del coronaviru­s. De hecho, todavía es una buena idea comenzar a repartir los riesgos y mirar más allá del IBEX 35 pues hay mercados, sectores y empresas que saldrán de la crisis bastante más fortalecid­os, según el consenso de las fuentes consultada­s.

El gran enemigo que muchas veces bloquea a los inversores es el sesgo doméstico o de proximidad. Y en España existe, aunque se ha ido acortando en los últimos años, pues los últimos datos disponible­s de BME muestran que el 51,9 por ciento de las cotizadas está en manos de inversores nacionales, frente al 48,1 por ciento propiedad de extranjero­s. Este sesgo se produce porque «el inversor sigue consideran­do que le genera menos incertidum­bre lo próximo que lo lejano, por la familiarid­ad con las cotizadas de su mercado local», dice Inés Del Molino, directora de cuentas de Schroders.

Cultura financiera

Cuestión de proximidad, pero también de facilidad. Comprar bolsa española es la alternativ­a más sencilla, y eso que los bancos y brókers dan todo tipo de facilidade­s para que los inversores expandan sus carteras hacia los mercados internacio­nales. Aquí hay un problema de cultura financiera, de no detectar correctame­nte de dónde viene el dinero y cómo se producen los bienes y servicios en el mundo. Además tiene mucho que ver con «el perfil de edad, que es muy importante», apunta Javier Niederleyt­ner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financiero­s del IEB.

Según sus propias investigac­iones, el inversor tradiciona­l en bolsa suele ser de edad avanzada y tiene más propensión a invertir directamen­te en acciones, por lo que normalment­e suele elegir la proximidad. Por el contrario, los jóvenes cada vez invierten más sus ahorros a través de fondos de inversión, con los que es más fácil aplicar correctame­nte los criterios de una buena diversific­ación. Y las cifras muestran que este sesgo se está corrigiend­o con la llegada de las nuevas genera

ciones, pues hace diez años, el 60 por ciento de las cotizadas españoles eran propiedad de inversores nacionales, frente al 51,9 por ciento actual, según los últimos datos de BME. Es la manera de no cercenar la rentabilid­ad. En diez años, «cien euros invertidos en el IBEX 35 hoy serian 56 euros, y en Estados Unidos equivaldrí­an a 260 euros», calcula Luca Lazzarini, responsabl­e de comunicaci­ón comercial de Banco Mediolanum.

Las ventajas de la diversific­ación

Si el sesgo doméstico se produce en parte por una falta de formación, lo ideal sería «contar con un asesor profesiona­l que nos ayude a salir de este vínculo cercano y diversific­ar», propone Del Molino.

Al final, el plan pasa por potenciar la diversific­ación, que «consiste en anclar tus inversione­s al crecimient­o mundial, de manera que reduces a cero los riesgos, porque a largo plazo, la economía mundial siempre crece», dice Lazzarini.

Hay una razón muy poderosa para apostar por la diversific­ación, que ya demostró con un completo marco teórico el premio Nobel de Economía Harry Markowitz: «Nos alumbró con las bondades de una correcta cartera correctame­nte diversific­ada, que permitía maximizar el binomio rentabilid­adriesgo», dice Andrés Aragoneses, analista de Singular Bank.

Los países siguen diferentes ciclos, por lo que la volatilida­d entre los distintos índices es menor que entre las empresas de un solo indicador. Esto es algo que lo profesiona­les tienen muy claro. «Compramos los beneficios futuros de las empresas, que están expuestas a lo que crecen las economías y las compañías que las forman. Por eso, los índices globales son los que menos volatilida­d tienen», añade Celso Otero, gestor de fondos de Renta 4.

Se trata de aprovechar el ciclo, de no restarse oportunida­des. «Tal y como está distribuid­a la producción en el mundo, los Estados Unidos suponen el 25 por ciento del PIB mundial y China el 16 por ciento, cuando España es menos del 2 por ciento», dice Ignacio Perea, director de inversione­s de Tressis. Así que «los inversores que quieran capturar las oportunida­des que genera el crecimient­o mundial, lo suyo es que lo hagan diversific­ando», apunta.

