Diversificación global: la salida más complicada, pero la más eficaz
Una de las grandes enseñanzas que deja la crisis del coronavirus es que los inversores que apostaron por la diversificación saldrán mejor parados Estados Unidos y China liderarán la recuperación, pero habrá nichos interesantes en Europa. Salud y tecnología son los sectores que más brillarán
La tormenta bursátil desatada por el coronavirus tumbó a la gran mayoría de las bolsas mundiales, pero la recuperación ha resultado muy desigual. El impacto de las medidas de confinamiento ha sido equitativo en términos de actividad, pero las medidas fiscales y monetarias desplegadas por los países y las regiones son muy dispares, lo que se traducirá en una recuperación a varias velocidades en la que habrá ganadores y perdedores. Y eso es lo que están descontando las bolsas.
Desde los mínimos anuales, el IBEX 35 rebota el 15 por ciento, mientras que el Eurostoxx600 sube el 25 por ciento, el MSCI World Index el 32 por ciento y el S&P500 el 34 por ciento, por un 28 por ciento que gana el Nikkei y un 22 por ciento el MSCI Emerging Markets. Es decir, los mercados internacionales proporcionaron una recuperación más rápida tras el desplome.
Precisamente, una de las grandes enseñanzas que deja esta crisis es que los inversores que apostaron por la diversificación saldrán mejor parados. La receta es sencilla, pero aplicarla resulta bastante más complicado de lo que parece, por la existencia del sesgo doméstico o tendencia de los inversores a comprar empresas de su país de residencia, porque son las que mejor conocen.
Sin embargo, perder el miedo a salir al mercado global y optar por la diversificación habría sido una estrategia adecuada para amortiguar el impacto del coronavirus. De hecho, todavía es una buena idea comenzar a repartir los riesgos y mirar más allá del IBEX 35 pues hay mercados, sectores y empresas que saldrán de la crisis bastante más fortalecidos, según el consenso de las fuentes consultadas.
El gran enemigo que muchas veces bloquea a los inversores es el sesgo doméstico o de proximidad. Y en España existe, aunque se ha ido acortando en los últimos años, pues los últimos datos disponibles de BME muestran que el 51,9 por ciento de las cotizadas está en manos de inversores nacionales, frente al 48,1 por ciento propiedad de extranjeros. Este sesgo se produce porque «el inversor sigue considerando que le genera menos incertidumbre lo próximo que lo lejano, por la familiaridad con las cotizadas de su mercado local», dice Inés Del Molino, directora de cuentas de Schroders.
Cultura financiera
Cuestión de proximidad, pero también de facilidad. Comprar bolsa española es la alternativa más sencilla, y eso que los bancos y brókers dan todo tipo de facilidades para que los inversores expandan sus carteras hacia los mercados internacionales. Aquí hay un problema de cultura financiera, de no detectar correctamente de dónde viene el dinero y cómo se producen los bienes y servicios en el mundo. Además tiene mucho que ver con «el perfil de edad, que es muy importante», apunta Javier Niederleytner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB.
Según sus propias investigaciones, el inversor tradicional en bolsa suele ser de edad avanzada y tiene más propensión a invertir directamente en acciones, por lo que normalmente suele elegir la proximidad. Por el contrario, los jóvenes cada vez invierten más sus ahorros a través de fondos de inversión, con los que es más fácil aplicar correctamente los criterios de una buena diversificación. Y las cifras muestran que este sesgo se está corrigiendo con la llegada de las nuevas genera
ciones, pues hace diez años, el 60 por ciento de las cotizadas españoles eran propiedad de inversores nacionales, frente al 51,9 por ciento actual, según los últimos datos de BME. Es la manera de no cercenar la rentabilidad. En diez años, «cien euros invertidos en el IBEX 35 hoy serian 56 euros, y en Estados Unidos equivaldrían a 260 euros», calcula Luca Lazzarini, responsable de comunicación comercial de Banco Mediolanum.
Las ventajas de la diversificación
Si el sesgo doméstico se produce en parte por una falta de formación, lo ideal sería «contar con un asesor profesional que nos ayude a salir de este vínculo cercano y diversificar», propone Del Molino.