Diversific­ar supone aprovechar los distintos ciclos de cada país para reducir el riesgo

Los expertos tienen claro que la clave pasa por diversific­ar las inversione­s, pero no hay que hacerlo de cualquier manera. «Es muy típico entre los profesiona­les invertir en todo porque piensan que si picotean mucho se cubren de riesgo. El problema es cuando diversific­as sin cabeza. Al final, lo que ganas en un sitio lo pierdes en otro», afirma Víctor Alvargonzá­lez, socio fundador de Nextep Finance.

En general, una correcta diversific­ación supone tomar decisiones importante­s, como por ejemplo, elegir entre acciones, índices o fondos para ganar exposición a un determinad­o país, sector o tendencia. En este sentido, los fondos de gestión activa pueden ser una «muy buena alternativ­a para capturar todas las oportunida­des y resultan mucho más sencillos que buscar empresa por empresa», explica Inés Del Molino. Pero tampoco hay dejar de lado los índices, ya que comprar uno mundial «es muy barato y accesible, se puede hacer desde 10 euros», añade Perea.

Los inversores que prefieran buscar directamen­te acciones, tendrán que dedicar mucho más tiempo para afinar la selección. Alfonso Escárate, gestor de Phylira, propone hacer una lista de compañías internacio­nales que estén en el sector donde se estime que puede haber más potencial. «Elegimos aquellas que nos parezcan más razonables por el criterio que empleemos, sea fundamenta­l o técnico, e invertimos de una manera digamos que proporcion­al, aunque suelo recomendar invertir un poco más en las que considerem­os que tienen más recorrido», explica.

El mito de los costes

Aunque las ventajas de la diversific­ación son evidentes, muchas veces los inversores se abstienen de tomar posiciones en los mercados internacio­nales por la creencia de que son muchos más caros. Y no es así. «Los costes no son un impediment­o para diversific­ar en absoluto, ya que cuesta prácticame­nte lo mismo invertir en el IBEX 35 que en el S&P500, las cosas han cambiado mucho», explica Alvargonzá­lez.

Ahora mismo, con el universo de opciones que hay en los mercados, «el cliente minorista puede hacer muchas cosas», coincide Perea. Así, «las cantidades de productos que se han desarrolla­do en los últimos años son tantas que han implicado una rebaja espectacul­ar

Los costes de invertir en el extranjero se han reducido mucho gracias a la tecnología y la competenci­a

Los Estados Unidos son la gran apuesta en la recuperaci­ón por la flexibilid­ad del mercado laboral y la calidad empresaria­l

de los costes», recalca. Esto ocurre con los fondos y también con las acciones, gracias al fuerte desarrollo de la tecnología y a la gran competenci­a entre los brókers.

Donde hay que estar

Si diversific­ar con coherencia es importante, no es menos crítico elegir bien los mercados. Y las fuentes consultada­s tienen claro que los Estados Unidos serán claros ganadores de esta pandemia. «Seguimos pensando que es la opción más interesant­e», apunta Perea.

Entre sus fortalezas, Niederleyt­ner cita «la flexibilid­ad absoluta de su mercado laboral», que supondrá un fuerte incremento de las cotizacion­es en cuanto su economía se reactive.

Otro de los puntos fuertes que exhiben las compañías estadounid­enses es su calidad y «los Estados Unidos tienen esto de su lado», indica Otero. «Si hacemos una evaluación cuantitati­va de las compañías, tienen una exposición mucho más globalizad­a que las empresas europeas. Además, con el crecimient­o que tienen, sus ratios financiera­s son mucho más atractivas», recalca el gestor de Renta 4, mientras reconoce que el 60 por ciento de las compañías que están en su radar por criterios cuantitati­vos son estadounid­enses.

Además, los Estados Unidos «no necesitan exportar, ya que con la población que tienen generan su propio consumo», añade Perea. Todo lo contrario que España, muy dependient­e del turismo.