Al final, el plan pasa por potenciar la diversificación, que «consiste en anclar tus inversiones al crecimiento mundial, de manera que reduces a cero los riesgos, porque a largo plazo, la economía mundial siempre crece», dice Lazzarini.
Hay una razón muy poderosa para apostar por la diversificación, que ya demostró con un completo marco teórico el premio Nobel de Economía Harry Markowitz: «Nos alumbró con las bondades de una correcta cartera correctamente diversificada, que permitía maximizar el binomio rentabilidadriesgo», dice Andrés Aragoneses, analista de Singular Bank.
Los países siguen diferentes ciclos, por lo que la volatilidad entre los distintos índices es menor que entre las empresas de un solo indicador. Esto es algo que lo profesionales tienen muy claro. «Compramos los beneficios futuros de las empresas, que están expuestas a lo que crecen las economías y las compañías que las forman. Por eso, los índices globales son los que menos volatilidad tienen», añade Celso Otero, gestor de fondos de Renta 4.
Se trata de aprovechar el ciclo, de no restarse oportunidades. «Tal y como está distribuida la producción en el mundo, los Estados Unidos suponen el 25 por ciento del PIB mundial y China el 16 por ciento, cuando España es menos del 2 por ciento», dice Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. Así que «los inversores que quieran capturar las oportunidades que genera el crecimiento mundial, lo suyo es que lo hagan diversificando», apunta.
Diversificar supone aprovechar los distintos ciclos de cada país para reducir el riesgo
Los expertos tienen claro que la clave pasa por diversificar las inversiones, pero no hay que hacerlo de cualquier manera. «Es muy típico entre los profesionales invertir en todo porque piensan que si picotean mucho se cubren de riesgo. El problema es cuando diversificas sin cabeza. Al final, lo que ganas en un sitio lo pierdes en otro», afirma Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance.
En general, una correcta diversificación supone tomar decisiones importantes, como por ejemplo, elegir entre acciones, índices o fondos para ganar exposición a un determinado país, sector o tendencia. En este sentido, los fondos de gestión activa pueden ser una «muy buena alternativa para capturar todas las oportunidades y resultan mucho más sencillos que buscar empresa por empresa», explica Inés Del Molino. Pero tampoco hay dejar de lado los índices, ya que comprar uno mundial «es muy barato y accesible, se puede hacer desde 10 euros», añade Perea.
Los inversores que prefieran buscar directamente acciones, tendrán que dedicar mucho más tiempo para afinar la selección. Alfonso Escárate, gestor de Phylira, propone hacer una lista de compañías internacionales que estén en el sector donde se estime que puede haber más potencial. «Elegimos aquellas que nos parezcan más razonables por el criterio que empleemos, sea fundamental o técnico, e invertimos de una manera digamos que proporcional, aunque suelo recomendar invertir un poco más en las que consideremos que tienen más recorrido», explica.
El mito de los costes
Aunque las ventajas de la diversificación son evidentes, muchas veces los inversores se abstienen de tomar posiciones en los mercados internacionales por la creencia de que son muchos más caros. Y no es así. «Los costes no son un impedimento para diversificar en absoluto, ya que cuesta prácticamente lo mismo invertir en el IBEX 35 que en el S&P500, las cosas han cambiado mucho», explica Alvargonzález.
Ahora mismo, con el universo de opciones que hay en los mercados, «el cliente minorista puede hacer muchas cosas», coincide Perea. Así, «las cantidades de productos que se han desarrollado en los últimos años son tantas que han implicado una rebaja espectacular
Los costes de invertir en el extranjero se han reducido mucho gracias a la tecnología y la competencia
Los Estados Unidos son la gran apuesta en la recuperación por la flexibilidad del mercado laboral y la calidad empresarial
de los costes», recalca. Esto ocurre con los fondos y también con las acciones, gracias al fuerte desarrollo de la tecnología y a la gran competencia entre los brókers.
Donde hay que estar
Si diversificar con coherencia es importante, no es menos crítico elegir bien los mercados. Y las fuentes consultadas tienen claro que los Estados Unidos serán claros ganadores de esta pandemia. «Seguimos pensando que es la opción más interesante», apunta Perea.
Entre sus fortalezas, Niederleytner cita «la flexibilidad absoluta de su mercado laboral», que supondrá un fuerte incremento de las cotizaciones en cuanto su economía se reactive.
Otro de los puntos fuertes que exhiben las compañías estadounidenses es su calidad y «los Estados Unidos tienen esto de su lado», indica Otero. «Si hacemos una evaluación cuantitativa de las compañías, tienen una exposición mucho más globalizada que las empresas europeas. Además, con el crecimiento que tienen, sus ratios financieras son mucho más atractivas», recalca el gestor de Renta 4, mientras reconoce que el 60 por ciento de las compañías que están en su radar por criterios cuantitativos son estadounidenses.
Además, los Estados Unidos «no necesitan exportar, ya que con la población que tienen generan su propio consumo», añade Perea. Todo lo contrario que España, muy dependiente del turismo.
Con estos mimbres, las comparaciones con nuestra renta variable no pasan la prueba del algodón. Casi todos los mercados «son más interesantes que España», dice Alvargonzález, porque «el peso del IBEX 35 en la revolución digital y las ventas online es prácticamente cero, mientras en que los índices estadounidenses es muy superior».
Y es precisamente el sector tecnológico el que está llamado a liderar la recuperación al otro lado del Atlántico. Ahora mismo, coincide Javier De Andrés, asesor de Diverinvest, «buscamos tener en cartera sectores como tecnología, salud o consumo estable».
La punta de lanza tecnológica
Si en el 2008 el primer país en entrar en crisis, los Estados Unidos, fue el primero en salir, en este caso «será el mercado chino» el que lidere la recuperación, dice Del Molino. La directora de cuentas de Schroders reconoce que China es la primera apuesta geográfica de la gestora británica, por delante incluso de los Estados Unidos, ya que «el país reaccionó de forma muy eficaz al brote del coronavirus, aplicó las cuarentenas de una forma muy estricta y el mercado lo está reconociendo».
Además, el mercado chino está centrándose en las nuevas infraestructuras, como
el 5G, internet o la inteligencia artificial. Todo esto, «conforma un sector muy amplio que los inversores deberían tener muy en cuenta a la hora de considerarlo en sus carteras», asegura Del Molino. La cuestión es que se trata de sectores que están al margen de la crisis, de las empresas que se han paralizado o de la posibilidad de que haya o no un rebrote.
Con esta visión coincide Alvargonzález, cuando apunta que «China se recuperará mucho mejor que España porque cuida más su tejido productivo e impulsa más la inversión en su propia economía». Además, este experto concede un papel muy importante a la demanda interna, los 1.300 millones de consumidores chinos, que jugarán un papel clave en la recuperación de la actividad.
No obstante, no todos los expertos son optimistas con el gigante asiático. Así, Perea reconoce que tienen «muy poca exposición» y justifica la decisión por la gran dependencia que tiene China del resto del mundo, aún cuando su consumo interno es muy robusto. «Si el resto del mundo se cierra, su economía se verá muy afectada», recalca.
Los nichos de Europa
Los analistas ven claro que Europa lo hará peor que los Estados Unidos, lo que no quiere decir que no haya oportunidades en el Viejo Continente. Por países, Escárate apuesta por Alemania y Suiza, ya que «tienen compañías muy potentes, que nos pueden permitir diversificar nuestra exposición a los diferentes mercados». Y el mercado helvético es otra apuesta de Javier De Andrés, por «la calidad de las empresas que componen sus índices», apunta.
En todo caso, el país mejor colocado para liderar la recuperación es Alemania. Tiene «una gran flexibilidad presupuestaria, se financia a costes muy bajos y es una economía que, si se reactiva, exporta muchos productos de alto nivel añadido, relacionados con la tecnología o la salud», recalca Perea.
Precisamente el de salud es uno de los sectores con mejores perspectivas, recuerda Celso Otero, ya que «hay empresas que son fuertes y nos gustan», tanto farmacéuticas como firmas de óptica o prótesis». Lo mismo sucede con la tecnología, con empresas que «tienen un negocio que nos gusta a largo plazo y no han caído una barbaridad», dice el experto de Renta 4.
Igualmente, expone Otero, «vamos a seguir viajando, y volverá la actividad, lo que da opciones a las empresas de software de reservas o a los fabricantes de aviones».
China se está centrando en las nuevas infraestructuras, como el 5G o la inteligencia artificial