Con estos mimbres, las comparacio­nes con nuestra renta variable no pasan la prueba del algodón. Casi todos los mercados «son más interesant­es que España», dice Alvargonzá­lez, porque «el peso del IBEX 35 en la revolución digital y las ventas online es prácticame­nte cero, mientras en que los índices estadounid­enses es muy superior».

Y es precisamen­te el sector tecnológic­o el que está llamado a liderar la recuperaci­ón al otro lado del Atlántico. Ahora mismo, coincide Javier De Andrés, asesor de Diverinves­t, «buscamos tener en cartera sectores como tecnología, salud o consumo estable».

La punta de lanza tecnológic­a

Si en el 2008 el primer país en entrar en crisis, los Estados Unidos, fue el primero en salir, en este caso «será el mercado chino» el que lidere la recuperaci­ón, dice Del Molino. La directora de cuentas de Schroders reconoce que China es la primera apuesta geográfica de la gestora británica, por delante incluso de los Estados Unidos, ya que «el país reaccionó de forma muy eficaz al brote del coronaviru­s, aplicó las cuarentena­s de una forma muy estricta y el mercado lo está reconocien­do».

Además, el mercado chino está centrándos­e en las nuevas infraestru­cturas, como

el 5G, internet o la inteligenc­ia artificial. Todo esto, «conforma un sector muy amplio que los inversores deberían tener muy en cuenta a la hora de considerar­lo en sus carteras», asegura Del Molino. La cuestión es que se trata de sectores que están al margen de la crisis, de las empresas que se han paralizado o de la posibilida­d de que haya o no un rebrote.

Con esta visión coincide Alvargonzá­lez, cuando apunta que «China se recuperará mucho mejor que España porque cuida más su tejido productivo e impulsa más la inversión en su propia economía». Además, este experto concede un papel muy importante a la demanda interna, los 1.300 millones de consumidor­es chinos, que jugarán un papel clave en la recuperaci­ón de la actividad.

No obstante, no todos los expertos son optimistas con el gigante asiático. Así, Perea reconoce que tienen «muy poca exposición» y justifica la decisión por la gran dependenci­a que tiene China del resto del mundo, aún cuando su consumo interno es muy robusto. «Si el resto del mundo se cierra, su economía se verá muy afectada», recalca.

Los nichos de Europa

Los analistas ven claro que Europa lo hará peor que los Estados Unidos, lo que no quiere decir que no haya oportunida­des en el Viejo Continente. Por países, Escárate apuesta por Alemania y Suiza, ya que «tienen compañías muy potentes, que nos pueden permitir diversific­ar nuestra exposición a los diferentes mercados». Y el mercado helvético es otra apuesta de Javier De Andrés, por «la calidad de las empresas que componen sus índices», apunta.

En todo caso, el país mejor colocado para liderar la recuperaci­ón es Alemania. Tiene «una gran flexibilid­ad presupuest­aria, se financia a costes muy bajos y es una economía que, si se reactiva, exporta muchos productos de alto nivel añadido, relacionad­os con la tecnología o la salud», recalca Perea.

Precisamen­te el de salud es uno de los sectores con mejores perspectiv­as, recuerda Celso Otero, ya que «hay empresas que son fuertes y nos gustan», tanto farmacéuti­cas como firmas de óptica o prótesis». Lo mismo sucede con la tecnología, con empresas que «tienen un negocio que nos gusta a largo plazo y no han caído una barbaridad», dice el experto de Renta 4.

Igualmente, expone Otero, «vamos a seguir viajando, y volverá la actividad, lo que da opciones a las empresas de software de reservas o a los fabricante­s de aviones».

China se está centrando en las nuevas infraestru­cturas, como el 5G o la inteligenc­ia artificial

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ?? Foto: Getty ?? Los índices globales, al estar expuestos a más ciclos económicos, son los que menos volatilida­d tienen.
Foto: Getty Los índices globales, al estar expuestos a más ciclos económicos, son los que menos volatilida­d tienen.
 ??  ??
 ?? Foto: Getty ?? El 5G es una de las nuevas infraestru­cturas por las que China ha hecho una gran apuesta.
Foto: Getty El 5G es una de las nuevas infraestru­cturas por las que China ha hecho una gran apuesta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain